¡Pronúnciate ya!: ¡Vístanse de naranja! ¡Fuera Bush y su gobierno!
Nuevo Video sobre ¡Pronúnciate
ya!
Somos lo que hemos esperado
Si alguna vez hubiese un momento para zafarnos del marco de lo que se llama
la ‘opinión común’, ahora lo es. Requerimos, todo el mundo requiere, un
movimiento masivo y poderoso de RESISTENCIA, un movimiento que arrebata el
futuro de la humanidad de las manos ensangrentadas de gente como Bush y Cheney y
lo pone en manos del pueblo. Un movimiento que saca al presidente y crea una
nueva atmósfera de lucha libertadora, feroz y alegre, en vez de la sofocante
resignación hacia el sinfín de atrocidades de hoy.
Una avalancha de color naranja, avalada y amplificada por las voces de
personalidades y músicos prominentes que lucen y popularizan el color naranja en
la tele, la radio y sobre la tarima, puede sacudir a la población de esta
situación en que millones están indignados pero a la vez paralizados debido a la
complicidad del partido de la oposición leal y el efecto anestésico de las
elecciones presidenciales.
El mundo ha estado esperando... pero no puede esperar más. No puede esperar
para que surja un movimiento de masas resueltas a aceptar los sacrificios y
confrontar los peligros, a demostrar la valentía y el corazón que tanto se
necesitan hoy; a gritar “¡ya basta!” las guerras injustas, las amenazas de
nuevas guerras, la destrucción de ciudades y barrios enteros, la tortura
grotesca y la detención sin fin, las medidas que conducen ineluctablemente a un
estado policial con espionaje oficial omnipresente y permanente, el
envenenamiento implacable del planeta y todo lo que hace sostenible la vida. El
Mundo no Puede Esperar un movimiento que tiene la claridad, la energía y la
determinación para sacar Fuera a Bush y su Gobierno. El mundo ha estado
esperando... y nosotros somos a quienes hemos estado
esperando.
Video sobre ¡Pronúnciate ya!
¡2008 es demasiado tarde!
Durante los últimos siete años, el gobierno de Bush se ha atribuido el
derecho de invadir países que no son ninguna amenaza, meter a la cárcel
indefinidamente, revocar el derecho de hábeas corpus, torturar, espiar a docenas
de millones de ciudadanos estadounidenses sin orden judicial (y cuando eso se
descubre, declara sin inmutarse que continuará haciéndolo), dar su propia
interpretación de centenares de nuevas leyes a la hora de firmarlas, declararse
por encima de la ley y del escrutinio, pisotear los derechos civiles, negar la
amenaza grave del calentamiento global y suprimir la ciencia.
Peor aún, ¡nuestros “guardianes” de los medios de comunicación y la
“oposición leal” les han permitido a Bush y Cheney hacer todo eso con impunidad!
Eso no se puede permitir. No podemos dejar que la historia nos recuerde como una
población que hacía la vista gorda frente a la tiranía, la tortura y los
crímenes de guerra cometidos en nuestro nombre y delante del mundo entero.
Nos toca a nosotros parar todo esto.
Si ya no quieres oír jamás las palabras “GUERRA CONTRA EL TERRORISMO” o que
se invoque el “11 DE SEPTIEMBRE" como justificación de otra guerra injusta, más
mentiras, más espionaje y más tortura, pronúnciate ya.
Si no puedes olvidar las imágenes de los cadáveres negros hinchados que
flotaban por las calles de Nueva Orleáns, pronúnciate ya.
Si ya no puedes vivir una vida normal a sabiendas de que desaparecen a gente
en cámaras de tortura secretas, pronúnciate ya.
Si te da asco la intolerancia que los de arriba están desatando y propagando
para atacar a los más vulnerables, a quienes tratan como chivos expiatorios,
pronúnciate ya.
Si abrigas el ideal de igualdad entre el hombre y la mujer, y no aceptas
volver a la época en que se pueda obligar a una mujer a tener un hijo que no
quiere, pronúnciate ya.
Si crees en la separación de la iglesia y el estado, pronúnciate
ya.
Si te llena de emoción que los seres humanos tienen la capacidad de descubrir
y entender las maravillas del universo natural, pronúnciate ya.
Si crees que la verdad es importante, pronúnciate ya.
