El reino de la hipocresía
No abandonéis la lucha
William Blum Counterpunch 13 de junio de 2010
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El ambiente internacional es tan desalentador que lo único que se puede hacer
es fantasear. Imagino a Turquía, como miembro de la OTAN, exigiendo que la
alianza salga en su defensa después de ser atacada por Israel. Según el Artículo
5 de la carta de la OTAN un ataque armado contra un miembro es considerado como
un ataque armado contra todos los miembros. Es la razón ostensible por la cual
la OTAN combate en Afganistán –un ataque contra EE.UU. el 11 de septiembre de
2001 es considerado como un ataque contra todos los miembros de la OTAN
(haciendo caso omiso del hecho embarazoso de que Afganistán es un país que no
tuvo nada que ver con el ataque). El ataque israelí contra un barco de bandera
turca, operado por una organización humanitaria turca, matando a nueve
ciudadanos turcos e hiriendo a muchos más ciertamente puede constituir un ataque
contra un miembro de la OTAN.
Por lo tanto, después de que EE.UU., el Reino Unido, Alemania, Francia y
otros destacados miembros de la OTAN ofrecen sus ridículas excusas incongruentes
de por qué no pueden… vaya… este… invocar el Artículo 5, y los medios
internacionales se lo tragan todo sin sufrir indigestión alguna, Turquía exige
que por lo menos Israel pierda su asociación formal con la OTAN como miembro del
Diálogo Mediterráneo. También esto es descartado con desdén por las eminentes
potencias mundiales de la OTAN sobre la base de que constituiría una victoria
para el terrorismo. Y para el antisemitismo, por supuesto.
Entonces Turquía se retira de la OTAN. Azerbaiyán y otros cinco miembros
centroasiáticos de la Cooperación por la Paz de la OTAN con circunscripciones
turcas hacen lo mismo. La OTAN entra en crisis. Los países miembros restantes
comienzan a cuestionar las políticas de la organización como nunca antes… cómo:
dígannos por favor por qué nuestros jóvenes están matando y muriendo en
Afganistán, y por qué los enviamos a Kosovo y a Iraq y a otros sitios que los
estadounidenses consideran esenciales para su seguridad nacional
interminablemente amenazada.
Cuando el vicepresidente Biden dice al eminente pseudo-intelectual
conservador vestido de liberal Charlie Rose en la televisión que “Hemos puesto
toda la presión y toda la zalamería posibles sobre Israel para que permita que
[Gaza] reciba materiales de construcción”[1] Rose, por una vez, está a la altura
de las circunstancias, actúa como un verdadero periodista, y pregunta a Biden:
“¿Habéis amenazado a Israel con la suspensión de toda la ayuda militar y
económica?... Habéis colocado los nombres de responsables israelíes en vuestra
lista de extranjeros que no pueden entrar a EE.UU. y cuyas cuentas bancarias en
EE.UU. han sido congeladas, como habéis hecho con numerosos funcionarios
extranjeros que no eran partidarios del imperio?... Ya que Israel ha cometido
crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad, y ya que se trata de
crímenes que tienen jurisdicción internacional, ciertos representantes políticos
y militares pueden ser nombrados en procesos en juicios realizados en cualquier
país del mundo. ¿Instruiréis al Fiscal General [Ministro de Justicia] para que
proceda a una acusación semejante? O si algún otro país que es miembro de la
Corte Penal Internacional llama a la CPI a procesar a esos individuos, ¿tratará
EE.UU. de bloquear la acción?... ¿Por qué no ha entregado el propio EE.UU.
materiales de construcción a Gaza?”
Cuando Israel justifica sus asesinatos con el argumento de la “autodefensa”,
los comediantes nocturnos de la televisión Jay Leno y David Letterman lo
consideran muy divertido, señalando que las nuevas memorias publicadas por el
Primer Ministro de China de los días de la violenta represión de la Plaza
Tiananmen en 1989 defienden la acción militar diciendo que los soldados actuaron
en “defensa propia” cuando dispararon contra los activistas por la democracia.
