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El Mundo no Puede Esperar organiza a las personas que viven en Estados Unidos para repudiar y parar el rumbo fascista iniciado durante el régimen de Bush y evidenciado en las ocupaciones asesinas, injustas e ilegítimas de Irak y Afganistán; la “guerra de terror” global de tortura, rendición extraordinaria y espionaje; y la cultura de discriminación, intolerancia y avaricia. A ese rumbo no le darán marcha atrás los líderes que nos instan a buscar puntos en común con fascistas, fanáticos religiosos e imperio. Solo es posible si la población forja una comunidad de resistencia –un movimiento independiente de grandes cantidades de personas—que, actuando en pro de los intereses de la humanidad, pone fin a dichos crímenes y demanda que se procese a los responsables por ellos.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

¡NO MAS!
¡Ningún ser humano es ilegal!

EL Mundo no Puede Esperar exhorta a cada persona a protestar contra las leyes racistas como Arizona SB1070, a desacatarlas y a DESOBEDECERLAS



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Sean Penn habla claro sobre juicio de destitución

(El 18 de diciembre, Sean Penn recibió el Premio Christopher Reeve 2006 de la Primera Enmienda de la “Creative Coalition” en la ciudad de Nueva York, donde pronunció el siguiente discurso.)

Premio Christopher Reeve de la Primera Enmienda. Para el propósito de esta noche y para mi propia satisfacción, voy a ceder a la idea de que me merezco esto.

Y con este espíritu, les diré que siento muy honrado en recibirlo. Y por eso, les agradezco a Creative Coalition y a mi amigo Charlie Rose. Vale tomar esta oportunidad para ejercer el derecho que a todos nosotros nos honra: la libertad de expresión.

Nota para más tarde:

El título original de la comedia de Luis XVI llamada “Start The Revolution Without Me (Empiecen la revolución sin mí)” es uno de mis favoritos. El título original era “Louis, There’s a Crowd Downstairs (Luis, hay una multitud abajo).” Pero más tarde hablaré sobre eso...

Las palabras pueden ser nuestras armas más civiles para el cambio si se relacionan a acciones de sacrificio o de buena voluntad, pero no tienen ni gracia ni poder sin una claridad audaz. Por eso, si tienen un poco de paciencia, voy a aprovechar una línea de Bob Dylan, “Que no hablemos falsamente ahora, pues se está haciendo tarde.”

Calentamiento global

Contaminación masiva

Guerra sin fin de Estados Unidos en Irak .

Ataques a las libertades civiles bajo la bandera de la guerra contra los terroristas.

Gastos militares

Ustedes y yo, los que pagamos impuestos en este país, pagamos 1 ½ mil millones de dólares cada día en gastos relacionados con la guerra en Irak, mientras hay necesidades sociales escandalosas.

Servicios de salud

Educación

Transporte público

Protección del medioambiente

Vivienda económica

Capacitación laboral

Inversión pública

Y construcción de diques

Nuestra información sobre esos asuntos depende en gran parte de los medios de comunicación, que dependen a tal medida en resultados financieros que el interés público ya no los interesa.

Y si decimos la verdad, estamos sujetos a las medidas oficiales de intimidación o legislación al servicio de la censura. Ya sea bajo el disfraz de la Ley Patriota o cualquier otro razonamiento “benévolo” que apoya el antiguo juego de acallar el disentimiento desanimando el pensamiento independiente e impidiendo el cambio social progresista.

La forma más efectiva de censura de facto es la preventiva. Sistemáticamente, se nos anima a mantener la cabeza baja, fuera de la línea de fuego... para evitar el peligro --Dios nos libre-- de que alguien en la Casa Blanca, en el Congreso o algún payaso de los medios de comunicación nos arremeta.

Pero, como asunto práctico, la mayoría de los límites a la expresión creativa y otras formas de libertad de expresión vienen de la autocensura, en que el mecanismo de peso corporativo ofrece zanahorias y blande garrotes. Evitamos el conflicto antes de que se materialice. Agarramos las zanahorias y nos quedamos fuera del alcance de los garrotes.

Hace unas décadas, Fred Friendly llamó eso el “veto positivo”: las corporaciones invierten grandes sumas de dinero en los programas que quieren popularizar y perpetuar. Sea en el periodismo o el drama, el trabajo creativo que no recibe el “veto positivo” financiero es sustituible y luego sustituido. Tal vez no lo llamamos ”censura”, pero cualquiera que sea el nombre que le pongamos, los efectos del sistema de “veto positivo” son severos. Imponen límites reales en traer a la atención pública, más temprano en vez de más tarde, las realidades más importantes...

Estamos empezando a ver imágenes más reveladoras de esta guerra. Pero, ¿ya es muy tarde, no? Debemos prestar atención a los resultados de esos “límites reales.” Por ejemplo, el hecho de que llega a ser más fácil comenzar guerras que pararlas.

