A un año de Charlottesville: No nos encontramos donde deberíamos estar
15 de agosto de 2018 | Periódico Revolución> | revcom.us
Coco Das | Reimpreso de Daily Kos
El mitin de terror “Unir a la Derecha” de hace un año en Charlottesville debía
haber sido el final del régimen de Trump y Pence. Nazis marchando por las
calles coreando “Heil Trump”, escarnio genocida, violencia salvaje por las turbas
supremacistas blancas, el asesinato de Heather Heyer... seguido por Trump
culpando arrogantemente a ambos lados y describiendo a los fascistas portadores
de antorchas “gente muy buena”, debía haber sido suficiente para condenar esto
régimen al basurero de la historia. Lo que sucedió en Charlottesville era
repugnante e intolerable, y tenía todo que ver con los supremacistas blancos en
la Casa Blanca. Charlottesville puso de manifiesto claramente el alineamiento y
la relación en que se refuerzan mutuamente el régimen en el poder y las
violentas fuerzas vigilantes callejeras, los dos defendiendo la supremacía
blanca como parte de la ideología cohesionadora de este vil fascismo estadounidense.
Ya, un año después, SE ATREVEN a reunirse de nuevo, esta vez frente a la Casa Blanca después de que les negaron un permiso
en Charlottesville. Imagínense la crueldad de la sensación de que tienen el
derecho a exigir que regresen al lugar donde una pandilla de supremacistas
blancos asesinó a una mujer y persiguieron y golpearon a un hombre negro y
amenazaron y aterrorizaron a muchos más — alegando que los supremacistas
blancos son las verdaderas víctimas, poniendo las cosas patas arriba de manera
verdaderamente fascista. Lo llaman un mitin de derechos civiles para blancos,
pero deberíamos llamarlo lo que realmente es: una audaz vuelta de la victoria y
una oportunidad de honrar a su presidente que los ha respaldado y les ha
entregado tanto.
El año pasado, a muchos de nosotros nos dio asco ver lo que pasó en Charlottesville y
tomamos acción; marchamos, celebramos vigilias con velas, y contraprotestábamos
cada vez que estos grupos convocarían otro mitin. Las personas que se opusieron
a estas flagrantes manifestaciones de fuerza hicieron mucho para negar a estos
supremacistas blancos la legitimidad que querían. Pero no logramos hacer lo
necesario. No expulsamos al régimen que envalentonó la reafirmación del terror
de la supremacía blanca. No detuvimos al régimen que está moldeando rápidamente
la sociedad estadounidense para que sea segura para los fascistas y totalmente
fatal para todos los que pretenden subyugar y eliminar.
¿Qué siguió a Charlottesville? Las políticas de “Tolerancia Cero” en contra de los
inmigrantes que constituyen limpieza étnica. El silenciar a los jugadores de la
NFL que se hincan una rodilla en señal de protesta. Casi 5000 muertes
prevenibles en Puerto Rico a raíz del huracán María. Una epidemia de pedir que
la policía acosar a personas negras por simplemente existir en sitios tan
variados como cafeterías, calles públicas, y salas comunes de residencias
universitarias. La prohibición musulmana confirmada por el Tribunal Supremo. Y
más racistas crímenes de odio contra personas de color.
Un año después del horror en Charlottesville, esto NO es donde deberíamos estar. A los
golpeadores fascistas no se les debe permitir volver a aparecer en multitud, en
ninguna parte, y tampoco se le debe permitir que este régimen fascista —con su
cruel programa de supremacía blanca cristiana masculina estadounidense—
continúe funcionando. No deberían tener la libertad de crear el mundo que
desean, un mundo insoportable para la mayoría de la humanidad. Tenemos que
unirnos por el mundo que queremos con la misma pasión, y tenemos que ganar.
El primer aniversario de Charlottesville debía ser un día de luto, no un día de
hacer todo esto otra vez. Este fin de semana en Washington, DC, tenemos que
detener a estos golpeadores fascistas callejeros, y mientras lo hacemos, si
realmente queremos impedir que la supremacía blanca se fortalezca, construyamos
el movimiento para hacer lo que realmente se necesita hacer. Únanse al plan y
estrategia de Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org. No dejen de inundar las calles hasta que
hayamos expulsado a Trump y a todo su régimen. Vale la pena salir de los
canales normales para hacer esto. Nuestra recompensa será un futuro NO
gobernado por lunáticos genocidas.
***
Coco Das es colaboradora de Rechazar el Fascismo, una organización que moviliza a la
gente para expulsar al régimen de Trump y Pence a través de un movimiento de
protesta sostenida y no violenta. Su lema es “En nombre de la humanidad, nos
negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista".
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