El derecho al aborto está en una encrucijada: ¡NO es hora de mantener un
perfil bajo — es hora de luchar en masa y sin transigir!
Sunsara Taylor y David Gunn, Jr. | 21 de julio de 2013 |
Periódico Revolución | revcom.us
Por todo el país, la gente se está despertando al estado de emergencia ante
el derecho al aborto. Al momento en que legisladores en Texas obran en tiempo
extra para cerrar 37 de las 42 clínicas del aborto, nuevas leyes en Carolina del
Norte cerrarían cuatro de las cinco clínicas que quedan en ese estado. El
presupuesto recién aprobado en Ohio podría cerrar hasta tres clínicas del
aborto. El 1º de agosto Dakota del Norte posiblemente se convierte en el primer
estado que efectivamente prohíbe el aborto. El cierre de la última clínica del
aborto en Misisipí pende del fallo de una corte de apelación. Y esos ejemplos ni
siquiera son todos.
Si no hacemos retroceder esta trayectoria ahora, condenaremos a generaciones
futuras de mujeres y muchachas a la maternidad obligatoria, a la esclavización
abierta, el terror y vergüenza, a vidas aplastadas. Las mujeres serán obligadas
a engendrar hijos a los que no querían tener, quedarán atrapadas en relaciones
abusivas, caerán en más pobreza, dejarán de estudiar y verán extinguirse sus
sueños. Recurrirán a medios desesperados y peligrosos para terminar un embarazo
no deseado, y una vez más, miles aparecerán en las salas de emergencia o muertas
en hoteles baratillos, embarradas de sangre entre las piernas.
Estamos ante dos caminos divergentes. O tomemos el control del debate y
cambiemos los términos y la trayectoria de esta lucha; o continuemos en el
trillado camino de “lo que todo el mundo sabe”, sólo para despertarnos pronto
dentro de una situación no reconocida e inaceptable para la mujer. Lo que cada
uno haga importa, y muchísimo.
Los voluntarios del Viaje por la Libertad Pro Derecho al
Aborto se irán en caravanas desde ambas costas hacia Dakota del Norte, de ahí
por el centro del país hacia Wichita y de ahí al sur hacia Jackson,
Misisipí.
Es en ese contexto que hemos iniciado un Viaje por la Libertad Pro Derecho al
Aborto. Hacerle eco a los Viajes Por la Libertad Pro Derechos Civiles es
deliberado y apropiado. La mujer que no tenga derecho a decidir por sí misma si
tener un hijo y cuándo, no es libre. Al contrario, es esclava reproductiva cuyo
propósito es de servir, y no de decidir activamente su propio destino.
Los voluntarios en este Viaje por la Libertad harán una caravana desde ambas
costas a Dakota del Norte, cruzarán por el centro del país a Wichita, y de ahí
se dirigirán hacia el sur a Jackson, Misisipí. Nuestro propósito es triple: uno,
debemos rebasar las luchas locales y lanzar una contraofensiva nacional; dos,
debemos cambiar radicalmente los términos políticos, morales e ideológicos de
esta lucha para que millones de personas entiendan que se trata de la liberación
de la mujer o su esclavización; al último y de suma importancia, debemos
convocar a la resistencia popular política independiente que es necesaria para
derrocar esta guerra contra la mujer.
Al evolucionarse el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto de concepto a
su inicio, muchas personas han respondido con entusiasmo y apoyo inequívoco.
Tanto las personas no activistas de muchas regiones del país como las que han
militado en las primeras filas de la lucha por el derecho al aborto se están
uniendo con nosotros para exigir el derecho al aborto sin transigir y nos
agradecen por atrevernos a viajar a donde los derechos de la mujer corran el
peor peligro.
Sin embargo, algunas personas que comparten nuestra pasión por la causa han
comunicado inquietudes y hasta oposición a esta acción. Temen que el Viaje por
la Libertad Pro Derecho al Aborto se pase de polémico, que ponga el grito en el
cielo en pro del aborto y termine por cerrar caminos al apoyo.
