EEUU revisa el caso de Abu Zubaydah, preso de Guantánamo
torturado por la CIA
David Smith
The Guardian / El Diario
24 de agosto de 2016
A pesar de que no recae ningún cargo sobre
él, este palestino es una de las pocas personas a las que la CIA reconoce haber
torturado mediante la técnica del waterboarding. Los expertos califican de
"puro teatro" la vista que revisa su condena y aseguran que "no
será liberado" porque conoce demasiado sobre las torturas de la CIA. Abu
Zubaydah fue torturado mediante la técnica del ahogamiento, obligado a
desnudarse y encerrado en cajones similares a un ataúd.
Su pelo oscuro estaba impoluto, su barba y su bigote, impecablemente
recortados. Vestía una camiseta de cuello alto de un blanco inmaculado. Se
sentó en la cabecera de la mesa con calma, manteniendo la compostura.
Era la primera vez que el mundo había visto a Zayn al Abidin Muhammed Husayn,
también conocido como Abu Zubaydah, desde que fue capturado en Pakistán hace 14
años. Él es uno de los tres hombres que la CIA admite haber torturado mediante
la técnica del ahogamiento (waterboarding) en una prisión desconocida de
Tailandia.
Pero durante la parte pública de una supuesta audiencia para obtener la
libertad condicional y conseguir su liberación de la prisión de Guantánamo, no
hubo ni una sola mención de las torturas soportadas por este palestino de 45
años, sobre el que nunca han pesado cargos por ningún crimen.
Sí que había, sin embargo, un parche negro colgando alrededor de su cuello. Abu
Zubaydah perdió la vista de uno de sus ojos en algún momento después de que
fuera tomado bajo custodia en polémicas circunstancias. El martes se le podía
ver cambiándose las gafas en algunos momentos mientras leía documentos sobre su
caso.
Este tipo de audiencias se han convertido en algo cada vez más frecuente a
medida que Barack Obama, frustrado por el Congreso, libra una guerra de
desgaste para cerrar Guantánamo mediante el traslado de prisioneros. De una
cifra récord de 684 reclusos en 2003, el total se ha rebajado ahora a 61, y
para 20 de ellos ya se ha aprobado su traslado.
Pero Abu Zubaydah, con su profundo conocimiento sobre las torturas de la CIA,
representa potencialmente el principal obstáculo sobre esa vía en particular.
Joe Margulies, uno de sus abogados, califica la vista –convocada por un
organismo multilateral creado por Obama para examinar la situación de los
presos de Guantánamo– como una "simple formalidad", como un
"ritual". Y añade, tajante: "Abu Zubaydah no será
liberado".
Abu Zubaydah, preso de Guantánamo torturado por la CIA // Departamento de
Defensa de Estados Unidos
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Los diez primeros minutos del proceso fueron transmitidos en directo desde Guantánamo para periodistas, representantes
legales y observadores de derechos humanos hasta una habitación sellada del
Pentágono en Arlington, Virginia. Después de un breve problema técnico, una
pantalla de televisión mostró una habitación con una lisa pared blanca y una
mesa negra brillante.
Cualquiera que estuviera un poco perdido quizá podría haber pensado que Abu Zubaydah,
con el aspecto de un doctor o un abogado, estaba presidiendo la reunión. A su
izquierda se sentaba un intérprete, con una camisa informal; a su derecha había
dos representantes personales con uniforme militar con muchos documentos. Un
abogado no pudo asistir por una urgencia médica familiar.
Indiferente, inexpresivo, silencioso
Abu Aubaydah se sentó indiferente, inexpresivo y silencioso de principio a fin.
A veces apoyaba su cabeza sobre su mano o se tocaba la boca o el mentón con un
dedo, y estudiaba su perfil de detenido con atención mientras era leído en voz
alta por una mujer que no se veía. Él jugó un "papel clave" en las
comunicaciones de Al Qaeda con apoyos y operativos exteriores en 1990, decía, e
interactuó estrechamente con su segundo comandante de aquella época, Abu Hafs
al Masri.
Abu Zubaydah "posiblemente" tuvo alguna información previa al
bombardeo de las embajadas de Kenia y Tanzania en 1998 y del atentado contra el
destructor de la marina estadounidense, el USS Cole, en el año 2000. El informe
continua. También fue "consciente en términos generales" del
inminente ataque del 11-S y "posiblemente coordinó" el entrenamiento
de dos de los secuestradores en el campo de Khaldan.
Zubaydah "trazó activamente ataques contra Israel, consiguiendo operativos
de varios grupos rebeldes, incluido Al Qaeda, para guiar operaciones en Israel
y contra los intereses de Israel en el exterior. Fue acusado in absentia (sin
que estuviera presente en el juicio para responder a los cargos) por el
gobierno de Jordania por su papel en la planificación de ataques contra Israel,
Jordania y objetivos occidentales en el marco del cambio de milenio en
Jordania".
