Doce maneras en las que la invasión
estadounidense de Irak continúa siendo una infamia en vida
Medea Benjamin, Nicolas J.S. Davies | marzo 18, 2020
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 4 de abril de 2020
Las consecuencias más serias de la desastrosa invasión
y ocupación de Irak confirman lo que millones de personas alrededor del mundo
advirtieron hace diecisiete años.
|
Mientras el mundo es consumido con la terrible pandemia del coronavirus, el 19 de marzo la administración de
Trump marcará el aniversario número diecisiete de la invasión estadounidense en
Irak reavivando
el conflicto ahí. Después
de que una milicia iraní supuestamente atacara una base militar estadounidense
cerca de Bagdad el pasado 11 de marzo, el ejército militar estadounidense llevó
a cabo ataques en contra de cinco fábricas de armas de la milicia y anunció que
enviaría dos aviones a la región, así como nuevos sistemas de misiles Patriot y
cientos
de mas tropas para operarlos. Esto contradice el voto
de enero del parlamento iraquí que hizo un llamado a las fuerzas
estadounidenses a abandonar el país. También va en contra del sentir de la
mayoría de los estadounidenses que piensan
que la guerra de Irak no valió la pena y en contra de la promesa de campaña de
Donald Trump de terminar las guerras sin fin.
Hace 17 años, las fuerzas armadas de
Estados Unidos atacaron e invadieron Irak con la fuerza de 460,000
tropas de todos los servicios armados, apoyados por 46,000
tropas británicas, 2,000 australianas, cientos de Polonia, España, Portugal
y Dinamarca. Los bombardeos aéreos de “shock
y pavor” lanzaron 29,200 bombas y misiles sobre Irak en las primeras cinco
semanas de guerra.
La invasión estadounidense fue un crimen
de agresión bajo la ley internacional
y fue activamente opuesta por gente y países alrededor del mundo, incluidas las
30
millones de personas que tomaron las calles en 60 países el 15 de febrero
del 2003 para expresar su horror acerca de que esto realmente estuviera pasando
en pleno siglo XXI. El historiador americano Arthur Schlesinger Jr. que
escribía los discursos para el ex presidente John F. Kennedy comparó la
invasión de Irak al ataque preventivo japonés en Pearl Harbor en 1941 y
escribió “Nosotros, somos los estadounidenses los que vivimos en infamia”.
Diecisiete años después, las consecuencias de la
invasión cumplido con los miedos de todos los que nos opusimos. Las guerras y
hostilidades braman en la región y las divisiones sobre guerra y paz en los
países del Occidente como Estados Unidos retan nuestro punto de vista
altamente selectivo como sociedades avanzadas y civilizadas. Aquí las doce
consecuencias más serias de la guerra de Estados Unidos en Irak:
1. Millones de iraquíes asesinados y heridos
Los estimados de la cantidad de gente asesinada en la
invasión y ocupación de Irak varían ampliamente, pero las cifras más
conservadoras basadas en reportes fragmentados del mínimo de muertes
confirmadas son de cientos de miles. Estudios
científicos serios estiman que 665,000 iraquíes murieron en los primeros
tres años de guerra y alrededor de un millón para septiembre del 2007. La
violencia en aumento continuó en el 2008 y el conflicto esporádico continuó del
2009 al 2014. Después, en la nueva campaña contra el Estado Islámico, Estados
Unidos y sus aliados atacaron las ciudades más importantes en Irak y Siria con
más de 118,000 bombas,
los bombardeos
artilleros más fuertes desde la Guerra de Vietnam. Redujeron a escombros la
mayor parte de Mosul y otras ciudades iraquíes y el reporte preliminar de la
inteligencia kurda iraquí arrojó que más de 40,000
civiles, solo en Masul, fueron asesinados. No existen estudios comprensivos
de mortandad para esta última etapa mortal de la guerra. Además de todas las
vidas perdidas, más gente ha sido herida. La Organización Central de
Estadísticas del gobierno de Irak dice que son 2 millones de iraquíes los que quedaron discapacitados.
