El discurso de Obama sobre la Agencia de Seguridad Nacional:
Los ESPÍAS y las MENTIRAS del imperio
12 de febrero de 2014 | Periódico Revolución |
revcom.us
Hace siete meses, los impactantes informes de los medios de comunicación
comenzaron a salir sobre cómo la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos
(NSA) gestiona la operación de espionaje electrónico más grande e invasora en el
mundo y en la historia. Estas revelaciones se basan en documentos filtrados por
Edward Snowden, el ex contratista de la NSA que valientemente se puso al frente
como filtrador de secretos oficiales con el fin de hacer que la gente tome
conciencia de la existencia de este vasto espionaje secreto de Estados Unidos (y
su aliado más cercano, Gran Bretaña).
Una manifestación en frente de la Suprema Corte,
Washington, D.C., noviembre 2013. Foto: Cat Watters |
Los programas de la NSA incluyen la recolección a granel de la información en
cada llamada de teléfono en Estados Unidos acerca de quién está llamando a
quién, la duración de las llamadas, etc. (conocido como "metadatos", que se
puede utilizar para extraer los vínculos entre distintas personas y los patrones
de las acciones y como esquema para identificar a individuos específicos y el
contenido de sus llamadas telefónicas); aspirar datos directamente desde los
servidores de los principales proveedores de Estados Unidos, como Google,
Microsoft, Yahoo y Facebook; el espionaje masivo en las comunicaciones
telefónicas y de Internet en todo el mundo, la vigilancia a las personas
ordinarias así como a los funcionarios del gobierno, no sólo a los rivales de
los Estados Unidos pero también a los aliados como Alemania y organizaciones
como las Naciones Unidas. La NSA espía a literalmente miles de millones de
personas en Estados Unidos y en todo el mundo.
Nuevas revelaciones seguirán saliendo a la superficie. Entre las últimas: la
NSA y su homólogo británico han estado desarrollando su capacidad para recoger
datos de los usuarios de aplicaciones de los teléfonos inteligentes ampliamente
utilizados, como Google Map e incluso juegos como el "Pájaros enojados", no sólo
los códigos de identificación de teléfono y detalles de la ubicación pero
también el "alineamiento político", la "orientación sexual" y otra información
de los usuarios. Otra reciente denuncia fue que en 2009, la NSA espió a
funcionarios de varios otros países en la conferencia mundial sobre el cambio
climático en Copenhague, Dinamarca.
Al arrojar luz sobre el increíble alcance del espionaje de la NSA y a medida
que millones de personas venían cuestionando la legitimidad de la intrusión
masiva del gobierno en los detalles de su vida, Obama respondió el 14 de enero
de 2014 con un discurso para anunciar "reformas concretas y sustanciales" en
relación con la NSA y otros organismos de inteligencia. Obama empezó el discurso
diciendo que había "potencial de abuso" en la vigilancia del gobierno y terminó
reafirmando en términos básicos las actividades de la NSA y otros organismos de
inteligencia del gobierno estadounidense, con algunas modificaciones
insignificantes. (Vea el artículo en línea en revcom.us, "'Reformas'
dedicadas a conservar el espionaje masivo".)
Un Estado que ve amenazas potenciales en todas partes
Es necesario desenmascarar y oponerse a la desorientación y mentiras de Obama
sobre las "reformas" de la NSA. Pero lo que es aún más crucial es desafiar y
romper con todo el marco impulsado por Obama, cuyo objetivo es conducir
a las personas a que piensen de una determinada manera: que el espionaje llevado
a cabo por el gobierno de Estados Unidos se trata (o debería tratarse) de
fortalecer la "seguridad nacional" y mantener a la gente "segura" y que la vida
de los estadounidenses es más valiosa que la vida de la gente de otros países
del mundo.
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Los activistas de libertades civiles, periodistas de investigación y otros
han hecho un trabajo muy importante de hacer ampliamente accesible lo que se ha
descubierto mediante los documentos filtrados por Edward Snowden, y con razón se
oponen a la masiva vigilancia descaradamente ilegal de la NSA, en vista de las
amenazas e intentos del gobierno de suprimir las denuncias. Pero muchos de éstos
también argumentan que este espionaje no es "efectivo", por ejemplo, los
programas como la colección de metadatos de teléfono no han "detenido los
ataques terroristas" y en realidad nos hace "menos seguros". La ACLU (Unión
Estadounidense de Libertades Civiles) dice que lo que se necesita es "frenar el
Estado de vigilancia". De acuerdo con esta noción de un "Estado de vigilancia"
(o de un "Estado de seguridad nacional"), el problema es que existe una
burocracia que se ha salido de control. Estos puntos de vista no van a la
esencia de lo que está pasando y en realidad terminan por llevar a la gente en
la dirección equivocada.