[2]
Cuando Israel califica de “terroristas” a los pasajeros del barco que
presentaron alguna resistencia a los invasores israelíes, el New York
Times señala que los pasajeros que resistieron a los secuestradores del 11-S
en el avión que se estrelló en Pensilvania son llamados “héroes”. (Como una
acotación al margen, vale la pena mencionar que EE.UU. utiliza el 11-S como
Israel usa el Holocausto –como excusa y justificación para toda clase de
conductas internacionales ilegales y violentas.)
Mientras tanto, el Washington Post recuerda a sus lectores que en 2009
Israel atacó un barco en aguas internacionales que llevaba ayuda médica a Gaza
con la ex congresista Cynthia McKinney a bordo; y que en 1967 Israel atacó a una
nave estadounidense, el USS Liberty, matando a 34 personas e hiriendo a otras
173, y que el presidente Johnson hizo exactamente lo que el presidente Obama
está haciendo ahora y habría hecho entonces –nada-.
Y finalmente, la secretaria de Estado Clinton declara que ha tenido una
revelación. Se da cuenta de que lo que dijo recientemente sobre Corea del Norte
cuando fue acusada de haber torpedeado a un barco de guerra sudcoreano también
se aplica a Israel. La señora Clinton había exigido que Pyongyang “detenga su
conducta provocativa, termine con su política de amenazas de beligerancia hacia
sus vecinos, tome pasos irreversibles para cumplir con sus compromisos de
desnuclearización y cumpla con el derecho internacional”. [3]. Agrega que la
culpa norcoreana no es de ninguna manera convincente, mientras que Israel no
niega de ninguna manera su ataque contra el barco; además, no se sabe con
seguridad si Corea del Norte posee realmente armas nucleares, mientras que no
cabe duda sobre el gran arsenal de Israel.
De modo que así es la cosa. La hipocresía reina. A pesar de todo mi fantaseo.
¿La hipocresía es una falla moral o un fracaso del intelecto? Cuando el
presidente Obama dice, como ha hecho a menudo: “Nadie está por encima de la ley”
y a renglón seguido deja en claro que su Gobierno no tratará de procesar a Bush
o Cheney por ningún crimen, ¿piensa que nadie se dará cuenta de la
contradicción, de la hipocresía? Es un desdén insensible por la opinión pública
y / o una estupidez digna de su predecesor.
Y cuando declara: “el futuro no pertenece a los que reúnen ejércitos en un
campo de batalla o entierran misiles en la tierra” [4], ¿se le ocurre que de
alguna manera está prediciendo una perspectiva poco prometedora para EE.UU.? ¿O
que su política consciente, deliberada, es aumentar el tamaño del ejército de
EE.UU. y su arsenal de misiles?
Compañeros, ¿pueden la hipocresía y las mentiras alcanzar tal magnitud que
suficientes fieles creyentes en EE.UU. lleguen a cuestionar la fe que abrigan,
de modo que su cantidad llegue a una masa crítica y estalle? Bueno, ya ha
sucedido con innumerables estadounidenses, pero es una tarea ingente mantenerse
a la par con lo que producen los medios de masas y las fábricas de educación.
Cumplen su tarea espantosamente bien. Es una lástima. Pero no abandonéis la
lucha. ¿Qué mejor manera existe de vivir esta vida? Y recordad: que el mundo
esté totalmente controlado por dementes mentirosos, hipócritas y asesinos
masivos, no significa que no podamos pasarlo bien.
Notas.
1. Charlie Rose Live, programa del 2 de junio de 2010
2. Associated Press, 4 de junio de 2010
3. Conferencia de prensa del departamento de Estado, 24 de mayo de 2010
4. Conferencia en Moscú, 7 de julio de 2009, texto publicado por la Casa
Blanca
William Blum es autor de “Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions
Since World War II,” “Rogue State: a guide to the World's Only Super Power,” y
de “West-Bloc Dissident: a Cold War Political Memoir.” Para contactos: BBlum6@aol.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/blum06112010.html
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