Si estás harto de esperar a que los políticos hagan lo que se debe hacer, o a
que otra persona dé el primer paso... pronúnciate ya.
Ahora te toca hacer una declaración que repercuta dondequiera que vayas y en
toda persona que encuentres.
Ahora te toca ser el símbolo de una conciencia que no se rajará y tampoco se
irá.
Una sola persona puede representar una diferencia enorme. Después serán
centenares... miles... y luego millones que se niegan a voltear la cara para no
ver, a vender el alma, a aceptar guerras sin fin en un mundo sin esperanzas.
Con cada nuevo brote del color naranja, nuestra corriente crecerá, y con cada
persona que eso atrae cobraremos fuerza. Lo que ahora está latente se
manifestará hasta que no puedan pasarnos por alto, y el mundo verá que los
criminales de guerra de Washington, D.C., tienen los días contados:
No estamos esperando. ¡ESTAMOS SACANDO DEL PODER AL GOBIERNO DE
BUSH!
“Vístanse de naranja. Que luzca el color naranja por todas partes. Los del
overol naranja, los torturados y detenidos sin opciones, no estarán solos”.
El 27 de julio se iniciará por todo el país la campaña “Vístanse de naranja".
Organiza reuniones, conciertos, etc. Reparte paliacates naranjas todo el
día.
Llegar a la juventud en los importantes conciertos de rock: El Mundo
no Puede Esperar está produciendo decenas de miles de paliacates de color
naranja que dicen “Fuera Bush y su gobierno” para ser distribuidos en “Rock the
Bells”, la gira Warped y otros conciertos, siguiendo el modelo de Coachella en
la primavera. Distribuiremos nuevos botones, camisetas y DVDs de la Comisión de
Crímenes de Bush, con la meta de organizar las universidades durante las
próximas semanas.
Colocar nuestro mensaje en los periódicos, el internet y la radio:
En preparación para el 27 de julio, pondremos anuncios en los portales
progresistas más visitados del internet:
De inmediato, lanzaremos anuncios de servicio público con declaraciones de
parte de varias personas, en que explican por qué se han pronunciado;
A mediados del agosto, pondremos un anuncio o colocaremos una serie de
grandes titulares de color naranja en el periódico USA Today que dicen
“¡Pronúnciate ya!”. Serán como un afiche que llega a millones de personas.
“Brigadas de la verdad” acosan a los precandidatos: Las “Brigadas de
la verdad” deben lucirse de naranja mientras confrontan a los candidatos sobre
la tortura, los crímenes de guerra y la redefinición de la sociedad con un molde
fascista. Se distribuirán postales con las preguntas ya impresas para que todos
estén preparados.
Ideas basadas en el artículo “La Campaña ¡Pronúnciate ya! – Vístete de
naranja contra el gobierno de Bush” del Dr. Dennis Loo, profesor adjunto de la
Universidad Estatal Politécnica de California, co-editor de Impeach the
President: the Case Against Bush and Cheney [Por qué hay que hacer un juicio
de destitución contra Bush y Cheney], y miembro del comité directivo nacional de
El Mundo no Puede Esperar- Fuera Bush y su Gobierno.
Nuevo Video del Prof. Dennis Loo (10/3/07): (en inglés)
La campaña ¡Pronúnciate ya! Vístete de
naranja contra el gobierno de Bush
Dr. Dennis Loo
El Dr. Dennis Loo es profesor adjunto de la Universidad Estatal
Politécnica de California, Pomona, y co-editor de Impeach the President:
The Case Against Bush and Cheney (Por qué hay que hacer un juicio de
destitución contra Bush y Cheney, de la editorial Seven Stories Press, 2006), y
miembro del comité directivo nacional de El Mundo no Puede Esperar — Fuera Bush
y su Gobierno.
¿Cómo ir de donde estamos a donde debemos estar? Sabemos que hay una gran
brecha entre el uno y el otro. La población de este país debemos actuar,
millones de nosotros, en formas visibles e inconfundibles si vamos a tener una
chanza de sacar del poder a Bush y Cheney, repudiando lo que representan y
creando un ambiente político completamente diferente.
¿Qué es el obstáculo? Confrontamos una situación que resulta en parte de la
pasividad popular, pero no en lo principal. Si mañana John Kerry o The New
York Times demandaran un juicio de destitución, no estaríamos debatiendo la
“pasividad popular” porque sería dramática e inmensa la efervescencia a
favor.
