Resistencia en el Ejército de los EE.UU. a la
Guerra en Irak
Por Ann Wright 25 de Junio del 2006
Principios Internacionales de Nüremberg: Es
el Deber de los Ciudadanos el PARAR las Acciones Ilegales de su
Gobierno
http://www.truthout.org/docs_2006/062506A.shtml
Este artículo y el de abajo, Paren a la Bestia, fueron
publicados en este sitio web el 25 de Julio del 2006.
Originales en Inglés, traducciones al Español por Luis
Prada.
Como veterana del Ejército y de las Reservas de la Armada por 29
años, estoy horrorizada al ver lo politizado del ejército de los EE.UU. bajo la
administración Bush. La “ética y el profesionalismo” del ejército de los EE.UU.
han sido objetivo a ser destruido por los civiles asignados de esta
administración. Ellos quieren hombres y mujeres que digan “sí” y quienes no
cuestionen la ilegalidad de las políticas de la administración. Trágicamente,
Rumsfeld y su personal han tenido éxito en sofocar la discusión profesional
dentro del ejército desde el Presidente de los Jefes Conjuntos (Chairman of the
Joint Chiefs) para abajo, con la excepción del pasado Jefe de Personal del
Ejército Shinseki y ahora los seis generales jubilados. Bajo la administración
Bush, no hay responsabilidad por acciones criminales; soldados rasos y sargentos
son llevados a corte marcial, mientras que civiles con señoría y líderes
militares responsables de las políticas criminales están libres.
A pesar de la actitud de “sí, señor” de los oficiales militares
hacia las políticas ilegales de la administración Bush, hay resistencia dentro
del ejército de los EE.UU. a la guerra del Irak. El personal militar sabe que
tienen el derecho y deber de rechazar las órdenes ilegales, incluyendo el orden
de desplegarse a una guerra ilegal. Ellos saben que los Estados Unidos
ejecutaron a oficiales militares alemanes y japoneses y a civiles por su
participación en guerras de agresión en la Segunda Guerra Mundial. Ellos saben
que los principios de Nüremberg adoptados por la comunidad internacional después
de la Segunda Guerra Mundial requieren que el personal civil y militar pare a su
gobierno de cometer actos ilegales. Aquellos en el ejército quienes disienten y
se resisten a lo que ellos saben son acciones ilegales de la administración Bush
son personas del más elevado valor y conciencia.
La resistencia a la guerra de Irak dentro de la comunidad
militar de los EE.UU. está creciendo. Más de ocho mil soldados americanos están
ausentes sin darse de baja (ASDB, en inglés, AWOL), la mayoría viviendo
clandestinamente en los Estados Unidos. Ahora muchos se refieren a AWOL como
"Against War of
Lies" [“Contra la Guerra de Mentiras”] en lugar de Ausente Sin
Darse de Baja [Absent Without Leave]. La resistencia individual no pública en
el ejército generalmente resulta en una dada de baja administrativa sin
publicidad. Miles se han entregado a las autoridades militares y
administrativamente han sido dados de baja del ejército. Las bases militares de
los EE.UU. dan de baja a docenas de resistentes a la guerra cada semana.
La resistencia pública por parte del personal militar a la
guerra en Irak resulta en consejos de guerra para hacer un ejemplo del
resistente. Algún personal militar ha aplicado al estatus de objetor de
conciencia (OC). A la mayoría se les ha negado el estatus de OC y diez han sido
sometidos a consejo de guerra y encarcelado por rechazarse públicamente a
obedecer las órdenes de desplegarse a Irak a cometer actos criminales allá,
incluyendo el asesinato mediante bombardeo a civiles inocentes, el disparar a
civiles inocentes y la tortura. Aquellos que se rechazan a desplegarse al Irak
y a matar por la Administración Bush generalmente reciben más castigo que
aquellos quienes cometen actos criminales de asesinato y tortura.
