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El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

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El gran tabú estadounidense

De lo que (no) hablamos cuando hablamos de crímenes de guerra

William Blum
CounterPunch
9 de septiembre de 2013

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

“Cuando se firma una aprobación de seguridad y se hace un juramento hay que respetarlo. No es opcional”.
(Steven Bussi, de la neoconservadora Fundación Heritage, sobre Chelsea Manning [conocida anteriormente como Bradley])

¿Es verdad? ¿No importa qué se le pida que haga a un individuo con aprobación de seguridad? ¿No importa lo que vea y sepa, tiene que ignorar su conciencia y obedecer órdenes? Pero Steven, amigo mío, debes saber que después de la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes utilizaron, por cierto, como excusa que “obedecieron órdenes”. Los victoriosos aliados ejecutaron, por cierto, a muchos de ellos.

Sus sentencias de muerte fueron determinadas por el Tribunal Militar Internacional en Núremberg, Alemania, que declaró que “los individuos tienen deberes internacionales que trascienden las obligaciones nacionales de obediencia. Por ello los ciudadanos individuales tienen el deber de violar las leyes interiores para impedir que ocurran crímenes contra la paz y la humanidad.

Además, el Principio IV de Núremberg señala: “El hecho de que una persona actúe bajo las órdenes de su Gobierno o de un superior no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma”.

Manning, y también Edward Snowden, tenían alternativas morales, y las escogieron.

Hay que señalar que Barack Obama se ha negado a enjuiciar a aquellos que bajo el gobierno de Bush estuvieron específicamente involucrados en la tortura –declara– porque estaban obedeciendo órdenes. ¿Nunca ha oído hablar ese hombre “educado” del Tribunal de Núremberg? ¿Por qué no se siente embarazado al repetir una y otra vez ese argumento?

Imagino que en los últimos tres años que Manning ha tenido que vivir incomunicado, torturado y humillado, aumentando considerablemente sus dificultades personales existentes, el pensamiento de suicidio ha surcado su mente en numerosas ocasiones. Ciertamente me habría pasado a mí si hubiera estado en su posición. En los futuros miles y miles de días y largas noches de encarcelamiento esos pensamientos pueden acompañar frecuentemente a Manning. Si los pensamientos se convierten en deseo, y el deseo se hace insoportable, espero que esa valerosa joven mujer encuentre un camino para realizarlo. Toda persona tiene ese derecho, incluso los héroes.

EE.UU. y sus perros falderos europeos pueden haber ido demasiado lejos para su propio bien en sus intentos de controlar toda comunicación disidente – exigiendo información total de compañías involucradas en mensajería encriptada, llevado al cierre de varias de esas firmas, obligando al avión del presidente boliviano a aterrizar, destruyendo los ordenadores de un importante periódico, deteniendo al compañero de un periodista informante durante nueve horas en un aeropuerto, apoderándose de los registros telefónicos de periodistas de Associated Press, amenazando con enviar a la cárcel a un periodista del New York Times a la cárcel si no revelaba la fuente de una filtración, mintiendo desvergonzadamente a altos niveles, ocultando micrófonos en la Unión Europea y las Naciones Unidas, realizando vigilancia sin límites conocidos… ¿Dónde terminará? ¿Será contraproducente en algún momento y permitirá que EE.UU. vuelva a su nivel normal de Estado policial? El 24 de julio, una ley que hiciera limitado el poder de la NSA fue solo derrotada por solo 217 contra 205 votos en la Cámara de Representantes.

¿Y durante cuánto tiempo seguirá manchando su imagen Amnistía Internacional al negarse a declarar lo que es obvio? Que Chelsea Manning es una Prisionera de Conciencia. Si se va al sitio en la Web de Amnistía y se busca “prisioneros de conciencia”, se encontrarán destacados muchos nombres, incluyendo varios cubanos. ¿Puede haber alguna conexión entre la omisión de Manning con el hecho de que la directora ejecutiva de Amnistía Internacional EE.UU., Suzanne Nossel, llegó a su posición proveniente del Departamento de Estado de EE.UU., donde sirvió como Vice Secretaria Adjunta para Organizaciones Internacionales?

Una llamada telefónica a la oficina de Amnistía en Nueva York no consiguió suministrarme alguna explicación para la omisión de Manning. Sugiero que los lectores traten de lograrla de AI en sus países.

Mientras tanto, en la otra destacada organización internacional de derechos humanos, Human Rights Watch, Tom Malinowski, director de la oficina en Washington de HRW, ha sido nombrado por Obama como Secretario Adjunto de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Laborales. ¿Es realmente demasiado esperar que un alto funcionario de una organización de derechos humanos no vaya a trabajar para un gobierno que ha sido el principal violados de derechos humanos del mundo durante más de medio siglo? Y si ese nombramiento le parece demasiado repelente, basta con que considere la tortura, el peor ejemplo de inhumanidad humana. ¿Qué gobierno ha estado más íntimamente involucrado con ese horror que EE.UU.? Enseñándolo, suministrando manuales, suministrando equipamientos, creando centros de torturas en gran parte del mundo, secuestrando personas para llevarlos a esos sitios (“entregas”), incomunicación, alimentación forzada, Guantánamo, Abu Ghraib, Bagram, Chile, Brasil, Argentina, Chicago…

¡Dios nos perdone!

William Blum es autor de Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Rogue State: a guide to the World’s Only Super Power. Su último libro es:America’s Deadliest Export: Democracy. Contacto: BBlum6@aol.com

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/09/06/what-we-dont-talk-about-when-we-talk-about-war-crimes/


 

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