2. Millones más de iraquíes desplazados
Para el 2007, el Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas (UNHCR por sus siglas en inglés) reportó que casi dos millones de iraquíes habían huido
de la violencia y el caos de su país ocupado, la mayoría a Jordania y Siria,
mientras que 1.7 millones más fueron desplazados dentro del territorio. La
guerra estadounidense al Estado Islámico se basó más en bombardeo y ataque
artillero, destruyendo todavía más hogares y desplazando una cifra
sorprendente de 6 millones de ciudadanos entre el 2014 y el 2017. Según el UNHCR, 4.35
millones de personas han regresado a sus casas con la disminución de la guerra
contra el Estado Islámico, pero muchos se enfrentan a “propiedades destruidas,
dañadas o inexistentes y la falta de oportunidades para vivir y de recursos
económicos, que, a veces, llevó a un segundo desplazamiento”. Los niños
iraquíes desplazados internamente representan “una generación traumatizada por
la violencia, arrancada de educación y oportunidades”, según
la enviada especial de la ONU Cecilia Jiménez-Damarv.
3. Miles de tropas americanas, británicas y extranjeras asesinadas y heridas
Mientras que el ejército estadounidense hace menos las bajas iraquíes, rastrea y publica con
precisión las suyas. Para febrero del 2020, 4,576
tropas estadounidenses y 181 británicas han sido asesinadas en Irak, así como 142 extranjeras. Más del
93% de tropas extranjeras asesinadas en Irak han sido americanas. En
Afganistán, en donde Estados Unidos ha tenido más apoyo de la OTAN y otros
aliados, solo el 68% de las tropas de ocupación asesinadas han sido americanas.
El mayor precio que han pagado los americanos por la naturaleza unilateral e
ilegal de la invasión es la baja de soldados. Para cuando se retiraron
temporalmente de Irak en el 2011, 32,200
soldados estadounidenses habían sido heridos. Mientras que los Estados
Unidos intentaron privatizar la ocupación, por lo menos
917 contratistas civiles y mercenarios habían sido asesinados y 10,569
heridos en Irak, pero no todos eran estadounidenses.
4. Incluso más veteranos han cometido suicidio
Más de 20 veteranos estadounidenses se suicidan diario, siendo más muertes cada año que la del
ejército en Irak. Esos con las cifras más altas de suicidios son los veteranos
jóvenes expuestos a combate, con cifras de “4-10
más altas que los civiles”. ¿Por qué? Mattew Hoh de Veteranos por la Paz explica que a muchos
de los veteranos “luchan para reintegrarse a la sociedad” les avergüenza pedir
ayuda y están atormentados por lo que vieron e hicieron en el ejército, están
entrenados para usar armas y cargan con heridas físicas y mentales que hacen
sus vidas complicadas.
5. Trillones de dólares desperdiciados
El 16 de marzo del 2003, días antes de la invasión, el vicepresidente Dick Cheney proyectó que la
guerra costaría cerca de $100 billones y que Estados Unidos estaría involucrado
por lo menos dos años. Diecisiete años después, los costos siguen acumulándose.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus cifras en inglés) estimó un
costo de $2.4 trillones por las guerras en Irak y Afganistán en el 2007. El economista Joseph
Stiglitz, ganador del premio Nobel y Linda Bilmes de la Universidad de Harvard,
estimaron que el costo de la guerra en Irak fue más de $3 trillones “basado en asunciones conservadoras” en el 2008. El gobierno británico gastó
por lo menos 9
billones de libras en costos directos hasta el 2010. En lo que Estados
Unidos no
gastó dinero, contrario a lo que muchos americanos creen, es en la
reconstrucción de Irak, el país que destruyeron con la guerra.
6. El gobierno disfuncional y corrupto de Irak
La
mayoría de los hombres (ninguna mujer) que gobiernan Irak hoy en día son
exiliados que llegaron a Bagdad en el 2003 en los pasos de las fuerzas
estadounidenses y británicas invasoras. Irak finalmente está exportando nuevamente 3.8 millones de barriles de petróleo cada día, ganando $80 billones al año en
exportación de crudo, pero poco de este dinero es utilizado para reconstruir
las casas dañadas o destruidas, para generar empleos, para el sector salud o de
educación para los iraquíes. Solo
el 36% tiene trabajo. Los jóvenes han tomado las calles para exigir el fin
de la corrupción del régimen post 2003 y de la influencia estadounidense e
iraní sobre las políticas locales. Más
de 600 protestantes fueron asesinados por el gobierno, pero las protestas
forzaron a que el Primer Ministro Adel Abdul Mahdi renunciara. Otro exiliado, Mohammed
Tawfiq Allawi, primo del ex primer ministro interino designado por Estados Unidos, Ayad Allawi, fue
elegido para sustituirlo pero renunció a las pocas semanas después de que la
Asamblea Nacional fracasara en aprobar sus elecciones de gabinete. El movimiento
de protesta popular celebró la renuncia de Allawi y Abdul Mahdi aceptó seguir
siendo Primer Ministro, pero únicamente como “cuidador” para realizar funciones
esenciales hasta que haya nuevas elecciones. Pidió que se celebraran elecciones
en diciembre. Hasta entonces, Irak permanece en un limbo político, todavía con la
ocupación de alrededor de 5,000 soldados estadounidenses.