Cuatro mujeres quienes habían servido en el ejército fueron
honradas la semana pasada en la reunión anual de Resistentes a la Guerra en la
Ciudad de Nueva york. Tres habían aplicado el estatus OC y se les había sido
rechazado por el ejército. Una está ahora encarcelada en el Fuerte Lewis,
Washington, por rechazarse al entrenamiento y despliegue de armas. Una completó
su asignación en Irak y regresó para llegar a ser la co-fundadora de Veteranos
de Irak Contra la Guerra [Iraq Veterans Against the War (IVAW)].
Cientos de militares de los EE.UU. han escogido resistirse a la
guerra viviendo en Canadá, la mayoría bajo el radar del ahora gobierno
conservador canadiense. Veinticuatro militares de los EE.UU. se han trasladado
públicamente al Canadá y están buscando el estatus de refugiados políticos.
Ellos son apoyados por una increíble red de ciudadanos canadienses y de
resistentes americanos a la guerra de la era del Vietnam quienes ahora son
ciudadanos canadienses y quienes asisten a la siguiente generación de militares
de los EE.UU. que se resisten a las guerras ilegales de agresión.
Este fin de semana los Veteranos de Irak Contra la Guerra, los
Veteranos por la Paz y las Familias de Estrella de Oro por la Paz, incluyendo a
Cindy Sheehan y yo, participamos en recolecciones de fondos en Búfalo, Nueva
York, para los resistentes a la guerra de los EE.UU. que viven en Canadá.
Conocimos siete de los veinticuatro hombres valerosos y sus familias quienes han
dicho que la guerra de la administración Bush en Irak es un crimen de guerra y
que su participación en la guerra significaría que ellos también son criminales
de guerra. Mientras que son voluntarios para la defensa de nuestro país, no son
hombres de decir “sí” a la administración, son hombres de decir “sí” a la
Constitución de los Estados Unidos. Son personas de conciencia quienes ven la
guerra por lo que realmente es y son resistentes a las presiones a someterse
debidamente a las órdenes militares para conducir acciones ilegales.
Sus decisiones para vivir en el Canadá subrayan el derecho del
personal militar de desafiar una orden ilegal y de vivir con las consecuencias
de este reto. Ellos han escogido vivir en el Canadá con sus familias en vez de
estar aprisionados por decir no a la matanza por los objetivos de la
administración Bush. Si la seguridad de los Estados Unidos verdaderamente fuera
amenazada, ellos la defenderían.
Viven libres de culpa de matar inocentes Irakíes. Pero la
decisión de vivir en el Canadá no viene sin sus propias penalidades. Estos
bravos soldados y marinos dejan la red de apoyo de amigos y compañeros en el
ejército. Estas personas de coraje soportan las divisiones familiares cuando
miembros de familia están en desacuerdo con su decisión de dejar el ejército e
irse al Canadá. Estos hombres honorables emprenden las luchas diarias de
súbitamente cuidar de sus familias en un nuevo país. Estos honorables soldados
no pueden retornar a los Estados Unidos hasta que una amnistía sea ofrecida por
un futuro presidente. Pero las consecuencias de este acto de conciencia
significan que estos soldados y marinos no tendrán la culpa de toda una vida de
asesinar a inocentes civiles, ni las pesadillas de ver a sus amigos volados en
pedazos en una guerra cuyo propósito ellos creen es ilegal y un crimen de
guerra.
Esta semana el Teniente Primero del Ejército Ehren Watada
llegará a ser el primer oficial en rechazarse a desplegarse con su unidad al
Irak. Será el primer oficial de esta guerra quien se rechaza a participar en
acciones militares garantizadas para destruir su futura vida emocional, si no
física – e impactar a su familia por décadas venideras. Esta semana también
marca la primera vez en esta guerra que una iglesia está ofreciendo santuario a
los resistentes a la guerra. La membrecía de la Primera Iglesia Metodista
Unificada de Tacoma, Washington, justo afuera del Fuerte Lewis, en donde el
Teniente Watada está estacionado, ha dicho que resistirá a la guerra ilegal de
la administración Bush mediante el dar cobijo a cualquiera que se rechace a
participar en la guerra.