El documento también dice que, después de los ataques del 11-S, Abu Zubaydah
envió operativos a Khalid Sheikh Mohammed, un miembro destacado de Al Qaeda,
para discutir la viabilidad de detonar un dispositivo radiológico en Estados
Unidos y el apoyo de bombardeos dirigidos por control remoto contra Estados
Unidos y las fuerzas en coalición en Afganistán.
Pero desde su llegada a Guantánamo en 2006, continua el escrito, Abu Zubaydah
ha mostrado "un alto nivel de cooperación" con el personal y ha
servido como líder de bloque de celda, asumiendo la responsabilidad de
comunicar los mensajes de los detenidos y las quejas al personal, y de mantener
el orden entre ellos.
Condena los atentados de ISIS
Él "probablemente conserva una mentalidad extremista", argumenta el
informe, pero "no ha hecho ese tipo de declaraciones recientemente,
probablemente para mejorar sus opciones de repatriación". Ha condenado
atrocidades perpetradas por ISIS y el asesinato de gente inocente.
Uno de los representantes personales leyó entonces una declaración inicial en
nombre de Abu Zubaydah, que decía: "Ha expresado el deseo de reunirse con
su familia e iniciar el proceso de recuperación de las heridas que sufrió
durante su captura. Tiene cierto capital inicial que podría usar para abrir un
negocio tras reintegrarse en la sociedad y vivir una vida pacífica".
Añadió que "ha declarado que no tiene ningún deseo ni intención de hacer
daño a Estados Unidos ni ningún otro país, y ha manifestado en repetidas
ocasiones que el Estado Islámico está fuera de control y ha llegado demasiado
lejos".
Con eso, y ninguna referencia al waterboarding o las torturas, las cámaras se
apagaron antes de una parte clasificada de la vista, que podía durar horas. Se
espera que el organismo multilateral tome una decisión sobre si Abu Zubaydah es
apto para el traslado en unos 30 días. La CIA ha dicho que debería mantenerse
en régimen de incomunicación hasta que muera.
"Es todo espectáculo, puro teatro"
Margulies, profesor en la Cornell Law School, que no estuvo presente, expresa
pesimismo. "Es todo espectáculo, puro teatro", asegura. "Esta es
la conclusión: desde que Barack Obama llegó al poder, no hay nadie más
diferente –entre quien pensaban que es y quien realmente es– que Abu Zubaydah.
No ha hecho nada que autorice su detención continua. No está justificado ni
moral ni legalmente".
Abu Zubaydah sirvió de conejillo de indias para el régimen de torturas de la
CIA diseñado por los psicólogos externos James Mitchell y Bruce Jessen, que
ahora se enfrentan a una demanda presentada por posteriores víctimas. Al
pensarse inicialmente que Abu Zubaydah poseía información vital sobre Al Qaeda
y sus planes, le hicieron el waterboarding 83 veces, lo mantuvieron despierto,
le obligaron a estar desnudo y lo metieron en una caja de madera poco mayor que
un ataúd.
Ahora se describe a sí mismo como "un hombre quebrado", cuenta Margulies.
"Yo antes tenía la esperanza de que Estados Unidos hiciera un examen
razonado y justo sobre las torturas de Abu Zubaydah, pero ya no la tengo, por
lo lejos que ha llegado este gobierno para proteger a la CIA".
Kat Cosgrove, del equipo de seguridad nacional de Human Rights First, estaba
presente en la vista de este martes en el Pentágono. "Personalmente creo
que deberían haber mencionado la tortura que ha sufrido", opina. "Ha
tenido una importancia clave en su detención y en por qué conocemos su nombre.
No hablar de eso es un error intencionado por parte del Gobierno y creo que al
menos habría que haberlo indicado".
"Estar detenido durante tanto tiempo como ha estado él sin cargos es un
problema. Es un problema que ocurre con varios detenidos en Guantánamo. Por eso
es tan importante este proceso", valora Cosgrove. Señala que el número de
vistas organizadas por el organismo multilateral ha "aumentado
drásticamente", de una o dos al mes a dos a la semana. "Hemos estado
luchando para lograr este aumento. Forma parte del plan para acabar cerrando el
centro de detención".
Sigue habiendo muchas dudas de que se pueda lograr ese objetivo antes de que
Obama termine su mandato en enero. Pero su jefe de prensa, Josh Earnest, dijo
este lunes: "El presidente mantiene la intención de cerrar la prisión de
Guantánamo antes de que acabe su mandato".
Traducido por Jaime Sevilla Lorenzo y Cristina Armunia Berges
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