El espionaje masivo contra muchas diversas actividades de las personas en
todo el mundo no es un resultado de la "burocracia que se ha desbocado". Los de
arriba en Estados Unidos, o sea, los capitalistas imperialistas, se enfrentan a
muchísimos desafíos complejos y crecientes a su imperio mundial. La exigencia de
responder a dichos desafíos es lo que en lo fundamental los impulsa a espiar de
manera tan intensa, sobre sus rivales, sobre sus aliados y sobre miles de
millones de personas comunes y corrientes.
Es necesario entender un punto básico: las actividades represivas de la NSA y
otros organismos de inteligencia revelan el funcionamiento de un
sistema, el sistema de capitalismo-imperialismo. La NSA es parte de un
Estado que refuerza los intereses de la clase dominante capitalista
imperialista, es decir, la dictadura de la clase dominante, de la
burguesía.
Este Estado tiene varias funciones, pero ante todo y sobre todo, utiliza el
monopolio del uso de la legítima violencia y represión para promover los
intereses de la clase imperialista estadounidense en su conjunto, en contra de
las potencias rivales y contra las masas populares, en Estados Unidos y en todo
el mundo. Y la NSA y otros organismos de inteligencia son una parte esencial de
esta función del Estado burgués.
Como escribimos poco después de que las filtraciones de Snowden salieron por
primera vez: "Este sistema capitalista imperialista esclaviza a los
trabajadores en sus maquiladoras en Bangla Desh y en sus yacimientos de petróleo
de Arabia Saudita. Ha creado un planeta de ciudades miseria y devastación
ambiental, y su moral y cultura han producido una epidemia de violaciones. Este
sistema libra constantes guerras en todo el mundo contra amenazas de rivales o
fuerzas reaccionarias menores y descarga una violenta represión sobre la
legítima protesta y oposición a sus crímenes. Por eso, este Estado ve
en la abrumadora mayoría de las personas sobre el planeta, o sea, miles y
millones de personas, amenazas potenciales, y por eso mantiene un
espionaje tan intenso y extenso. Por eso, el aparato del Estado, la dictadura de
la clase capitalista imperialista (la burguesía), hace lo que le hace al
pueblo" ("Cinco
puntos de orientación sobre las denuncias del espionaje del gobierno" en
revcom.us).
Las divisiones en la cima, sobre la mejor manera de mantenerse en el
poder
El Estado capitalista también tiene otra función importante: mediar los
conflictos entre distintos bloques de capitalistas imperialistas en nombre de
los "intereses mayores" de su clase. Entre estos conflictos figuran los
intereses económicos contendientes, pero principalmente abarcan conflictos
políticos. Los distintos representantes políticos de la clase capitalista
imperialista tienen distintas ideas sobre la manera en que deberían dirigir a
las masas a pensar y actuar, cómo redactar e interpretar las leyes, cuáles
deberían ser los "límites aceptables" del discurso político y otros asuntos. A
veces estas diferencias se pueden agudizarse mucho.
Respecto al escándalo de la NSA, podemos ver cómo las divisiones al interior
de la clase dominante se han intensificado mucho, en el contexto del
cuestionamiento de amplios sectores de la población acerca de la legitimidad del
espionaje y la creciente desconfianza al gobierno. En una encuesta realizada en
octubre de 2013, el 51% de los encuestados aceptan que Snowden es "un héroe al
que hay que alabar" y un porcentaje mayor en otros países, lo que llama la
atención en vista de las repetidas denuncias en su contra por "traidor" de parte
de altas figuras políticas y mediáticas estadounidenses y graves cargos penales
entablados en su contra de parte del gobierno de Obama bajo el Acta de
Espionaje.
Una señal de estos conflictos en la clase dominante es que en diciembre de
2013, dos tribunales federales dictaron decisiones opuestas sobre la recolección
de datos de teléfono a granel de la NSA; uno dijo que era muy probable que fuera
inconstitucional y el otro dijo que claramente cumplía con las normas
constitucionales.