El obstáculo principal a un juicio de destitución en estos momentos es la
unanimidad del gobierno (con la excepción de Kucinich et al) en oposición a
ella. Los medios de comunicación y los líderes políticos por igual se oponen a
abrir la caja de Pandora de los crímenes de Bush y Cheney (en parte porque están
involucrados en ellos). (Más sobre esto a continuación). La población reconoce
que será sumamente difícil e inusitado actuar contra el gobierno de Bush sin el
apoyo (dirigente) de los líderes políticos y los líderes de la opinión
pública.
Debido a que la mayoría de las acciones de Bush y Cheney (y la colusión del
Congreso et al en ellos) se ha tapado sistemáticamente, la población en general
no percibe la gravedad de la situación. Esa misma inacción de los líderes
políticos y los medios de comunicación respecto al juicio de destitución ha
dejado la impresión, en gran parte de la población, de que las acciones del
gobierno de Bush no pueden ser muy malos porque si no, nuestros líderes harían
algo al respecto. Evidentemente esa conclusión encaja con la idea errónea pero
muy generalizada de que el gobierno representativo es todo lo que hay en la
política; es decir, que la política es apoyar o cabildear a varios políticos, y
nada más.
Obviamente hay excepciones, porque la situación inquieta a muchas, muchísimas
personas. Por supuesta, la guerra ocupa un lugar central en ese descontento,
pero no es simplemente la guerra. Muchísimas sienten preocupación por diferentes
aspectos del programa de Bush: la tortura, las detenciones, el huracán Katrina,
la anulación del derecho al aborto, las mentiras, el espionaje, la corrupción
generalizada, los ataques a la ciencia, las grietas en el muro que separa la
iglesia y el estado, y los pasos hacia una teocracia, la reducción de servicios
sociales y protecciones federales, la abrogación de libertades civiles, el
oscurantismo, la intolerancia y los prejuicios que emanan de la presidencia, los
demagogos chillones como O’Reilly que dominan el discurso público y han opacado
el discurso razonado (a la medida que existiera antes en el discurso público),
etc. etc.
Pero esa preocupación es media formada: difusa, sentida amplia y
generalizadamente, pero sin organización ni realización, con la excepción de los
pocos que son activistas políticos. Pero incluso entre los activistas se
cuestionan mucho, buscando el camino para adelante y preguntando por qué estamos
en una situación siempre más preocupante y horrible. David Lindorff (coautor de
The Case for Impeachment) lo describe así, en el nombre de su portal:
“Esto no puede estar pasando”.
Pero sí que está pasando. Y seguirá pasando a menos que, y hasta que,
actuamos para pararlo. Nuestra situación requiere ideas y métodos innovadores.
No vamos a convencerles a los demócratas a que hagan un juicio de destitución
con apelaciones a la lógica o los valores morales, y no vamos a hacer dramáticos
avances mediáticos si solo queremos convencer a los medios a escucharnos. Los
medios de comunicación no han reseñado ninguno de los muchos libros sobre el
juicio de destitución y les han cerrado las puertas de la televisión a todos los
autores, con la excepción de Elizabeth de la Vega que apareció brevemente en el
programa “The Colbert Report”. Tenemos que pasar por encima de los medios y
apelarnos directamente a la población.
Si hacemos eso y logramos movilizar a la población en cantidades suficientes,
podremos desprender de la dirección política a un mayor sector disidente que el
puñado que tenemos ahora (Kucinich, Waters, Lee, Woolsey...) y recibir una
atención mediática aceptable. A su vez, eso nos ayudará a alcanzar la masa
crítica que necesitamos para hacer que el Congreso convoque audiencias y que los
medios de comunicación entablen discusiones abiertas, apreciativas y serias
sobre el juicio de destitución, etc. En tales circunstancias es razonable
esperar un efecto en cascada que conduzca a la destitución de Bush y Cheney o,
es posible, a un enorme choque de fuerzas. Nadie puede predecir quién triunfaría
en esa clase de batalla, pero por lo menos habría dos lados y una chanza de
ganar en vez de la certeza de perder.
