El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que
viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también
la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense.
Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar
los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática
encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.
Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar
Acción en la autopista LA 101 26/09/17 en apoyo a las
protestas en noviembre de 2017, que en ese momento intentaron lanzar derrames
sostenidos y crecientes para expulsar del poder al régimen de Trump / Pence. Crédito: NoBSMedia.
Doce miembros de Rechazar el Fascismo enfrentan cargos criminales y hasta
siete años de prisión por protestas políticas no violentas. Sus casos que aún no
han llegado a juicio revelan un patrón continuado y coordinado oficialmente de
vigilancia, singularización, y persecución políticas contra Rechazar el
Fascismo. La demanda política de poner alto a la persecución y retirar los
cargos contra los activistas de Rechazar el Fascismo es una parte integral de la
lucha de poner alto al peligro que el régimen de Trump y Pence plantea para la
humanidad.
Próximas comparecencias importantes:
Para 11 de estos individuos, los cargos se derivan de dos acciones separadas de
desobediencia civil no violenta que bloquearon el tráfico en la autopista 101 en
Los Ángeles, y del discurso no violento durante la aparición de Steve Mnuchin en
UCLA. Para la otra persona, Maya, los cargos se derivan de
un arresto que tuvo lugar después de que ella terminó una protesta silenciosa no
violenta que duró solo 11 minutos, para 11 millones de inmigrantes
indocumentados, en la Universidad de Chicago.
10 de enero: Todos los acusados en el
caso de la UCLA tienen que comparecer en el juzgado. La defensa espera que la
fiscalía le entregue descubrimiento de pruebas (denuncias policiales,
informantes, etc.).
15 de enero: Michelle Xai y Perry
Hoberman tienen que comparecer en torno a los casos de la carretera. Se espera
que el fiscal municipal angelino retire formalmente los cargos de conspiración
en contra de los dos. Aún enfrentan otras acusaciones.
22 de enero: Maya tiene que comparecer en
la Corte Criminal del Condado de Cook, 2650 Avenida S. California(esquina con
la calle 26 Oeste), Chicago, Illinois, Salón 207, a las 9:30
a.m.
Unas semanas antes de que el régimen de Trump y Pence tomara posesión del
cargo en 2017, RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) lanzó un movimiento
nacional con la declaración: En nombre de la humanidad, ¡nos NEGAMOS a
aceptar a un Estados Unidos fascista! Rechazar el Fascismo continúa
destacándose por reconocer que: “‘Hacer que Estados Unidos vuelva a tener
grandeza’ de Trump es un programa fascista del siglo 21 del Destino Manifiesto,
del ‘Estados Unidos Ante Todo’, arropado en la bandera estadounidense y una
interpretación textual de la Biblia de Mike Pence, con un programa de supremacía
blanca, misoginia y xenofobia”.
Durante más de dos años, RefuseFascism.org (RF) ha trabajado incansablemente
para movilizar a los millones de personas en este país que odian y temen lo que
hace este régimen para que rompieran con la política-de-siempre — organizando a
personas y organizaciones de una variedad diversa de puntos de vista políticos
con la demanda única y unificadora: Esta pesadilla tiene que terminar: ¡El
régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! Lograr este objetivo, que es
preciso para impedir la mayor y plena consolidación de una forma fascista de
gobierno, también requiere romper con la protesta-de-siempre — organizando un
movimiento para lanzar protestas no violentas sostenidas en todo el país, un
movimiento que comience con muchos miles y crezca día tras día para pronto
incorporar a cientos de miles y al último, millones de personas que no se
detengan, creando una situación política en que se cumpla la exigencia de que el
régimen de Trump y Pence sea sacado del poder.
Con este fin, los letreros icónicos del “¡NO!” de RF
han sido ubicuos en las protestas y otras partes. Al reconocer que el problema
es el régimen en conjunto —tanto Pence como Trump— y que no se limita a una sola
política o ultraje en particular, sino el programa y la dirección fascistas en
conjunto, activistas con RF han puesto todo en juego repetidamente para
enfrentar políticamente a representantes del régimen y para retar a otros a
incorporarse en la lucha para expulsar al régimen. El análisis y las acciones
valientes de miembros de RF — que incluyen protestas a nivel nacional en más de
20 ciudades en noviembre de 2017, que intentaron lanzar una agitación sostenida
y creciente para sacar del poder al régimen, han retado, inspirado, y
fortalecido a la resistencia popular contra este régimen en muchas partes de
Estados Unidos y el mundo.