7. La guerra ilegal en Irak ha reducido la norma de la ley internacional
Cuando Estados Unidos invadió Irak sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, la primera
víctima fue el Estatuto de las Naciones Unidas, la base de paz y ley
internacional desde la Segunda Guerra Mundial que prohíbe la amenaza o el uso
de fuerza por parte de un país contra otro. La ley internacional solo permite
acción militar como una necesidad y medio para defenderse contra un ataque o
amenaza inminente. La doctrina
de Bush ilegal de ataque del 2002
de fue universalmente rechazada
porque iba más allá de este principio limitado y reclamó un derecho excepcional
estadounidense de uno unilateral de fuerza militar para “reducir amenazas
emergentes”, socavando la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU para
decidir si una amenaza específica requería respuesta militar o no. El entonces
secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que la invasión de Irak era ilegal y que
llevaría a un rompimiento del orden internacional y eso fue exactamente lo que
sucedió. Cuando Estados Unidos pisoteó el Estatuto de la ONU, otros fueron
obligados a seguirlos. El día de hoy vemos a Turquía y a Israel seguir sus
pasos atacando e invadiendo Siria como si no fuera un país soberano, usando a
su gente como peones para sus juegos políticos.
8. Las mentiras de la guerra contra Irak corrompió la
democracia estadounidense
La segunda víctima de la invasión fue la democracia estadounidense. El congreso votó por una guerra basada en
el llamado “resumen”
del Estimado Nacional de Inteligencia (NIE por sus siglas
en inglés) que no era nada parecido a. El Washington Post reportó que solo seis
de cien senadores y algunos pocos miembros de la Casa habían leído el resumen
del NIE. El “resumen”
de 25 páginas, sobre el cual otros miembros del congreso basaron sus votos,
era un documento que se elaboró meses antes “para convencer al público de la
guerra”, confesó más adelante a PBS Frontline uno
de sus autores, Paul Pillar de la CIA. Contenía alegaciones sobresalientes que no estaban contenidas en el verdadero
NIE, como que la CIA sabía de 550 sitios en donde Irak guardaba armas químicas
y biológicas. El secretario de Estado, Colin Powell repitió muchas de estas
mentiras en su vergonzoso
discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU en febrero del 2003,
mientras Bush y Cheney las usaban en sus discursos más importantes, incluido el
del Estado de la Unión en el 2003. ¿Cómo es posible la democracia, el fallo de
la gente, si las personas que elegimos para representarnos en el congreso
pueden ser manipuladas para votar por una guerra catastrófica con esa red de
mentiras?
9. La Impunidad por los crímenes de guerra sistemáticos
Otra víctima más de la invasión fue la presunción de que los presidentes y la política de Estados
Unidos están sujetos al cumplimiento de la ley. Diecisiete años después, la
mayoría de los americanos asumen que el presidente puede conducir una guerra y
asesinar líderes extranjeros y sospechosos de terrorismo a su antojo sin ningún
tipo de consecuencias, como lo haría un dictador. Cuando el presidente Obama dijo que quería mirar hacia el futuro y no hacia el pasado y no hizo
responsable a nadie del gobierno de Bush por sus crímenes, fue como si dejaran
de ser crímenes y se normalizaran como política estadounidense. Eso incluyó crímenes
de agresión contra otros países, el asesinato
masivo de civiles con ataques aéreos y drones y la vigilancia
sin restricciones de llamadas, correos electrónicos, búsquedas y opiniones
de cada americano. Pero estos crímenes y violaciones de la Constitución de los
Estados Unidos y el rechazo a responsabilizar a quienes cometieron esos
crímenes han hecho más fácil que se repitan.