Tengo una idea de como podemos empezar a cambiar ese proceso y quiero compartirla con ustedes. Los niños crecen en nuestro país --a propósito, muchos bajo condiciones de extrema pobreza-- y se les dice a una edad muy temprana “¡Tienes que hacerte responsable de tus acciones!” “¡Con la libertad, viene la responsabilidad!”. Y así continúa... tanto demócratas como republicanos. ¡Engaña-haz trampas-roba, y habrá consecuencias! El robo se castigará. Las acciones que causan la muerte de otras personas se castigarán severamente. El mensaje de los líderes de Washington, los medios de comunicación, la mamá, el papá y la iglesia es claro. Los criminales TIENEN que rendir cuentas.

Últimamente se habla mucho en el Congreso de que un juicio de destitución debe estar “fuera de discusión.” Se nos dice que es hora de mirar hacia adelante, no hacia atrás...

¿Pueden imaginar tal argumento en la defensa por robo mayor o distribución de grandes cantidades de metanfetaminas? ¿Qué tal el asesinato por contrato de una madre embarazada? “La acusación formal debe estar fuera de discusión.” O “Miremos hacia el futuro, no hacia el pasado.” O “No podemos permitirnos otra acusación fallida.”

Nuestro país tiene un sistema legal, no de hombres y mujeres, pero de leyes. ¿Por qué entonces estamos tan dispuestos a declarar “fuera de discusión” las provisiones inconvenientes de la constitución y las leyes federales? Nuestra preocupación más grande ahora debería ser qué ponemos SOBRE el tapete. A menos que vayamos a tener un conjunto de leyes para los ricos y otro para los que no puedan pagar los abogados exorbitantes, la verdad es importante para todos. Y la responsabilidad es un asunto de principios legales y humanos. Si vamos a seguir criticando a los transgresores sin recursos, sugiero que seamos consistentes. Si la verdad y la responsabilidad se pueden manipular hasta convertirse en conceptos falaces, igual podríamos abrir las puertas de todas las cárceles y prisiones, pues aquí (a propósito) tenemos más presos que cualquier otro país del mundo. En este momento, uno de cada 32 estadounidenses adultos está preso, en libertad condicional o en libertad a prueba.

Es decir, Estados Unidos es globalmente el país número uno en exigir que se rindan cuentas y en respaldar esa exigencia con encarcelamiento. Pero en cuanto a nuestro presidente, vice presidente, secretario de estado, ex secretario de defensa... dicha exigencia desaparece. De repente, el pasado se convierte en prólogo. Luego “nos miramos hacia el futuro.” Pero hay algunas personas que no pueden mirar hacia adelante. Por ejemplo, los hombres y las mujeres estacionados ahorita en Irak bajo las órdenes de un comandante-en-jefe que, con su bien practicado arte de decepción, convenció a una vasta cantidad de periodistas y las publicaciones más respetadas del país, como el New York Times, el Washington Post, NPR y PBS, a prestarse a su programa de construcción de guerra. Este proceso también indujo a muchísimos artistas y actores (probablemente unos que están aquí esta noche) a guardar silencio y facilitar el empuje para la invasión de Irak.

Estoy seguro que mucha gente que conocí en Bagdad, en mis viajes antes y durante la ocupación, no pueden mirar hacia el futuro. Debido a la completa destrucción de sus vidas en la violencia de la ocupación— la guerra continua de Estados Unidos y la guerra civil que ha ocasionado. Todo esto en medio de una infraestructura desmoronada por once años de las sanciones devastadoras de las Naciones Unidas.

¿Dónde queda la responsabilidad por los estadounidenses muertos y heridos, sus familias, sus amigos, y la población que ha visto convertido su país en el paria del mundo? Dichos acontecimientos los han permitido Bush, Cheney, Powell, Rumsfeld y Rice, mientras continúan perpetuando un fraude masivo contra la democracia y la decencia del país.

El 11 de enero del 2003, me presentaron en el programa de Larry King tras mi primer viaje a Irak. Sugerí que todos los padres y madres estadounidenses se sentaran a escribir: Estimados Sr. y Sra. Pueblo,... Lamentamos informarles que su hijo o hija murió en acción en Irak. Y después les pedí a los padres y madres que escribieran la carta con las palabras de consuelo que hubieran querido recibir. Cuando uno considera la perplejidad con que un padre intentaría escribir esa carta, parece imposible pensar que este país se haya llevado a esa guerra. ¡¿En quiénes esos padres y madres tenían puestos tu fé?! Sabemos que no es sólo este gobierno, pero nuestra cultura en general disfrazada de una supuesta superioridad moral, religión, y sueños adolescentes de un machismo heroico.

¿Le habrían creído a Rush Limbaugh al saber que estaba encandilado con OxyContin (un medicamento para el dolor)? ¿Al deficiente en verdades del Bill O’Reilly si hubieran sabido que se masajeaba su recto con una esponja mientras hostigaba por teléfono a un ayudante? ¿O a Hannity, si hubieran sabido que era simplemente un prostituto para la causa de sus alcahuetes Murdock y Ailes? ¿O al pequeño idiota de la corbata de moño [Tucker] si hubieran sabido que lo único que buscaba fue hacerle reír a Jon Stewart?  ¿O quizás nuestros paisanos estaban escuchando a Ted Haggert mientras aspiraba metanfetamina y chingaba a un musculoso gigoló tarado? ¿O a Mark Foley que buscaba penes de adolescentes? ¿A Joe Lieberman, sentado en velorio? ¿Y Toby Keith, que canta elogios a lo grande que son sus botas?