4 de noviembre de 2017 New York City
Debido a esto, los fascistas de toda índole han acosado a RF. En la primera
etapa, por ejemplo, los fascistas sistemáticamente buscaron y publicaron los
detalles personales de miles de personas que firmaron el Llamamiento a la Acción
inicial de RF publicado como un anuncio de New York Times y Washington
Post, poniéndolas en peligro del hostigamiento fascista. Más adelante,
medios fascistas de peso (Alex Jones y muchos otros) promovieron mentiras
peligrosas durante semanas sobre el llamamiento de Rechazar el Fascismo a
manifestaciones el 4 de noviembre de 2017, suscitando un sinfín de amenazas y la
presencia de cientos de fascistas armados en esas protestas de RF con el fin de
amenazar e intimidar a los manifestantes.
RefuseFascism.org también ha sido el blanco de una fuerte represión
política de parte del estado.
Actualmente 12 miembros de Rechazar Fascismo, algunos de los cuales también
son miembros del Club Revolución, enfrentan cargos criminales y hasta siete años
de prisión por participar en protestas políticas no violentas.
21 de noviembre de 2017: la carretera 101 en Los
Ángeles
Para 11 de esos individuos, los cargos surgen de dos acciones de
desobediencia civil no violentas que bloquearon el tráfico en la carretera 101
en Los Ángeles, y de expresión no violenta durante un discurso de Steve Mnuchin
en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Millones de personas han
visto los videos virales de esas diferentes protestas (de las protestas en la
carretera angelina aquí y aquí; la protesta contra Mnuchin aquí, aquí, y aquí). Durante meses —en algunos casos,
durante casi un año completo— ni siquiera acusaron a esos activistas de
ningún crimen. De repente, en un período corto de unas pocas semanas y justo
antes de que se venciera el tiempo para acusarlos, el fiscal angelino acusó a
activistas en estas diferentes protestas —que ocurrieron en fechas que
distaron meses unas a otras— de cargos criminales graves. Acusaron a
importantes líderes de acciones en las que no los habían arrestado o ¡en las
que ni siquiera participaron!
Además, se ha revelado que el Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA)
mandó a un informante policial a trabajar con RF para grabar a activistas de
manera subrepticia e ilegal. Policías de UCLA vigilaron y grabaron
sistemáticamente a miembros del Club Revolución durante semanas antes de los
arrestos brutales de sus miembros el 26 de febrero de 2018.
Las acusaciones contra la otra persona, Maya, surgen de un arresto que
ocurrió después de que ella había concluido una protesta no violenta
silenciosa que duró sólo 11 minutes —para los 11 millones de inmigrantes
indocumentados— en la Universidad de Chicago. La policía de Chicago maltrató y
arrestó a esta activista mientras salía del campus y ¡ahora ella enfrenta
hasta siete años de prisión!
Maya (con la camiseta “¡NO!”) enfrenta siete años de
prisión por participar en esta protesta silenciosa en solidaridad con los 11
millones de inmigrantes bajo ataque por el régimen de Trump y
Pence.
Los arrestos y la persecución legal de estos 12 luchadores sociales
son injustos e ilegítimos. Ante un régimen fascista al mando, que anda
triturando los derechos civiles y legales supuestamente protegidos, un régimen
que gobierna cada vez más por medio del terror y la violencia abiertos,
pues estas protestas eran necesarias, y eran justas. Eran formas con
sentido de desobediencia civil no violenta, que son, en un terreno político y
judicial cambiante, formas de expresión ¡supuestamente protegida!
Como escribió la activista estadounidense-salvadoreña proinmigrante de larga
trayectoria Isabel Cárdenas: “Si más alemanes y judíos en la Alemania Nazi
hubieran hecho lo que estos acusados han hecho (y están haciendo), se podría
haber salvado millones de vidas. Este país necesita a personas como esas que han
sido acusadas de crímenes, para que los que no tienen voz puedan contar con
alguien que tenga el valor de defenderlos. Ellas están esforzándose para
salvarnos a todos de la PESADILLA DE TRUMP Y PENCE para que nosotros —miles de
millones de nosotros en el planeta Tierra, que incluyen millones de inmigrantes
que contribuyeron a construir este país— podamos dejar de sufrir la locura que
reina en la Casa Blanca”.
La persecución política de estos luchadores sociales implica una escalada de
la criminalización de la protesta política y un salto en la represión oficial,
que es un elemento clave del mismo fascismo contra el cual están luchando estos
activistas.
Instamos a todos que valoren el derecho de criticar al gobierno y de
movilizar la protesta política para terminar con la pesadilla del régimen de
Trump y Pence, que se reúnan para exigir: ¡ALTO A LA PERSECUCIÓN POLÍTICA!
