Obama al Congreso: Refrende mi guerra perpetua
Marjorie Cohn
Truthout
18 de mayo de 2015
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar
Obama ha lanzado 2.300 ataques aéreos sobre Irak y Siria desde el 8 de agosto de 2014. En los seis años que lleva en
la Presidencia, ha matado a más personas de las que murieron en el 11/9, usando
drones (aviones no tripulados) y otras formas de asesinato selectivo en
Pakistán, Yemen y Somalia, países con los cuales Estados Unidos no está en
guerra.
(Foto: LaMarr McDaniel / Shutterstock.com)
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La propuesta del Presidente Obama, llamada la Autorización
para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF), busca la aprobación retroactiva del
Congreso para las guerras que ha realizado durante los últimos seis meses.
Incluso si el Congreso no le complace en esto, Obama continuará bombardeando
Irak y Siria, afirmando falsamente que la AUMF 2001 le da esa autoridad.
Cuando el presidente Barack Obama presentó al Congreso su propuesta de Autorización
para el Uso de la Fuerza Militar, declaró: “No creo que les sirva a los
intereses de Estados Unidos una guerra sin fin, ni estar en pie de guerra
perpetuamente.” Sin embargo, la propuesta de Obama pide que el Congreso refrende
su guerra sin fin contra cualquier persona que él quiera, en donde él quiera. Obama ha lanzado 2.300 ataques aéreos
sobre Irak y Siria desde el 8 de agosto de 2014. En los seis años que lleva en
la Presidencia, ha matado a más personas de las que murieron en el 11/9, usando
drones (aviones no tripulados) y otras formas de asesinato selectivo en
Pakistán, Yemen y Somalia, países con los cuales Estados Unidos no está en guerra.
La AUMF propuesta por Obama tiene supuestas limitaciones, pero su vaguedad equivale a un cheque
en blanco para que Estados Unidos use la fuerza militar a perpetuidad.
“Personas o fuerzas asociadas”
La propuesta del presidente autoriza el uso de la fuerza contra el Estado Islámico
(EIIL) y las “personas o fuerzas asociadas con él”. Éstas se definen como
“individuos y organizaciones que luchan para el EIIL, en nombre de EIIL o junto
al EIIL, o cualquier entidad sucesora estrechamente relacionada con él, que esté
en hostilidades contra Estados Unidos o contra sus socios de la coalición.”
Esta condición no contiene ninguna limitación geográfica. Autorizará el uso de la fuerza militar
en cualquier parte del mundo. La Unión Americana de Libertades Civiles dice: “El
Poder Ejecutivo podría interpretar este lenguaje para autorizar la fuerza
contra personas que se encuentren lejos de cualquier campo de batalla, con sólo
una conexión remota con el grupo, potencialmente incluso en Estados Unidos”.
Ninguna “operación ofensiva duradera”
La AUMF de Obama “no autoriza el uso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para operaciones
ofensivas duraderas de combate en tierra”. Esta disposición no contiene ninguna
definición de “duradera”. ¿Significa un mes? ¿Un año? ¿Tres años? ¿O tal vez
seis meses con un descanso, y luego otros seis meses?
Bajo la AUMF de OBAMA, Estados Unidos podría enviar
a miles de tropas y decir que se trata de una operación defensiva.
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Esta disposición está plagada de excepciones. Se eximen a los tres mil efectivos militares
estadounidenses que están actualmente en Irak. También se eximen a las fuerzas
de operaciones especiales, las que recaban inteligencia, las que se involucran
en “ataques cinéticos, o que proporcionan planes de operaciones y otras formas
de asesoramiento y asistencia a las fuerzas de nuestros socios”. Estas
exenciones son tan vagas que pueden aplicarse a casi cualquier soldado
estadounidense.
La propuesta tampoco define el término “ofensivo”. Si Obama o su sucesor califica las operaciones de
defensivas, podría aumentar progresivamente el número de tropas de tierra. ¿Y
si es atacado uno de los soldados que están actualmente en Irak? Bajo la AUMF
de Obama, Estados Unidos podría desplegar a miles de soldados estadounidenses
en una operación defensiva.
Es vigente todavía la AUMF 2001
La disposición que dice que la AUMF de Obama se vencerá en tres años, carece de sentido en vista
de la vigencia actual de la AUMF que el Congreso le dio al presidente George W.
Bush en 2001. Obama afirma que ya tiene la autoridad para librar sus guerras bajo
la AUMF de 2001, la cual autoriza que el presidente use “la fuerza contra tales
naciones, organizaciones o personas que él haya determinado que planearon,
autorizaron, cometieron o ayudaron a los ataques terroristas ocurridos el 11 de
septiembre de 2001, o que albergaron a tales personas o sus organizaciones.”
Incluso si el Congreso autoriza las guerras de Obama contra Irak y Siria, dichas guerras
violan la Carta de la ONU.
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Pero la autorización de la AUMF de 2001 se limita a personas y organizaciones relacionadas con los
ataques del 11-9. De hecho, cuando Bush pidió autorización para “impedir y adelantarse
a futuros actos de terrorismo o agresión contra Estados Unidos”, el Congreso se
negó a dársela. Sin embargo, Obama ha usado la AUMF de 2001 para justificar su actual
guerra de drones y su invasión a Irak y Siria, a pesar de la falta de vínculos con
los ataques del 11-9.
El representante Adam Schiff (D-California) dice que si no se revoque la AUMF de 2001: “Será
inútil poner una fecha de vencimiento en nueva autorización, ya que el próximo
presidente puede continuar valiéndose de la anterior”.