Algunos han argumentado que es incorrecto que unos fuereños se metan a los
lugares locales. Otros dicen que la protesta popular política pondrá en peligro
las posibilidades de ganar casos jurídicos importantes y que más vale quedarnos
en los cauces oficiales políticos.
En vista de que está en juego el futuro de las mujeres, creemos que es
crítico responder directamente a estas inquietudes. De hecho, es precisamente la
lógica equivocada a raíz de esas inquietudes lo que ha contribuido a la
situación tan seria en la que nos encontramos.
En primer lugar, si bien las condiciones locales concretas son diferentes y
únicas en algunos sentidos, el hecho de que toda clínica y todo
estado enfrente un asalto intensificado no es único ni es local.
Todos nos encontramos ante una embestida nacional contra el derecho al aborto, y
se requiere una contraofensiva nacional. No solamente es completamente inmoral
abandonar a las mujeres que viven en los estados más duros, sino también sería
una ilusión y un engaño imaginarse que lo que ocurre en los estados como
Arkansas, Misisipí, Dakota del Norte y Kansas no estrene pronto en un cine cerca
de usted. Nuestros futuros están entrelazados y todos tenemos la responsabilidad
de confrontar estos ataques y cambiar el curso donde son más severos.
Segundo, si bien es cierto que un gran número de personas —entre ellas muchas
que apoyan al derecho al aborto— son defensivas sobre el aborto, no deben
tener vergüenza y esa actitud defensiva y vergüenza son precisamente algo
que tenemos que erradicar.
Centenares de personas llenaron el capitolio estatal el 25
de junio de Austin, Texas, para luchar contra el Proyecto de Ley 5. De
aprobarse, la ley cerraría casi todas las clínicas del aborto en Texas. Foto: AP
Entre las razones por las cuales muchas son defensivas sobre el aborto son
las décadas de propaganda por parte de los que se oponen a la igualdad femenina
pero se hacen pasar por “defensores de bebés”; al mismo tiempo y en demasiadas
ocasiones los simpatizantes del derecho al aborto se han conciliado con
aquellos, se han callado y han transigido. Eso debe terminar. La lucha nunca se
ha tratado de bebés. Siempre se ha tratado de controlar a la mujer. Por eso no
hay ni una organización antiaborto importante que apoye al control de la
natalidad.
Si queremos cambiar el curso, tenemos que decir la verdad: el aborto no tiene
nada de malo. El feto NO es un bebé. El aborto NO es asesinato. La mujer NO es
incubadora.
Muchísimas personas anhelan oír ese mensaje. Son furiosas y buscan un
vehículo efectivo para expresar su indignación. Solamente al afirmar la
moralidad positiva del derecho al aborto, podremos convocar y movilizar a las
decenas de miles de personas que ya comparten nuestra determinación. Solamente
por medio de la acción directa y un cambio controvertido, podemos ponernos en
pie todos y cambiar la opinión de millones de otras personas. ¿Esta situación de
emergencia no debe despertarnos a la necesidad de cambiar la opinión
pública y no acomodarnos a ella?
La historia ha comprobado que confrontar directamente las normas sociales
opresivas puede perturbar y dar miedo; sin embargo es una parte necesaria e
inspiradora de efectuar cualquier cambio positivo importante. Muchas personas
recomendaron que las personas LGBT (lesbianas, gay, bisexual o transgénero) se
quedaran en el armario hasta que la sociedad se volviera más tolerante; otras
aconsejaron en contra de los Viajes por la Libertad pro Derechos Civiles por
miedo de que sólo servirían para alborotar a aquellos que están en contra, pero
la opinión pública amplia y las acciones del público solamente empezaron a
cambiar cuando ciertas personas se arriesgaron y fueron en contra de la
corriente.