¡RETIREN LOS CARGOS CONTRA LOS ACTIVISTAS DE RECHAZAR EL FASCISMO!
Además, instamos a todos a asumir el reto y el ejemplo de estos activistas
valientes y que se sumen al movimiento para expulsar el régimen fascista de
Trump y Pence.
Siga el caso de Maya y los próximos sucesos y sepa
cómo ayudar a liberar a Maya, en Facebook
Cuatro hechos notables sobre las protestas en la carretera:
[1] Las autoridades de Los Ángeles esperaron casi un año antes de
presentar cargos. Cuando arrestaron a ocho activistas durante dos acciones
distintas de desobediencia civil en la carretera 101 en septiembre y noviembre
de 2017, el fiscal de la ciudad de Los Ángeles se negó a presentar cargos. Once
meses después, justo antes de que se venciera el tiempo para acusarlos, el
fiscal acusó a estos activistas de obstruir la libre circulación, no dispersarse
y no acatar a la policía. Si son declarados culpables, enfrentan hasta tres años
de cárcel y multas de $2.000.
[2] La ciudad también acusó a dos líderes de RF de
“conspiración”, y luego indicó que pretendía abandonar este cargo para ocultar
la magnitud de su espionaje político. A finales de julio / principios de
agosto de 2018, el fiscal de Los Ángeles escogió a dos líderes de Rechazar el
Fascismo-Los Ángeles —el profesor de la Universidad del Sur de California, Perry
Hoberman, y Michelle Xai, líder de Rechazar el Fascismo-LA— para cargos de
conspiración. ¡Michelle Xai ni siquiera había estado en la carretera ni
arrestada en ninguna de las acciones! También acusaron a Michelle de dos
cargos de obstrucción de libre circulación. Es revelador que en diciembre de
2018, el fiscal de Los Ángeles indicó que pretendían retirar estos cargos de
conspiración para evitar cumplir con la orden de un juez de revelar la identidad
de su “informante confidencial” y entregar las grabaciones de audio que hizo el
informante.
[3] El DPLA espió secretamente a Rechazar el Fascismo, y un informante
grabó ilegalmente a activistas. En un acto de represión del estado por
motivos políticos, la “División de Grandes Crímenes y Antiterrorismo” del DPLA
mandó a un informante confidencial a trabajar con Rechazar el Fascismo para que
grabara subrepticia e ilegalmente conversaciones y reuniones privadas
al menos en cuatro ocasiones. En California, ¡es ilegal grabar a alguien sin
su consentimiento!
[4] Incluso la oficina del fiscal del distrito admite que este caso tiene
que ver con la Primera Enmienda. El detective que escribió el informe
policial admitió haber consultado con el fiscal de distrito sobre una solicitud
para presentar cargos de delitos graves de conspiración (en vez de los de
delitos menores que los acusados enfrentan actualmente). El fiscal del distrito
dijo que cargos de delitos graves serían “contrarios al espíritu de la ley en lo
que se refiere a las libertades de la Primera Enmienda”. Entonces, ¿por qué
son menos “contrarios” a sus derechos bajo la Primera Enmienda los cargos de
delitos menores?
Seis hechos notables sobre los arrestos en la Universidad de Los
Ángeles:
[1] El Departamento de Policía de la Universidad de California (DPUC) en
la UCLA persiguió en específico a los activistas de Rechazar el Fascismo y del
Club Revolución. El 26 de febrero de 2018, cuando el secretario del Tesoro
Steve Mnuchin habló en la UCLA, muchas personas protestaron, abuchearon y
silbaron. Cuando tres mujeres de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución
alzaron la voz como parte de estas protestas, la policía de la UCLA las arrastró
brutalmente del salón y las arrestó. (El video de esto se hizo viral aquí, aquí, y aquí). Arrestaron a otros dos de Rechazar el
Fascismo y el Club Revolución fuera del salón por hacer agitación y denunciar
los arrestos que tuvieron lugar dentro del salón. A los cinco detenidos les
dijeron que estaban prohibidos entrar en la universidad, incluidos un estudiante
y una ex estudiante de la UCLA, pero nunca puso por escrito esta “prohibición” y
no había ninguna manera de impugnarla.