Forjar una autoridad legítima que puede competir
“Nos toca a nosotros despertarnos y despertar a otros, para forjar desde las
bases nuevos líderes de los movimientos sociales que se constituyan en una
contrafuerza alternativa y poderosa que puede transformar la atmósfera política
y proveer una autoridad legítima que puede competir con la autoridad caduca e
ilegítima que dirige actualmente al país. El poder actual no nos ha dejada otra
alternativa”. Prefacio, Impeach the President
Cuando escribí eso mi intención fue literal. Necesitamos forjar una dirección
legítima alternativa. Eso es clave para que la gente se movilice a un nivel
mayor y más resuelto. Y es clave para sacar al gobierno de Bush y Cheney y crear
un ambiente político muy diferente.
La campaña ¡Pronúnciate ya! nos ayuda a abordar esto en tres dimensiones
principales. Cada una contrapone nuestros puntos fuertes a las debilidades de
nuestro adversario. La primera tiene que ver con la manera de movilizar a la
gente. La segunda tiene que ver con la moral y la ideología. La tercera tiene
que ver con forjar modelos. Las tres están diseñadas a arrebatarle a la
dirección actual la influencia que tiene.
Con respecto al primer tramo: ¡Pronúnciate ya! responde al hecho de que la
mayoría de la población quiere que se haga un juicio de destitución a Bush y
Cheney. Ese es un factor estratégico a nuestro favor. El 58% quiere que "se
vayan ya” Bush y Cheney, según una encuesta de la revista Newsweek de
enero del 2007. En la encuesta de octubre del 2006, el 51% quería un juicio. (Es
muy diciente que la revista no presentó los hechos de esa manera. No quiso sumar
la cantidad que quería que el juicio fuera la principal prioridad de la nueva
mayoría demócrata del Congreso y el porcentaje que quería que fuera una
prioridad pero no la principal). Las encuestas de octubre y enero concuerdan con
lo que las agencias de encuestas han encontrado desde junio del 2005.
Contamos con la mayoría aunque la mayoría apenas conoce una pequeña parte de
lo que Bush y Cheney han hecho y a pesar de la oposición resulta, implacable y
constante de la dirección política y muchas personas influyentes.
¿Por qué es eso posible? ¿Cómo puede existir una brecha tan grande entre el
público y los líderes de la política y la opinión? Porque lo que Bush y Cheney
hacen es tan atroz, tan descarado y tan drástico que es imposible encubrirlo
totalmente.
Lo que Bush y Cheney representan no es una aberración sino la punta de lanza
de una ruptura con el compacto social histórico que ha existido en Estados
Unidos. Las fuerzas dominantes del gobierno están plasmando un nuevo compacto
con un estado tipo fascista. El fascismo, como dijo Sinclair Lewis en 1935,
aparecerá en Estados Unidos “envuelto en la bandera y portando una Biblia”. El
gobierno entero va en esa dirección. Ha avanzado muy lejos con asombrosa
rapidez. Lo que hace meses era impensable ahora es un hecho concreto.
Están listos las razones para la ley marcial (la “guerra mundial contra el
terror”), las leyes (como el acta Warner, NSPD-51), la máquina propagandística
(especialmente Fox News, el locutor Rush Limbaugh, etc.) y los “soldados del
ejército de Dios”. Lo único que hace falta es un incidente/pretexto que lo
precipite, otro 11 de septiembre más devastador: la detonación de un aparato
nuclear en una ciudad importante de Estados Unidos, una epidemia de la gripe
aviar, una represalia iraní por un ataque israelí o estadounidense. Cada uno de
estos panoramas no solo son posibles sino probables. Michael Scheuer, ex
analista de la CIA a cargo de cazar a Osama bin Laden y autor de Imperial
Hubris: Why the West is Losing the War on Terror, le dijo a 60
Minutes en el 2004 que otro ataque como el 11 de septiembre es virtualmente
una certeza1 .
De darse otro incidente tipo 11 de septiembre, la enorme impopularidad de
Bush y Cheney no tendría ninguna importancia. Además, Osama bin Laden quiere que
los neoconservadores estén en el poder, se beneficia de ellos y probablemente
lanzaría un ataque para que tenga el máximo impacto en las elecciones y de esa
manera ayudar a Bush y Cheney y las fuerzas que ellos representan. Ya lo ha
hecho en otras ocasiones. Por ejemplo, la CIA ha concluido que su declaración la
víspera de las elecciones del 2004 tenía la meta de ayudar a Bush. Ni estamos
seguros de que en el 2008 haya elecciones.
