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El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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Los antecedentes de la intervención del imperialismo de Estados Unidos…
No han traído ni traerán nada bueno en Siria ni en ninguna parte

2 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

Estados Unidos está aumentado su intervención en Siria. Hace unas semanas, el gobierno de Obama anunció que empezará a pertrechar a algunas fuerzas que combaten contra el actual gobierno sirio de Bashir al Assad. Estados Unidos dice que por razones humanitarias tendrá un mayor papel en la guerra de Siria: para ayudar al pueblo sirio, detener el matadero e impedir el uso de armas químicas. Tales son mentiras, comprobadas por los hechos esenciales acerca de los resultados de las intervenciones de Estados Unidos en los últimos 12 años (desde el 11 de septiembre de 2001), los que demuestran sin la más mínima duda que las acciones de Estados Unidos constituyen horrores para el pueblo.

La invasión y ocupación yanqui de Afganistán


Aldeanos afganis cerca de una casa destrozada por una redada estadounidense, junio 2012. Foto: AP

Estados Unidos atacó a Afganistán el 6 de octubre de 2001, luego lo invadió y ocupó, diciendo que se llamaba la "Operación Libertad Duradera". En efecto, se trata de la "operación pesadilla duradera para el pueblo afgani". Continúa esta guerra, la más larga de la historia de Estados Unidos. Sus bombas, proyectiles y balas han dejado miles de hombres, mujeres y niños afganis muertos. Las redadas nocturnas, operaciones especiales, asesinatos encubiertos, ejecuciones extrajudiciales, ataques de aviones no tripulados, el uso de contratistas militares, las detenciones y tortura en masa, y el terror generalizado están empotrados en la naturaleza de esta ocupación imperialista. De 2009 a 2012, casi 30 mil no combatientes resultaron muertos o lesionados, diez veces más la cantidad de personas que perdieron la vida el 11 de septiembre de 2001. De 2004 a 2013, los aviones no tripulados de Estados Unidos han dejado de dos a tres mil muertos en Pakistán. Decenas de miles de personas han muerto o sufren a causa del desplazamiento, hambre, enfermedades, exposición, falta de servicios médicos o la delincuencia producto de la guerra. Tras casi 12 años de ocupación estadounidense, Afganistán sigue siendo uno de los países más duramente empobrecidos sobre el planeta, con una esperanza de vida de 49 años. Menos de la mitad de la población tiene acceso a agua potable.

Los crímenes de Estados Unidos han fortalecido al reaccionario fundamentalismo islámico en Afganistán, tal como han hecho en Irak, Libia, Siria y toda la región. La situación de la mujer se ha empeorado gracias a los asaltos militares, la desnutrición y la falta de servicios médicos y de poner en el poder a reaccionarios señores de la guerra islámicos quienes refuerzan extremas prácticas antimujer en todo ámbito de la vida. Según un activista: "Las mujeres tienen la 'libertad' de pedir limosna en las calles cubiertas de la burka; tienen la 'libertad' de recurrir a la prostitución a fin de dar de comer a sus familias: tienen la 'libertad' de autoinmolarse como una salida del ciclo de humillación, indigencia y desesperanza".

La invasión y ocupación yanqui de Irak


Infantes de marina yanquis pasan por los cadáveres de civiles iraquíes muertos por la ofensiva yanqui contra Faluya, 2004. Foto: AP

Estados Unidos invadió a Irak el 19 y 20 de marzo de 2003 y de ahí lo ocupó hasta diciembre de 2011. El presidente George W. Bush dijo que Estados Unidos hizo la guerra a fin de liberar a Irak y "liberar a su pueblo". En efecto, esta guerra y ocupación condujeron a la muerte directa de más de 120 mil iraquíes en los combates y de 600 mil y 1.4 millón de muertes directas e indirectas debido a la destrucción y trastorno de los sistemas de servicios médicos, agua potable y electricidad, y la producción de alimentos. Se calcula que 4.2 millones de personas han resultado lesionados y otros 4.5 millones expulsados de sus hogares. Las acciones de Estados Unidos han azuzado al reaccionario fundamentalismo religioso. Reforzaba al tiránico régimen islamista chiíta y azuzaba su limpieza étnica y matanza de miles de sunitas durante la guerra civil de 2006 a 2008. Hoy, el gobierno avalado por Estados Unidos comete al por mayor la tortura, detenciones ilegales y ejecuciones. El estatus jurídico de la mujer es peor hoy que bajo Saddam Hussein. En una nueva constitución basada en la reaccionaria ley sharia que ha reemplazado a la constitución laica, hay leyes separadas y desiguales para la mujer. Los defensores de los derechos de la mujer informan de "un aumento brusco de 'asesinatos por honor', el uso obligatorio del velo y la creciente tolerancia de las golpizas para someter a la mujer" y que "la violencia en contra de la mujer también se ha sistematizado… orquestada por algunas de las mismas fuerzas que Estados Unidos avaló para subir al poder".