Estas diferencias entre los gobernantes NO se tratan principalmente de
preocupaciones sobre la violación al por mayor de los derechos básicos y la
privacidad de las personas. Se disputan sobre la mejor manera de defender los
intereses generales de su clase, ante la gran tormenta desatada en la sociedad y
en todo el mundo debido a las filtraciones de Snowden — acerca de cuáles
"reformas" es necesario hacer a fin de calmar la tormenta, a la vez que componer
la legitimidad del Estado a los ojos de la población, y a la vez salvaguardar la
capacidad del aparato de inteligencia de Estados Unidos.
Además, está la cuestión de en qué medida diferentes sectores de la clase
dominante estadounidense están preocupados por la posibilidad de que las
técnicas de espionaje de alta tecnología de la NSA las utilicen en su
contra otros sectores de la misma clase dominante. Bien, es cierto que los
gobernantes constantemente violan sus propias leyes a fin de mantener abajo a la
gente. Simplemente veamos la manera en que desatan a sus policías para etiquetar
racialmente, golpear, encauzar a las prisiones y a menudo matar a los jóvenes
negros, morenos y de otro color. O la manera en que las operaciones del
COINTELPRO de su FBI en los años 1960 sirvieron para atacar al Partido Pantera
Negra, incluyendo mediante el asesinato. Pero es importante para sus intereses
de clase en general que entre sí obedezcan ciertas reglas. Si un sector
de la clase dominante actúa para violar dichas reglas, por ejemplo al utilizar
los organismos de espionaje del Estado para husmear en contra de otros
integrantes de su clase, eso podría afectar seriamente el funcionamiento de su
Estado. Y cuando los gobernantes mismos ya no pueden ponerse de acuerdo sobre
las reglas, esto podría conducir a grietas en el "supersticioso respeto al
Estado" que las escuelas y los medios de información inculcan en la gente, o
sea, podría convertirse en parte de una crisis de legitimidad.
Además, existen muchas reglas que se supone se obedezcan entre los aliados
imperialistas, como Estados Unidos y Alemania. El espionaje de la NSA sobre la
cancillera alemana Angela Merkel y funcionarios de otros gobiernos aliados, y el
espionaje sobre objetivos económicos y las actividades para romper códigos de
encriptación, han suscitado un enorme barullo y ha afectado las relaciones del
imperialismo estadounidense con sus aliados en un momento de crecientes desafíos
y amenazas en el mundo.
La función mediadora del Estado también supone dejar que las masas realicen
algunas acciones de reforma para lidiar con lo que consideran como malo, pero de
modo que su propósito sea conservar la legitimidad general del Estado a los ojos
de la gente y mediante el encauzamiento de sus aspiraciones e ideas y forma de
pensar hacia la manera de mantener en marcha en lo fundamental el sistema
explotadora e injusto, en lugar de derrocarlo.
Los intereses de los gobernantes NO son los nuestros
Es importante entender cómo se desarrollan estas contradicciones entre los de
arriba. Pero no podemos dejarnos llevar pos los términos del respectivo marco de
los gobernantes. Los intereses y objetivos de los gobernantes NO corresponden a
los intereses de la gran mayoría de las personas en Estados Unidos y en el
mundo.
Examinemos lo que aquellos desde Obama hacia abajo quieren decir en realidad
cuando declaren que tratan de "mantener a la gente segura" en contra del
terrorismo. Lo que les interesa no es la vida de las personas en Estados Unidos
y claramente no en el resto del mundo. De hecho, hay un choque entre
los imperialistas estadounidenses y los jihadíes islámicos. Pero Estados Unidos
no se opone a los fundamentalistas islámicos debido al reaccionario programa e
ideología de éstos que representan una pesadilla para el pueblo. Lo que está
impulsando las acciones de Estados Unidos es que estas fuerzas representan un
obstáculo para los intereses y planes mundiales del imperialismo estadounidense.
Los gobernantes estadounidenses están preocupados por potenciales ataques de
parte de aquellas fuerzas al interior de Estados Unidos, pero eso se debe a que
están preocupados porque si amplios sectores de la gente empiezan a considerar
que el gobierno no sea capaz de "protegerlos", eso suscitará grandes dudas
acerca de la legitimidad del Estado. De fondo, la preocupación fundamental de
los gobernantes es conservar su imperio, y lidian con la cuestión de la
"seguridad" así como lo demás en ese contexto.