Los que no tienen voz tienen que encontrarla
La gente tiene que encontrar su voz. Lo invisible tiene que hacerse visible.
Hay tanto en juego que hay que encontrar la manera de resolver este problema y
superar esta barrera. Nosotros que estamos en este país tenemos una enorme
responsabilidad ante el país y el mundo. Lo que hagamos o no hagamos, en los
próximos meses o años o lo que sea, repercutirá con una enorme magnitud.
Se puede comparar la situación en la que estamos a la de un grupo de personas
que busca impedir el colapso de un dique en medio de inundaciones y fuertes
tormentas. Nuestro grupo se ha formado en fila para llevar sacos de arena al
dique, pero no vamos a lograrlo porque somos muy pocos, a no ser que muchos más
pongan manos a la obra. Los demás tienen que ser parte del equipo de rescate, y
si lo hacen el dique no caerá. Pero no queda mucho tiempo y el agua sube
rápido.
El tema de la campaña ¡Pronúnciate ya!, que el color naranja (por medio de
listones, paliacates, playeras, etc.) se vea por todas partes, tiene como
objetivo que lo invisible sea una fuerza material visible. Si solo el 2% del
58%+ que quiere que se larguen Bush y Cheney se vistieran de naranja, eso
significaría que millones de personas estuvieran manifestando su oposición a
este gobierno. A lo mínimo, docenas de millones verán el color de la oposición
popular, ¡y no importará si los medios lo mencionen o no! Será patente.
Las manifestaciones y los plantones son importantes, pero no van a crecer
repentinamente o por incrementos a la magnitud que necesitamos. Aun si 500,000
personas fueran a D.C. y 1,000 se quedaran indefinidamente —no digo que estas
cosas no son dignas de hacer— pero aun si lo hiciéramos ¿cómo serían los
informes de prensa? Igual de negativos como en el pasado. A las tácticas que
dependen de informes periodísticos hay que sumar tácticas que no los
requieren.
Es importante reconocer el nivel de unanimidad que existe hoy en el gobierno
y lo que está en juego. Para ilustrarlo: el New York Times tenía la
misma información y quizás más que el movimiento contra la guerra sobre lo
fraudulentos que eran los argumentos y los “hechos materiales” que predominaban
antes de la invasión de Irak. El Times, sin embargo, no se opuso a la
guerra y de hecho jugó un importante papel al legitimarla. De igual manera, el
Times y otros periódicos tenían los informes sobre las encuestas a la
salida de las urnas y otros hechos que comprobaban que se robaron las elecciones
del 2004. Sin embargo, no los tomó en serio; de hecho, el Times nunca
informó sobre los resultados de las encuestas a la salida de las urnas en ningún
artículo o comentario sobre las elecciones. Más bien difundió la falsa idea de
que los tal votantes “pro valores morales” le dieron la ventaja a Bush.
Se ha estado dando un giro dramático (eso es lo que se analiza en Impeach
the President en general, pero especialmente en el Prefacio, la segunda
mitad del capítulo 2, y en los capítulos 5, 6 y 14). Los neoconservadores, a
quienes representan Bush y Cheney, tienen una ventaja decisiva. La oposición
(por ejemplo, que está encarnada en el libro de Gore The Assault on
Reason) es, en comparación, débil y, lo que es más importante, está mal
dispuesta a desencadenar a las masas porque también podría ser su propio fin
como élite y porque son incapaces de pensar fuera del marco del imperialismo y
de Estados Unidos como la superpotencia “líder” sin rivales. Naturalmente, la
única manera de enfrentarse a la derecha radical es desencadenar a la gente.
El gobierno está efectuando un cambio histórico y drástico para reestructurar
los cimientos fundamentales de la unidad en Estados Unidos y descartar ciertos
aspectos clave de la Constitución (debido proceso, hábeas corpus, inocente hasta
que se pruebe lo contrario…), así como el derecho internacional e instituciones
internacionales (Convenios de Ginebra, la ONU, etc.). Esto nos ha planteado un
peligro extraordinario así como una oportunidad extraordinaria. Está en medio de
lo que yo describiría como lo que sucede cuando un cangrejo descarta su viejo
caparazón. El nuevo caparazón es blando y vulnerable. La ruptura que está
efectuando estremece la conciencia de todos menos los que están completamente
hastiados y los que se han dejado vendar los ojos por la fe derechista. Nuestros
líderes están metidos en graves problemas en Irak. Como resultado de lo que
hacen y de las dificultades con que han tropezado como resultado de la
resistencia (de parte de los iraquíes, por ejemplo), son cada vez más
impopulares. A fin de cuentas, nos están llevando en una dirección
dramáticamente diferente.