Otro aspecto de la resistencia dentro de la comunidad militar
viene de los generales jubilados quienes cuestionan ahora públicamente los
planes operacionales militares que han puesto a las tropas de los EE.UU. en
peligro en Irak y el impacto de la guerra en Irak sobre el ejército y su
habilidad para responder a amenazas genuinas a la seguridad nacional de los
EE.UU.
Por los veintinueve años que estuve en el ejército, ya sea en
servicio activo o en las Reservas, mi peor pesadilla era que la administración
pusiera a los Estados Unidos en un conflicto militar que yo supiera era ilegal.
Hoy, si fuera llamada a las Reservas Preparadas Retiradas del Ejército de los
EE.UU., tendría que decir, "No serviré la guerra en Irak de la administración
Bush. No estaré de acuerdo en que sea llamada. Tendrán que someterme a consejo
de guerra en cuanto que no participaré en esta guerra ilegal de agresión, este
crimen de guerra."
Actos de resistencia, grandes y pequeños, reconocidos
nacionalmente o nunca oídos por la mayoría, por los militares y civiles son
todos elementos importantes para terminar la guerra ilegal, el crimen de guerra,
cometido por la administración Bush. La gente de conciencia por todo el país se
rechaza a estarse silente y están tomando pasos valerosos para terminar la
guerra ilegal en Irak.
¿Qué hará usted para parar esta guerra ilegal?
Ann Wright
Ann Wright es una coronel jubilada con 29 años en el Ejército de
los EE.UU. y en las Reservas de la Armada y como diplomática de los EE.UU. por
16 años, y se resistió a la guerra de Irak al renunciar en Marzo del 2.003 a su
posición como Subjefe de Misión o Sub-embajadora de la Embajada de los EE.UU. en
Mongolia. Ann sirvió en los cuerpos diplomáticos en Nicaragua, Granada,
Somalia, Uzbekistán, Kyrgyzstán, Sierra Leona, Micronesia y Mongolia y ayudó a
reabrir la Embajada de los EE.UU. en Kabul, Afganistán, en Diciembre del 2.001.
Como oficial militar, ella participó en la reconstrucción post-conflicto en
Granada, Panamá y Somalia. Recibió el Galardón del Departamento de Estado por
Heroísmo como la Embajadora interina de los EE.UU. durante la evacuación de la
comunidad internacional en la brutal toma rebelde de Freetown, Sierra Leona, en
1.997. Con su servicio en tanto el ejército de los EE.UU. como en el
Departamento de Estado de los EE.UU. en áreas de conflicto por todo el mundo,
ella sintió que la invasión de los EE.UU. y la ocupación de un país islámico
rico en petróleo que no le había hecho nada a los EE.UU. y que no era una
amenaza a la seguridad nacional de los EE.UU. haría al mundo más peligroso y
colocaría a los EE.UU. en mucho mayor peligro. Creía que el acto de invadir al
Irak sería un acto de agresión, un crimen de guerra. Otros dos de los cuerpos
diplomáticos de los EE.UU. también creyeron que la guerra de la administración
Bush en Irak era ilegal y se resistieron mediante la renuncia al gobierno de los
EE.UU. Como empleados civiles del gobierno de los EE.UU. no hay penalidad por
su resistencia a la guerra excepto la de renunciar a sus carreras.
Ligas: GI Hotline War Resisters Support
Campaign-Canada Peace Has No Borders War Resisters League Iraq Veterans
Against the War Veterans for Peace Gold Star Families for
Peace Military Families Speak Out The Real War Heroes
WWW.TRUTHOUT.ORG
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