Las amenazas de guerra y la imposición de sanciones contra Irán


El portaaviones yanqui John C. Stennis en los estrechos de Ormuz cerca de la costa iraní, noviembre 2011. Foto: AP

Durante la última década, Estados Unidos e Israel han intensificado sus amenazas militares contra Irán y aplicado sanciones cada vez más duras. Dice que las sanciones representan una alternativa pacífica o diplomática a la guerra. Eso es una mentira: las sanciones son una forma de guerra en contra de una población entera, una verdadera arma de destrucción masiva que ya causa enorme sufrimiento y muerte sobre la población iraní, mediante el asesinato literal de bebés y otros sectores vulnerables de la población. Las sanciones representan una parte del arsenal de la agresión imperialista, de mangonear y debilitar a un adversario y prepararse para una potencial guerra.

Las sanciones han paralizado la capacidad iraní de pagar por los productos de importación que le urge, como medicamentos, y han parado muchos embarques. Además, están bajo embargo muchas drogas y productos químicos que se requieren para fabricar medicinas. "Las consecuencias inadvertidas de las sanciones internacionales han implicado que cientos de miles de iraníes con enfermedades serias corran riesgos inminentes, a causa de la resultante escasez apremiante de medicamentos salvavidas tales como drogas de quimioterapia para tratar el cáncer y agente coagulantes para tratar a los hemofílicos", informa el Guardian de Inglaterra. El jefe de la Sociedad de Hemofilia de Irán dijo: "Se trata de un escándalo: los países que dicen que se preocupen por los derechos humanos tienen de rehén a los individuos más vulnerables". El director general de la mayor empresa farmacéutica de Irán dijo: "En el caso de algunos pacientes, contar con un medicamento supone la diferencia entre la vida y la muerte".

El gobierno de Obama sabe que las sanciones están ejerciendo un impacto sobre la población, inclusive sobre los bebés indefensos. En efecto, ha admitido que el propósito general de las sanciones es el de causar sufrimiento y descontento en la población a fin de presionar o hacer colapsar a la Republica Islámica de irán: "El gobierno de Obama ve en las sanciones económicas contra Irán un mecanismo para aumentar el descontento del público, lo que contribuirá a obligar al gobierno a abandonar un presunto programa de armas nucleares, según un alto funcionario de inteligencia del gobierno Estados Unidos", informó el Washington Post.

La intervención en Siria


Unos refugiados sirios se forman para recibir agua en el campamento Za'atari, norte de Jordania. Foto: IRINnews.org

En el otoño de 2011, Estados Unidos aumentó su intervención militar, política y diplomática en Siria, unos meses después del inicio del levantamiento ahí. Pidió que se fuera Assad; sus aliados pertrecharon con armas a la oposición ahí; y aplicó presiones y sanciones internacionales sobre Siria. La intervención de Estados Unidos y sus aliados ha contribuido a impulsar y prolongar una horrorosa y reaccionaria carnicería. Casi cien mil sirios han resultado muertos, más de un millón desterrados y otros cuatro millones expulsados de sus hogares. Según los organismos de derechos humanos, ambos bandos, incluyendo unas fuerzas que Estados Unidos quiere cohesionar y moldear en un nuevo régimen, han cometido secuestros, tortura y asesinatos sumarios de opositores y civiles.

La actual situación es una crisis humanitaria encima de unas crisis humanitarias ya existentes. Decenas de miles de personas quienes huyeron de Irak durante y después de la invasión y ocupación estadounidense terminaron por solicitar refugio en Siria. Hoy los están obligando a huir de nuevo, de vuelta a Irak, donde enfrentan unas condiciones que la ONU describe como "altos índices de desempleo, pésimos servicios esenciales y constantes conflictos sectarios". Han perdido sus pocas pertinencias con las cuales huyeron de Irak, y ahora los están expulsando de Siria traumatizados, desesperanzados, jodidos y sin hogar.

¿Qué tiene que ver la decisión estadounidense de armar directamente a algunas fuerzas anti-Assad con la mitigación de esta pesadilla humanitaria? Nada. ¿Por qué se esperaría que eso o una mayor participación imperialista, hiciera algo distinto a lo de siempre: fomentar el matadero?

Lo que demuestran los antecedentes, sin la más mínima duda

Las guerras e intervenciones de Estados Unidos han causado cientos, miles o hasta millones de muertes y la destrucción de la vida de muchos millones más. Los medios de comunicación imperialistas sistemáticamente tapan, pasan por alto y mienten acerca de este hecho esencial. En NINGÚN caso resultó que el pueblo estuviera en mejores condiciones después de la intervención de Estados Unidos que antes. En NINGÚN caso resultó que la intervención, o las invasiones directas, de Estados Unidos condujeran a una sociedad más justa o más liberada que antes de que Estados Unidos tomara acción. En NINGÚN caso resultó que Estados Unidos siquiera buscara eso; el imperialismo ha motivado todas sus acciones: la dominación y control de regiones en beneficio de la explotación global.


 

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