NO corresponde a los intereses del pueblo ayudar a Estados Unidos a vigilar
de forma más eficaz a aquellos que tacha de "enemigos" en países como Yemen o
Pakistán con una tecnología avanzada y matar con aviones no tripulados a las
órdenes del presidente Obama, lo que a menudo mata a muchos otros en la zona. En
realidad, son las acciones mismas de Estados Unidos en su guerra por el imperio
(bajo la fachada de la "guerra contra el terror") las que están poniendo bajo
riesgo a las personas, en diferentes partes del mundo y dentro de Estados
Unidos. En esta contienda entre los dos polos reaccionarios del imperialismo
estadounidense y la jihad islámica (y de los dos polos, Estados Unidos
claramente ha hecho más daño y representa el mayor peligro para el pueblo), si
se toma partido con un lado en contra del otro, se termina por reforzar
ambos lados.
Además, he aquí un punto fundamental de la moral; "La vida de los
estadounidenses no es más importante que la de la gente de otros
países" (Lo BAsico,
de los discursos y escritos de Bob Avakian, 5:7).
Los gobernantes estadounidenses están preocupados por las amenazas a su
imperio global de parte de sus rivales actuales y potenciales y por lo que se
refiere a sus aliados, Estados Unidos confía en éstos como un jefe de la mafia
confía en sus subordinados. Esta es una parte de lo que impulsa el espionaje
mundial de Estados Unidos. El espionaje de la NSA sobre la citada conferencia
sobre el clima mundial tiene que ver con la creciente contienda férrea entre
diversas potencias sobre los recursos y las ventajas económicas/geopolíticas,
con implicaciones para la posición de superpotencia que ocupa Estados Unidos,
aun cuando se cierna una catástrofe ambiental global. ¡Es importante que no
tomemos partido en esta lucha entre mafiosos grandes y pequeños!
Y los gobernantes capitalistas imperialistas estadounidenses se ven
impulsados a ampliar sus capacidades para monitorear y reprimir la resistencia y
levantamientos de masas contra el vil funcionamiento de su sistema, en Estados
Unidos y en todo el mundo. Esto tiene que ver no sólo con lo que está pasando en
este momento, pero con los disturbios y revueltas que podrían brotar en el
futuro, y es una gran parte de lo que está impulsando su espionaje contra un
número tan amplio de personas. El espionaje no se trata solamente de monitorear
las ideas y forma de pensar de todos ahora e intimidar a la gente con el poder
del Estado burgués (por horrible que lo sea). Se trata de tener la capacidad de
aplicar rápidamente la fuerza represiva total de ese Estado contra la gente,
cuando los de arriba vean una amenaza para su dominio.
¡ALTO al masivo espionaje!
Éste es un sistema que maneja un aparato de espionaje enorme, junto con las
fuerzas armadas, la policía y otros instrumentos de una dictadura. Pero no es
todopoderoso. Se trata de un sistema lleno de contradicciones las que sus
gobernantes no pueden resolver, un sistema impulsado por su propia naturaleza a
reforzar la miseria y el sufrimiento y a pisotear los mismos derechos que
supuestamente lo diferencian como el "país más libre del mundo". El
funcionamiento de este sistema conduce a repetidos ultrajes y crisis, atrayendo
a millones de personas al cuestionamiento y la oposición.
El que Obama y los gobernantes de Estados Unidos puedan aplacar la tormenta
sobre el espionaje de la NSA no es una cuestión resuelta. Las diferencias en la
clase dominante sobre cómo obrar pueden arder con aún más fuerza. Lo que hizo
Edward Snowden al actuar según su conciencia y lo que otros han hecho para
expresar su oposición al espionaje, ya han cambiado el panorama político, y más
denuncias a partir de los documentos filtrados podrían intensificar aún más el
furor en todo el mundo.
Hay una justa demanda de poner ALTO al espionaje masivo del gobierno de
Estados Unidos. A los revolucionarios que se unan en la lucha con todos los que
están indignados y se niegan a aceptar lo que ven como algo malo, les
corresponde una responsabilidad de ayudar a la gente a romper con el marco
mortal que los de arriba están tratando de imponer. Además, existe una
oportunidad y un reto de poner de manifiesto con mucha claridad la ilegitimidad
de todo el maldito sistema, y la posibilidad de crear un mundo radicalmente
diferente y mucho mejor por medio de una revolución.
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