De parte de ellos, esta es una maniobra verdaderamente radical. Todavía no
han consolidado las nuevas condiciones de su mando, así que estamos en un
período de transición, lleno de peligros para ellos y para nosotros. (Lo que
vemos con respecto a las debilidades del pueblo, en cuanto al deseo de lanzarse
a la calle y protestar, se debe en parte a que Estados Unidos nunca ha sido un
país muy democrático y en parte también a que la población, en comparación con
la de otros países, carece de complejidad política).
Debido a que la derecha sigue al mando de las instituciones de poder y a la
influencia y peso del imperio derechista de los medios, así como la cooperación,
cobardía y estrechez de miras de la prensa grande y el Partido Demócrata, Bush y
Cheney siguen a salvo de la ira popular. ¿Qué tenemos que hacer para superar ese
problema?
Aquí es donde da como anillo al dedo la campaña ¡Pronúnciate ya! Normalmente,
en la política (al igual que los movimientos), en la relación entre los líderes
y los dirigidos, los líderes en general tienen la iniciativa y los dirigidos no
avanzan más allá de donde los líderes son capaces o están dispuestos a
llevarlos. Los líderes de este país no están llevando la situación hacia un
juicio de destitución sino hacia el desdichado camino de más horrores. Lo que
tenemos que hacer es dar un “empujón” desde abajo que dé ánimo a los que han
perdido el ánimo y están frustrados, y que crea las condiciones en las que puede
surgir una dirección que puede competir.
La gente no avanzará sin dirección. Eso se aplica tanto a los sistemas
políticos como a los movimientos. Nuestro movimiento no ha llegado a ser la
clase de autoridad/dirección legítima que pueda competir y que amplios sectores
de la población respeten y sigan en oposición a la dirección que tenemos ahora.
El hecho de que el gobierno se opone sólidamente a un juicio de destitución y se
opone sólidamente (y/o teme) a denunciar las despreciables maniobras en marcha
(como la tortura) ha creado una situación en la que la población se siente
confundida, sofocada y paralizada. Claro, hay quienes han descartado la
confusión y parálisis, que es bueno. Pero si esperamos que millones más lo
hagan, entonces tenemos que darnos cuenta que se va a necesitar más que solo
nuestras denuncias, análisis y convocatorias. No vamos a superar eso con otra
manifestación. No vamos a cambiar el equilibrio de fuerzas de esa manera, no
ahora ni en estas circunstancias. Que mucha gente, millones, pase a ser líderes
requiere un enorme salto.
Todavía no se han emergido ciertos elementos clave de los años 60 con la
agitación social que se necesita y que repercute mutuamente:
internacional-nacional, nacional-internacional. Solo para mencionar algunos de
esos elementos: no se están dando movimientos de liberación nacional por todas
partes del mundo; no hay un sector del Partido Demócrata y de la prensa que
apoya en cierta medida la agitación popular (aunque sea para conciliarla); y no
hay un movimiento de derechos civiles. Para lograr lo que tenemos que lograr,
vamos a tener que hacerlo sin la ayuda de nadie. Eso no solo cambiaría la
situación en Estados Unidos sino que transformaría el ambiente mundial.
¡Imagínense el efecto que tendría en el resto del mundo ver a millones de
personas aquí en pie contra la tiranía!
Tenemos que concientizar a mucha gente para que capte nuestra estrategia y se
movilice guiada por esa estrategia, para que contribuya a ella y para que se
lance con entusiasmo porque ve que nuestra estrategia FUNCIONA. Uno de los
mayores obstáculos ahora es que a pesar de que tanta gente quiere que Bush y
Cheney se larguen, no ve cómo hacerlo ante un Partido Demócrata y una prensa
corporativa intransigentes. ¡Pronúnciate ya! puede ayudar a superar tanto el
problema de la supresión por el gobierno y los creadores de la opinión, y el
hecho de que la mayoría está con nosotros pero está desorganizada y
desorientada. Si logramos que se exprese, podríamos esquivar la hostilidad de la
prensa y atacar el punto débil de nuestro adversario. Son vulnerables
precisamente porque sus acciones son tan infames.