[2] DPUC arrestó arbitrariamente a una estudiante de la UCLA por
segunda vez por violar la prohibición
ilegítima. Tala Deloria, la primera arrestada durante
la protesta contra Mnuchin, violó públicamente la prohibición ilegítima
cuando retó a Mnuchin a debatir, lo que luego
publicó en línea. Ella y otros de los detenidos y “prohibidos” también
participaron en los 11 minutos de silencio en la universidad por los 11 millones
de inmigrantes indocumentados. No arrestaron a nadie en las dos acciones. Luego,
unos días después, en un evento público en la universidad, la policía de UCLA
arrestó a Tala y a otro activista, esta vez por violar la “prohibición”.
[3] Tala Deloria y otra activista, ex estudiante de la UCLA
también arrestada durante la protesta contra Mnuchin, se enteraron siete
meses después de que enfrentaban un cargo
adicional por su participación en los 11 minutos de
silencio por los 11 millones de inmigrantes indocumentados, aunque no las
habían arrestado en esta segunda protesta.
[4] En menos de un mes, arrestaron o acusaron a estos cinco
activistas por participar en cuatro protestas no violentas y por hacer fila en
un evento. Enfrentan un total de 13 cargos que incluyen:
perturbar la paz, entrada ilegal, resistir el arresto y romper la “prohibición”
de entrar en el campus. Tala por sí sola enfrenta cinco cargos y, de ser
declarada culpable, podría recibir casi tres años de cárcel y multas de
$3.400.
[5] La policía de la UCLA ha sometido a los miembros de Rechazar
el Fascismo y el Club Revolución a una vigilancia de video masiva y altamente
intrusiva que incluye videos de haber participado en
actividades políticas legales y no violentas como hablar y organizar a los
estudiantes y subir y bajar de coches, además de informes escritos. Los informes
policiales revelan que la policía seguía a estos activistas cuando entraron y
salieron de la universidad y anotaba las descripciones y las placas de los autos
en que subieron.
[6] Al otro lado de Estados Unidos, en Washington, DC, otros dos
miembros de Rechazar el Fascismo fueron arrestadas por leer en voz alta el reto
a debatir de Tala Deloria frente al edificio de la oficina de
Mnuchin. Detuvieron a estas activistas por más de 24 horas. El
Departamento de Seguridad Nacional envió agentes al otro lado del país para
interrogar a los padres de las activistas sobre las opiniones políticas de sus
hijas y su participación en RF. Ninguna de las mujeres era una menor y no había
ninguna razón legítima para que las autoridades contactaran a sus padres, y
mucho menos visitaran sus hogares.
Tres hechos notables sobre el arresto de Maya (Diya Cruz)
en la Universidad de Chicago:
[1] El motivo del arresto fue una protesta silenciosa y no
violenta de 11 minutos. El 1º de marzo de 2018, Maya (Diya
Cruz) y otros tres miembros del Club Revolución entraron al centro de
estudiantes de la Universidad de Chicago, sostuvieron hojas de papel que
anunciaba los 11 minutos de silencio para los 11 millones de inmigrantes
indocumentados, y permanecieron en silencio por 11 minutos. Muchos otros en el
salón comedor se unieron a la protesta.
[2] La policía atacó y maltrató a Maya, y luego acusó a ella
de agresión. Maya enfrenta siete años de prisión. Después
de los 11 minutos, el Club Revolución agradeció a todos los que participaron y
se dirigió hacia la salida. La policía los detuvo, les impidió irse, exigieron
identificación y luego dijeron que podían irse. Entonces, de la nada, la policía
atacó a Maya, la agarró bruscamente, la arrestó, la arrastró escaleras abajo y
fuera del edificio. La han acusado de dos delitos graves de agresión que pueden
resultar en siete años en prisión — por esta protesta silenciosa. También
prohibieron a ella de entrar en el campus de la Universidad de Chicago.
[3] El procesamiento judicial contra Maya no ha sido
“rutinario”. En lo que debería haber sido una audiencia
de fianza de rutina, el fiscal llegó con un extenso, distorsionado y
absolutamente irrelevante expediente político sobre Maya, presentándola como
peligrosa e indigna de la fianza por sus supuestos puntos de vista políticos,
asociaciones y el hecho de que la policía ha intentado previamente reprimirla
cuando ella hacía la libre expresión legal. En una audiencia, el juez lo hizo
una condición de la fianza que Maya no levantara el puño en su sala. Al salir de
la sala, los partidarios de Maya levantaron sus puños, y el juez los amenazó con
la cárcel por “desacato al tribunal”. En otra audiencia, la fiscalía casi
consiguió que se le revocara la fianza a Maya porque la policía había hostigado
y arrestado en masa al Club Revolución, esta vez en el Desfile del Pueblo
Puertorriqueño, de nuevo arrestando fraudulentamente a Maya.
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