En busca de su máxima venganza, el gobierno no le
otorga la libertad por compasión a Lynne Stewart
C. Clark Kissinger | 23 de abril de 2013 | Periódico Revolución
| revcom.us
Al cierre de esta edición, muchas personas ya han firmado una petición en
línea al director del Buró Federal de Prisiones que exige que se le otorgue a la
abogada del pueblo, Lynne Stewart, la libertad por compasión. Stewart fue
sentenciada a diez años en prisión en 2009 supuestamente por ayudar a un
terrorista; ¡una "ayuda" que constaba de emitir una declaración pública para su
cliente!
Stewart, 73, batallaba contra un cáncer del seno antes de ir a cárcel. Por la
vista de sentencia no pudo hacerse la cirugía que ya tenía programada. Su
encarcelamiento federal en Texas retrasó por 18 meses la cirugía que requería y
ahora el cáncer alcanzó su cuarta etapa.
El arresto, el juicio y el encarcelamiento de Lynne Stewart fue y es un
ultraje. Ella ha dedicado su vida a la defensa de los oprimidos, a los que se
han opuesto a la injusticia y a las personas cuya defensa criminal otros
abogados no aceptarían. En esencia, se negó a dejar de hacer eso, y por eso es
que está hoy en prisión.
La esencia de los cargos específicos por lo que Lynne fue condenada es que
hizo lo mejor para defender a un acusado controvertido, algo que cualquier
abogado de principios debiera hacer por su cliente. En los años 1990 Lynne
Stewart trabajó como abogada defensora para el clérigo islamista fundamentalista
Omar Abdel Rahman, quien fue acusado y sentenciado a cadena perpetua en 1996 por
conspiración sediciosa en relación a un supuesto complot para atacar lugares
históricos de Nueva York, lo que incluyó el Centro Mundial del Comercio. La
imputación del gobierno contra Stewart es que ésta y dos co-acusados, un
traductor y un asistente de abogado, ayudaron a hacer que un mensaje de Rahman
se comunicara a su organización en Egipto, al pasar un boletín de prensa a un
reportero de Reuters que expresaba su oposición a una tregua con el régimen de
Egipto. (Este es el mismo régimen egipcio que Estados Unidos de repente "se
enteró" que era un tirano hace dos años).
Especial para Revolución
Según el gobierno, esta comunicación pública violaba las "Medidas
Administrativas Especiales" que le había aplicado a Rahman. Éstas se iniciaron
en el mandato de Clinton y permiten que el gobierno aísle y silencie a cualquier
preso que sea considerado una amenaza a la seguridad del imperio. El presunto
delito de Stewart tuvo lugar en 2000, pero el gobierno ni actuó en su contra
sino hasta 2002, después del 11 de septiembre de 2001 cuando de repente le
convenía procesarla por la propaganda de "la guerra contra el terror".
El afán vengativo oficial en su contra no tiene límites. Stewart, que no
representa ningún riesgo de fuga, tiene que ponerse 5 k de grilletes en las
muñecas y tobillos con cadenas entre sí cuando va a consultar con el médico
carcelario. En el hospital de la prisión, la sujeta con grilletes y cadenas a la
cama.
En respuesta a sus muchos simpatizantes, Stewart escribió el 20 de marzo: "El
reconocimiento de la vida política y las soluciones generadas por la unidad y el
apoyo colectivo, son importantes para todos nosotros. Igualmente, lo es el valor
para firmar una petición por una persona a quien el gobierno ha marcado con la
palabra 'T', por Terrorista. Entender que los ataques sobre mí son un
subterfugio para un ataque sobre todos los abogados quienes ejercen una defensa
sin temor al desagrado del gobierno, con una honradez intelectual guiada por su
conocimiento y el deseo de sus clientes para su propio caso, espero que nuestro
esfuerzo pueda ser una grieta en el bastión de Estados Unidos".
¡Hay que poner en libertad de inmediato a Lynne Stewart!
Firme la petición en apoyo por la libertad compasiva en http://www.lynnestewart.org/.
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