La campaña ¡Pronúnciate ya! no es lo mismo que una manifestación/plantón
rutinario. Unos se oponen por eso. Es importante que no menospreciemos lo que
¡Pronúnciate ya! requiere en cuanto a participación popular y acción
independiente. Estamos pidiendo que se pronuncien de una manera muy visible, a
la vista de todos, en las calles. ESTAMOS hablando de una movilización en masa.
La gente estará “en la calle”, en todas partes y donde sea que vaya. El hecho de
que no requiere el mismo compromiso que ir a una protesta no le resta
importancia. Si logramos esto, habrá que manifestar la oposición públicamente.
La campaña ¡Pronúnciate ya! tiene un aspecto muy ideológico, y eso nos lleva al
segundo tramo.
La posición moral superior
El segundo tramo de ¡Pronúnciate ya!: una de las maneras que unas fuerzas
pequeñas y no élites pueden superar sus puntos débiles es tomar la posición
moral superior y de ahí poner un reto a las élites por la dirección e
influencia. En la media en que se logre desenmascarar la falta de moral de la
actual dirección, podríamos atraer a nuestro lado a sectores de la población que
se encuentran en las garras de las élites políticas. Para lograr sus objetivos y
este cambio histórico, nuestros líderes están convirtiendo en rutinario ciertas
prácticas de facto: tortura, agresión sin provocación contra países inocentes,
detenciones indefinidas, espionaje sin orden judicial, y cosas por el estilo. No
tienen otra manera de lograr sus ambiciones alocadas.
Pero al hacerlo, hacen cosas horripilantes ante los ojos del mundo entero.
Solo han salido impunes porque nadie los ha retado. Nuestros líderes (toda la
cúpula del poder) son muy vulnerables. Tenemos que deslindar campos clara e
incansablemente en cuanto a la moral. Hay que plantear el problema tal como lo
hizo El Mundo no Puede Esperar: Tortura + Silencio = Complicidad. Hay que
escoger. ¿De qué lado estás? ¿Estás a favor de la tortura, los crímenes de
guerra y la tiranía? ¿O en contra de ellos? ¿Estás a favor de negarle a la mujer
el derecho al aborto? ¿A favor de la teocracia? Y cosas por el estilo. En la
medida que logremos que se condene lo inmoral de nuestros líderes, podríamos
superar, en buena medida, nuestras desventajas. Como dice Henry Kissinger en su
autobiografía, en los años 60 había una fuerza pequeña (Estudiantes por una
Sociedad Democrática) que ejercía bastante influencia, desproporcionadamente con
respecto a su tamaño, porque por toda la sociedad se estaba dando cuenta de que
lo que el gobierno decía era mentira.
Forjar modelos
El tercer tramo: tenemos que prestar atención de una manera especial a forjar
modelos entre los desconocidos (los chavos que se lanzan a la lucha y motivan a
otros a seguir su ejemplo) y entre los famosos: celebridades y líderes del
entretenimiento, el deporte, las artes, la literatura, la academia, las fuerzas
armadas, los galardonados del Premio Nobel, y gente así. Son líderes y los van a
seguir. Pueden jugar un papel sumamente importante y darle pies a esta campaña.
Son personas respetadas y si toman una posición pública (si se dejan fotografiar
vestidos de naranja y dan una declaración sobre por qué), nos podría ayudar a
zafar a los atraídos por la dirección política actual. Uno de los factores en la
justa protesta de la Universidad de Santa Barbara, cuando 2,000 estudiantes se
tomaron la carretera, fue la gran cantidad de maestros que cancelaron las clases
y exhortaron a los estudiantes a participar. Ese es el ejemplo que tenemos que
popularizar.
