5 d junio, 2006
Debate sobre Irak divide a los demócratas
STEVEN THOMMA / KRT MANCHESTER, N.H.
El sentimiento contra Bush y contra
la guerra en Irak está creciendo entre los demócratas, amenazando con llevar el
partido hacia la izquierda y crear una brecha entre los activistas cada vez más
descontentos y los líderes del partido en Washington.
Muchos demócratas fuera de Washington quieren que el partido se dirija
enérgicamente contra la guerra en Irak y que investigue, censure y hasta impugne
a Bush si gana el control del Congreso.
Sin embargo, líderes como la senadora Hillary Rodham Clinton, de Nueva York,
han mantenido su apoyo a la guerra al tiempo que critican la forma en que el
actual presidente la ha manejado y ha evitado conversaciones sobre utilizar el
poder para confrontarlo.
La división es evidente en las sesiones de primavera y verano de los
demócratas, llenas de demandas para una acción más vigorosa del ala congresional
del partido, especialmente si obtienen el control de la Cámara o del Senado el
próximo noviembre.
En New Hampshire, el estado que iniciará la primaria presidencial en el 2008,
los activistas dieron una atronadora ovación este fin de semana al senador por
Wisconsin, Russ Feingold, cuando presentó su agenda contra la guerra y se jactó
de que entre los potenciales candidatos presidenciales para el 2008, sólo él se
opuso a la guerra desde el comienzo y presionó para censurar a Bush.
En Maine, el sábado, los demócratas aprobaron una resolución exhortando la
impugnación de Bush.
En Ohio, el estado que decidió las últimas elecciones presidenciales y es un
importante punto de batalla para las elecciones congresionales este año, el
chairman del partido estatal señala que sus dos principales candidatos
[demócratas] votaron contra la guerra y los que sí la apoyaron van a tener que
dar explicaciones en el 2008.
A nivel nacional, una encuesta muestra que más de ocho de cada 10 demócratas
ahora cree que Estados Unidos no debió atacar a Irak. La misma encuesta de CBS
News esta primavera mostró que más de tres de cada cinco demócratas quiere que
las tropas norteamericanas salgan de Irak lo antes posible, aún si el país no
está estable.
En una señal del cambio de sentimiento, el senador John Kerry, demócrata por
Massachusetts, que posiblemente repetirá su candidatura para presidente, dijo a
los partidarios en un correo electrónico la semana pasada que ``la mayoría de
los miembros del Congreso, incluyéndome a mí, comparten alguna responsabilidad
por haber invadido a Irak''.
Otro candidato potencial, el ex senador John Edwards, de Carolina del Norte,
afirma que cometió un error al votar a favor de la guerra.
Y aquellos que no lo hicieron ahora se jactan de ello.
''Mi voto contra esta horrible guerra es el mejor voto que he dado en el
Senado de los Estados Unidos desde que fui electo en 1962'', manifestó el
senador Edward Kennedy, demócrata por Massachusetts en la convención estatal el
viernes.
''Nunca lo acepté. Voté contra eso'', repitió Feingold bajo el aplauso de más
de 600 activistas en la convención de New Hampshire el sábado.
''Su mensaje resuena con la gente'', comentó Lou D'Allesandro, un veterano
senador estatal de Manchester, agregando que los candidatos presidenciales que
votaron para autorizar la guerra ``van a tener que reconocer que fue un error.
No es un crimen decir que cometiste un error''.
Pero admitir una equivocación crucial, y ni qué decir de mostrarse en
oposición abierta a la guerra, podría asustar a los políticos que temen que
oponerse a la misma por impopular que sea, podría verse como antimilitar.
''Algunos de nuestros funcionarios electos se sienten desconfiados de que
podrían parecer débiles en cuestiones de seguridad nacional porque los
republicanos han tenido éxito en el pasado pintando a los demócratas como suaves
en cuanto a la seguridad nacional'', dijo la presidenta del partido Demócrata de
New Hampshire, Kathy Sullivan. ``De ahí viene la tensión''.
La misma que creó la ambigüedad política que afectó negativamente al partido
en el 2002 y el 2004 porque no estaba claro en qué creían los demócratas, expuso
Feingold.
''Había muchas formas en que la gente estaba tratando de estar contra la
guerra, sin estar en realidad contra ella'', manifestó después de su
discurso.
En Ohio, dos miembros de la Cámara que votaron contra la autorización de la
guerra, están al frente de la boleta demócrata: los representantes Ted
Strickland, nominado para gobernador, y Sherrod Brown, para el Senado.
''Ohio está cansándose cada vez más de la guerra; está cansado y agobiado'',
manifestó Chris Redfern, la presidenta del Partido Demócrata de Ohio.
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