10. La destrucción del medio ambiente
Durante la primera Guerra del Golfo, Estados Unidos disparó
340 toneladas de explosivos fabricados con uranio empobrecido, que envenenó la
tierra y el agua disparando los niveles de cáncer. En las décadas que le
siguieron al “ecocidio”, Irak ha sido plagado por incendios
de docenas de pozos, la contaminación del fuentes de agua
con residuos de petróleo, aguas residuales y químicos; millones de toneladas de
ruinas de las ciudades y pueblos
destruidos y la quemazón de grandes volúmenes de desperdicio
militar en pozos al aire abierto durante la guerra. La contaminación provocada
por la guerra está ligada a los altos índices de defectos de nacimiento,
nacimientos prematuros, abortos y cáncer (incluida la leucemia) en Irak. La
contaminación también afectó a los soldados estadounidenses. “Más de 85,000
veteranos han sido diagnosticados
con problemas respiratorios, cáncer, enfermedades neurológicas, depresión y
enfisema desde que regresaron de Irak” reporta el Guardian. Algunas partes de Irak jamás se repondrán a la devastación ambiental.
11. La política estadounidense de “divide y vencarás” en
Irak generó estragos en la región
En el Irak secular del siglo XX, la minoría sunní era más poderosa que la mayoría chiita, pero por más
parte, los diferentes grupos étnicos vivieron juntos en barrios mixtos e
incluso se casaron entre ellos. Amigos con padres sunnís-chiitas nos cuentan
que antes de la invasión ellos ni siquiera sabían quién de ellos era sunní o
chiita. Después de la invasión, Estados Unidos empoderó a una nueva clase
chiita encabezada por ex exiliados aliados con ellos y con Irán, así como a los
kurdos en su región norte semi autónoma. El balance pendiente de poder y
deliberada política de “divide y reina” llevaron a oleadas de terrible
violencia sectaria, incluida la depuración de comunidades étnicas por parte de
grupos de escuadrones
de la muerte del
ministro de interior bajo el comando estadounidense. Las divisiones sectarias
de Estados Unidos desencadenaron el resurgimiento de Al-Qaeda y el surgimiento
de ISIS, que desató el caos en toda la región.
12. La nueva Guerra Fría entre los Estados Unidos y el
mundo multilateral emergente
Cuando el ex presiente Bush declaró su “doctrina de prevención” en el 2002, el senador Edward Kennedy
la nombró “un llamado para el imperialismo estadounidense del
S. XXI que ninguna otra nación puede o debería aceptar”, pero el mundo hasta
ahora ha fracasado en persuadir a los Estados Unidos a cambiar su curso o a
unirse en oposición diplomática a su militarismo e imperialismo. Francia y Alemania brevemente lo hicieron
con Rusia y el Global South para oponerse a la invasión de Irak en el Consejo
de Seguridad de la ONU en el 2003. Pero cuando los gobiernos occidentales
acogieron el encanto superficial de la ofensiva de Obama como cubierta para
reforzar sus lazos tradicionales con los Estados Unidos, China estaba ocupada
expandiendo su desarrollo económico pacífico y su rol como centro económico en
Asia, mientras que Rusia estaba reconstruyendo su economía del caos neoliberal
y pobreza de los años 90. Ninguno de estos países estaba listo para retar
activamente la agresión estadounidense hasta que la OTAN, los Estados Unidos y
los aliados monarquistas árabes lanzaron sus guerras proxys en contra de Libia
y Siria en el 2011. Después de la caída de Libia, Rusia pareciera que decidió
que debería enfrentar el régimen de cambio estadounidense y sus operaciones o
ser víctima del mismo.
Los lazos económicos han cambiado, un mundo multipolar
está emergiendo y el mundo espera en contra de la esperanza de que los
americanos y sus nuevos líderes actúen para reinar en este imperialismo
económico del S. XXI antes de que conlleve a una guerra más catastrófica de
Estados Unidos contra Irán, Rusia o China. Como americanos, debemos esperar que
la fe del mundo en la posibilidad de que podamos traer, democráticamente,
sanidad y paz a la política estadounidense sin que sea mal aplicada. Un buen
lugar para empezar es unirse al llamado del parlamento iraquí a la salida de
las tropas de su país.
Dale
clic aquí para leer la publicación original en commondreams.org
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|