“¡Ay!, otra vez Sean... tiene que hablar e insultar. Dicen que no lo puede evitar.” Así, pues, ¿Insulté? Quizás se me escaparon 7 ó 8 pequeñas verdades. ¡Ay, no! tienen razón. Estuve insultando. Yo dije “idiota”. Lo retiro. O quizás no. Dije ¿prostituta? ¿alcahuetes? Eso son preguntas. Pero las preguntas realmente importantes de conciencia y responsabilidad no se alzarían tan imponentes (sin respuesta o evadidas a un costo tan elevado) si no hubiéramos fallido en insistir cada día en buscar responsabilidades legítimas. Naturalmente nos gustaría tomar el camino más fácil. Pero no hay caminos fáciles. No con el nuevo Congreso. No con  Barack Obama. Ni con John McCain. Su valentía en las prisiones de Vietnam del Norte le hizo un héroe, pero su récord en el Congreso le hace un peligro como funcionario público. Tenemos que levantarnos de una jodida vez y enseñar al mundo qué tan poderosa es la gente en una democracia. Así podemos recuperar nuestra posición como ejemplo a seguir en lugar de como paria delante de todo el mundo. Así podemos levantar la cabeza y dejar que nuestro orgullo y nuestra unidad mejoren nuestra calidad de vida y seguridad.

Dicen que perdimos a 3000 estadounidenses el 11 de septiembre. ¿Fueron suficientes? Estamos a punto de alcanzarlo. Estamos a unas pocas semanas, si no es menos, de la muerte de 3,000 estadounidenses en Irak. Yo le pido a la líder Pelosi, ¿entonces podremos poner un juicio de destitución en el tapete? Si después del Katrina no se hubiera hecho responsable al jefe de FEMA Mike Brown (aunque es posible que fuera un chivo expiatorio), hubiéramos tenido la misma negligencia y el mismo caos cuando el huracán Rita azotó Houston. Piénsenlo. Las mismas personas que elogian el castigo como fuerza disuasoria cuando se habla del “crimen y el castigo” ahora presumirán de su pensamiento positivo cuando descartan las cualidades disuasorias de un juicio de destitución.

¿Qué es un juicio de destitución? No es una disputa entre demócratas y republicanos. No lo será, si se usa responsablemente. Si la Cámara de Representantes vota para enjuiciarle al presidente, ¿se le quitará la presidencia? No, no se la quitará. Un juicio de destitución no hace eso. El juicio de destitución es la oportunidad de actuar con responsabilidad y dejar que nuestros senadores electos, demócratas y republicanos por igual, tengan la autoridad de hacer una investigación completa. La autoridad de sacar a la luz la verdad. Hay madres y padres que cada día en esta guerra pierden a sus hijos en muertes horrorosas. Muertes horribles. Mutilaciones horribles. ¿Se cometieron delitos en movilizar apoyo popular para la decisión de ir a la guerra? Por el momento estamos viviendo un escenario extremadamente cobarde: los halcones abusaron del juicio de destitución hace ocho años y ahora los demás con tan buenos modales nos negamos a usarlo hoy. Démosles protección a los que denunciaron actos ilegales, citemos a los testigos y entonces, uno por uno, obliguemos a declarar bajo juramento a este gobierno. Y si queda comprobado que se cometieron los delitos de “traición, soborno, u otros delitos mayores o menores”, entonces sigamos lo indicado en el Artículo 2, Sección 4 de la Constitución de Estados Unidos, y destituyamos al “presidente, vicepresidente, y ...a los funcionarios públicos de Estados Unidos”. Si el Departmento de Justicia piensa que es adecuado alojarlos con Jeff Skilling, que así sea.

Así que, miren... si intentamos hacer un juicio de destitución por mentir sobre una mamada, pero luego aceptamos sin cuestión esos abusos casi innegables, nos convertimos en una mancha en la bandera que izamos. Estaba escuchando a Frank Rich esta mañana en una gira de promoción de su libro. Dijo que piensa que un juicio de destitución acabaría siendo un desvío “decadente” mientras siguen matando a nuestros soldados. Admiro a Frank Rich. Naturalmente tendría razón si no hiciéramos más que un juicio de destitución. Pero somos estadounidenses. Podemos hacer dos cosas al mismo tiempo. Entonces, sigamos adelante: salgamos rápido de esa guerra en Irak Y enjuiciemos a esos hijueputas.

Christopher Reeve prometió que dejaría atrás la silla de ruedas. Bueno, no sé qué piensan ustedes, pero a mí me parece que está de pie ahora y que yo no estaría aquí si no me estuviera apoyando en él. Que sea para algo.

Georgie, hay una multitud abajo.

Gracias y buenas noches.


 

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