Cómo desarrollar la campaña
Acabamos de iniciar esta campaña, e indudablemente habrá muchas lecciones que
sacar y cosas que ajustar a medida que vayamos adquiriendo más experiencia. De
lo que sabemos, parece que al oír de la campaña mucha gente ha respondido con
gran entusiasmo. Por ejemplo, Barbara Olshansky dijo: "¡Qué idea más
excelente!", e inmediatamente se puso un enorme listón naranja.2 Unos
activistas cuentan que cuando se ponen listones o paliacates de naranja, tanto
desconocidos como compañeros de trabajo les preguntan por qué. Si ya están
hechas, es muy fácil repartir listones en la calle. También está claro que para
que esta campaña tenga éxito se va a requerir perseverancia y un enorme
esfuerzo. No se reconoce de inmediato el potencial que tiene esta campaña o de
la diferencia que hace que se ponga algo de naranja. ¡Pronúnciate ya! no es un
artimaña. Tenemos que presentarla con entusiasmo y convicción, conseguir que se
capte la estrategia y convencer a participar. No sucederá espontáneamente. Vamos
a tener que concentrarnos en la juventud y las personas famosas. También debemos
procurar que otras organizaciones del movimiento adopten el color naranja. A fin
de cuentas, nuestra responsabilidad es con todo el movimiento. Si hacemos estas
cosas, la probabilidad de salir exitosos aumentará muchas veces.
Footnotes
“Comentarios de las sesiones:
“#1 presentación de la idea: Como se comentó en la sesión de
autores, listones naranjas pequeños en la solapa o el bolsillo como apelación
directa a la resistencia, y no permitir que los estadounidenses seamos presos en
nuestro propio país.
“El Dr. Dennis Loo, El Mundo no Puede Esperar y otros proponen
este método para conseguir que 'se pronuncie'. Es algo que se puede usar todo el
día, en el trabajo, en las actividades rutinarias, etc., cuando uno esté en
contacto con más gente.
“Esta es una manera muy sencilla de arrebatarles el control a los
politiqueros, y para que nosotros otra vez lo tengamos en nuestras manos y
demostremos que somos muchos. Nadie puede impedir que lo hagan tantos
individuos. Si suficiente gente quiere hacer eso, podríamos tener nuestra propia
revolución de naranja. Cuando me preguntan qué significa, yo digo: la
restauración de la Constitución, la devolución de nuestros derechos, hábeas
corpus, libertad de expresión, el fin de la tortura y Guantánamo (o la versión
breve: 'Aquí es donde me disparó Dick Cheney').
Materiales
¡Todo lo necesario para hacer visible la demanda “Fuera Bush y su gobierno”
se contiene en estos materiales! No piensen que es necesario convocar un gran
evento para que la gente vea la gravedad de la situación y SE PRONÚNCIE luciendo
el color naranja.
Inviten a la gente a un bar o un café;
Pasen la película en su computadora portátil;
Lean públicamente la Convocatoria de El Mundo no Puede Esperar;
Repartan paliacates y calcomanías;
Inviten a una fiesta en la casa;
Vayan a un cine que esté presentando una película como “Sicko”; repartan la
Convocatoria; si una persona les da su nombre para futuros eventos, ofrézcanle
una copia gratis del corto DVD.
Todos tenemos amigos que captan la situación, pero que no actúan de acuerdo a
su entendimiento. Explíquenles lo fácil que es asistir o hacer una fiesta en la
casa, y lucir algo de color naranja los viernes. Den estos materiales a
estudiantes para que puedan hacer fácilmente una fiesta en la residencia de
universitarios.
No olviden que queremos un compromiso de parte de la gente a PRONUNCIARSE y
lucir el color naranja, ir a eventos y participar en ¡sacar del poder al
gobierno de Bush! Pronto, el color naranja demostrará ante todo el país nuestra
solidaridad y que somos muchos.
Donde comprar cosas de color naranja
en grandes cantidades:
Para comprar cinta de color naranja:
www.utilitysafeguard.com
Se puede usar para decorar en situaciones en que las calcomanías sean
demasiado pequeñas y sutiles. Esta cinta atrae la atención y hasta se puede
escribir en ella.
Para comprar listones de color naranja:
www.ribbonfactory.com
Estos listones son buenísimos para recaudar fondos y no se deshacen ni se
estrujan como los demás listones. Es otra forma en que la gente puede
“pronunciarse”.
Para comprar brazaletes:
www.wristbandconnection.com
Se los puede imprimir con palabras. Otra forma buenísima para hacer que la
gente luzca el color naranja, y excelente para recaudar fondos.
Para comprar paliacates de color naranja:
http://www.tansclub.com/?gclid=CLXxxfDup40CFQ8ygQodCG47tw
Un portal muy bueno para comprar paliacates de color naranja directamente de
la fábrica. Pueden venderlos con botones de El Mundo no Puede Esperar para
recaudar fondos y promocionar la campaña de “Pronúnciate
ya”.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|