Tenemos que crear una situación en la cual ser anti-aborto es tan inaceptable
socialmente como lo es promover el linchamiento, la violencia contra los LGBT o
la violación (aunque, por lo que dicen ciertas fuerzas derechistas, parece que
defender la violación no es tan inaceptable). Cuando lleguemos a esa cima,
estaremos en camino para cambiar el curso.
Tercero, si bien los casos jurídicos son importantes —hasta esenciales—, sólo
por medio de una lucha política independiente muy generalizada tendremos la
posibilidad de derrotar a este enemigo tan poderoso e intransigente que nos
confronta. Cada contratiempo que el movimiento antiaborto sufre sólo los vuelve
más tercos y cada victoria sólo los vuelve más agresivos. Si nosotros
mantuviéramos un perfil bajo, ellos no se quedarán complacidos. Ningún caso
jurídico ni elección ni nueva ley los detendrá. El sistema de poder existente es
incapaz o está indispuesto a detenerlos; es más, las personas que creen que
tiene una “misión divina” no se detienen por leyes humanas ni se rinden ante la
opinión pública.
Pero es posible derrotarlos. La maternidad obligatoria es
diametralmente opuesta a los intereses de la humanidad. Si saliéramos y
dijéramos la verdad, si clarificáramos lo que está en juego en esta batalla y si
movilizáramos ola tras ola de las masas a dejar de estar cruzadas de brazos y a
tomarse las calles con nosotros, podríamos ganar. Hay una enorme reserva de
personas a la cual tenemos y podemos convocar para sumarse a esta lucha. Eso lo
hemos visto vívidamente en Texas. No subestimemos el potencial que existe en
cada estado por todo el país.
Nos encontramos en una encrucijada. En pro del futuro de mujeres en todas
partes, abandonemos los trillados caminos los cuales nos han dejado perder tanto
terreno. Rechacemos esos consejos de mantener el perfil bajo, esperar que estos
ataques amainen y permitir que impongan la maternidad obligatoria a las mujeres
en ciertas regiones del país por la ilusión de conservar los derechos de un
número cada vez menor de ellas. No podemos seguir ilusionándonos de que el
aborto es la Letra Escarlata del siglo 21 y al mismo tiempo dejar que satanicen
y hostiguen a los proveedores del aborto. No podemos retroceder de la lucha
generalizada que urge librar en estos mismos momentos.
Ya es la hora para tener valor, de decir la verdad, de ponernos en pie y
lanzar una contraofensiva sin transigir. Tenemos la razón de nuestro lado.
Convocamos a todos a los que les importe el futuro de la mujer a que se unan a
nosotros para fortalecer el impacto e influencia nacional de este Viaje por la
Libertad Pro Derecho al Aborto. Acompáñennos en los mítines de lanzamiento en
Nueva York y San Francsico el 23 de julio. Hagan caravanas para juntarse con
nosotros en Dakota del Norte, Wichita, Kansas y Jackson, Misisipí. Manden una
donación o un mensaje de solidaridad. Extiendan la mano a los individuos y
comunidades religiosos que puedan ofrecerles posada y pasaje seguros a los
individuos valientes que están sacrificando su verano y dándole todo para ganar
un futuro diferente y mucho, mucho mejor para la mujer. De mayor importancia,
juntos tomemos el camino tortuoso hacia la victoria. Pueda que sea menos
transitado, pero sólo por medio de lucha podremos recoger los frutos de la
victoria del trabajo del amor.
Para aprender más sobre el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto,
visite: http://www.stoppatriarchy.org/ (en
inglés).
Sunsara Taylor colabora en el periódico Revolución
(revcom.us) y es una iniciadora del movimiento de Fin a la Pornografía y el
Patriarcado: La Esclavización y Denigración de la Mujer
(StopPatriarchy.org).
David Gunn, Jr. es hijo de David Gunn, Sr., el primer doctor del aborto
asesinado por un justiciero antiaborto; bloguea en Abortion.ws.
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