El 13 de febrero de 2015, un grupo de senadores demócratas presentó un proyecto de ley que derogaría
la AUMF 2001 en tres años. Ese proyecto de ley consta que el Congreso, al
aprobar la primera AUMF, “nunca tuvo la intención de autorizar una guerra
perpetua y no la autorizó”.
La oposición bipartidista a la propuesta AUMF de Obama
Algunos demócratas piensan que la propuesta AUMF de Obama es demasiado amplia. La senadora Bárbara
Boxer (D-California) escribió en The Huffington Post que el lenguaje usado para prohibir “las operaciones
ofensivas duraderas de combate en tierra” es “vago, excesivamente amplio y confuso.”
Muchos republicanos piensan que la propuesta de Obama limita su capacidad de enviar tropas
terrestres contra el EIIL. Irónicamente, el Partido Republicano, que constantemente
busca limitar la autoridad de Obama, quiere conceder más poder al presidente
para usar la fuerza militar.
Es probable que, a final de cuentas, el Congreso acuerde la reformulación de AUMF, para darle a Obama una
justificación legislativa para seguir adelante con sus guerras.
La violación de la Carta de la ONU
Incluso si el Congreso autoriza las guerras de Obama contra Irak y Siria, dichas guerras
violan la Carta de la ONU. Esa Carta requiere que todos los Estados resuelvan
sus disputas por medios pacíficos y que abstengan del uso de las fuerzas
armadas, salvo cuando actúen en defensa propia o con la aprobación del Consejo
de Seguridad.
El gobierno sirio no ha consentido en que Obama realice bombardeos en Siria. Aunque el gobierno
iraquí ha aprobado la campaña de bombardeos de Obama, el primer ministro
iraquí, Haider Al-Abadi, es, en palabras del profesor de derecho Francis Boyle,
“el representante de un gobierno títere que Obama instaló y por eso no tiene
ninguna autoridad, bajo el derecho internacional, para consentir en que Estados
Unidos realice operaciones militares en Irak”. Boyle agregó: “Es como en
Vietnam cuando teníamos nuestros títeres ahí y éstos nos pedían que lleváramos
a cabo operaciones militares ahí”.
De hecho, el EIIL es un producto directo de la invasión estadounidense y su
instauración del otrora primer ministro Nuri al-Maliki, un musulmán chiíta que
mató, despareció y torturó a musulmanes sunitas después de que la mayoría de
las tropas estadounidenses salió de Irak. Muchos sunitas en Irak consideran que
el EIIL es preferible a las bombas estadounidenses.
Continuar con la diplomacia, no con la guerra permanente
Los ataques de drones bajo Obama han matado a un gran número de civiles; sólo el dos por ciento de los muertos han
sido líderes de alto de nivel de Al Qaeda o del Talibán. Los ataques también han
suscitado un mayor resentimiento contra Estados Unidos. Cuando las personas ven que sus seres
queridos caen víctimas de bombas estadounidenses, son presas más fáciles del
reclutamiento por los grupos extremistas que quieren hacernos daño.
Asimismo, "bombardear a los diferentes grupos que viven en las mismas zonas que el
EIIL le ha ayudado al EIIL a forjar unidad con los grupos más moderados, más
razonables, los cuales, si no fuera por eso, podrían haber sido persuadidos a
reintegrarse al proceso político", de acuerdo a Raed Jarrar de los
American Friends Service Committee. Sarah Lazare informa que en
diciembre de 2014, una bomba de las fuerzas de la coalición con Estados Unidos dio en una cárcel operada por el EIIL en
al-Bab, Siria, y mató a al menos 50 civiles.
Tenemos que dejar de usar la fuerza militar como la solución para todo - de hecho, no soluciona nada.
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Tenemos que dejar de usar la fuerza militar como la
solución para todo - de hecho, no soluciona nada. Tenemos que centrarnos en la
diplomacia, lo que incluye, como Phyllis Bennis recomienda,
presionar a nuestros aliados como Turquía, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos
Árabes Unidos, a dejar de permitir que el EIIL cruce sus fronteras y dejar de
financiar y suministrar armas a todos los grupos que dicen oponerse al
presidente Bashar al-Assad de Siria.
Existen grupos que buscan soluciones no violentas en Siria, como observa el
escritor y poeta nacido en Bagdad Mohja Kahf. Deberíamos apoyar a la Organización
para la Libertad de la Mujer y la Federación
de Consejos de Trabajadores y Sindicatos en Irak.
También tenemos que presionar por la derogación de la AUMF 2001 e impedir que se apruebe una nueva
AUMF.
No podemos confiar en que el Congreso o el presidente pongan fin al camino del militarismo
desenfrenado de Estados Unidos. Depende de nosotros hacer que nuestra voz se
escuche. La oposición masiva en Estados Unidos a los ataques aéreos contra el
régimen de Assad que Obama propuso en 2013, fue el elemento clave que previno
esos ataques. El Congreso y la Casa Blanca sí responden a la presión popular.
Deberíamos llamar, escribir, demostrar, enviar correos electrónicos, escribir
cartas a los directores de periódicos y también artículos de opinión, y expresar
nuestra desaprobación de la guerra perpetua de Obama.
Marjorie Cohn es una profesora de la Facultad de Derecho Thomas Jefferson, ex-presidenta
del Gremio Nacional de Abogados y secretaria general adjunta de la
International Association of Democratic Lawyers. Su libro más reciente es Drones and Targeted Killing: Legal, Moral,
and Geopolitical Issues (Drones y asesinatos selectivos:
Temas jurídicas, morales y geopolíticos; solo en inglés).
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