Nuevo impulso para el viejo ‘English Only’
Tras su fracaso al nivel federal, ahora lo intentan por estado
A finales de enero pasado los resultados de una elección volvieron a poner el
tema sobre la mesa: la ciudad de Nashville, en Tennessee, fue el escenario de
una batalla entre los grupos impulsores de la iniciativa English Only, que busca
establecer el inglés como idioma oficial, y los grupos proinmigrantes y de
derechos humanos.
Tras una campaña electoral en la que la movilización de las organizaciones
activistas fue crucial, el 22 de enero el 57% de los votantes de Nashville
rechazó en las urnas la proposición que, de haberse aprobado, hubiera convertido
a esta ciudad en la más grande del país con esta medida.
Aún no se enfriaba esta historia cuando, a principios de febrero, se daba a
conocer una norma instaurada en la escuela preparatoria Vineland de New Jersey:
una maestra hizo circular entre sus alumnos un "contrato de protocolo en el
salón de clases", en el que se estipulaba que no se toleraría que los
estudiantes hablaran otro idioma que no fuera el inglés.
Ambos casos, aunque distintos entre sí, son un reflejo del nuevo impulso que
parecen haber tomado en los dos últimos años quienes apoyan este concepto,
particularmente desde las marchas proinmigrantes de 2006.
"Esta es una medida que viene cada cierta cantidad de años, gana impulso y es
probable que ahora sea el tiempo de ellos para venir", comenta Héctor Villagra,
director de comunicación de la Unión Americana para las Libertades Civiles
(ACLU). "Creo que es razonable ver una conexión, que los inmigrantes movilizados
hacen que el tema se vuelva más sobresaliente y que no sea accidental que veamos
el incremento de estos esfuerzos en los meses posteriores".
Katherine Vargas, portavoz del Foro Nacional de Inmigración (NIF), coincide.
"Sí vimos un incremento de estas medidas cuando la legislación federal no pasó
en el Congreso; entonces los estados trataron de arreglar el asunto por su
cuenta".
En el año 2006 Arizona aprobó una enmienda constitucional decretando que el
idioma oficial del estado es el inglés; en 2007 se aprobaron acciones
legislativas similares en Idaho y Kansas, y en diciembre de 2008 en Missouri,
donde la iniciativa fue aprobada por 86% de los votantes.
Otras propuestas de ley similares se encuentran en congresos estatales
esperando por su aprobación. Durante 2007 se introdujeron piezas legislativas en
este sentido en Delaware, Michigan, Rhode Island, Oregon, Pennsylvania y
Wisconsin, con dos líneas fundamentales: o establecer el inglés como el idioma
oficial del estado, o prohibir que el gobierno estatal emita información pública
y relacionada con servicios que no con críticos en otro idioma que no sea el
inglés. En 2008 ocurrió lo mismo en New Jersey, Oklahoma y Ohio.
Sin embargo los propios activistas de la iniciativa English Only reconocen
que es probable que la mitad de estas propuestas quede "congelada" en el proceso
legislativo; y de las que ya han sido aprobadas, o podrían serlo en los próximos
meses, no todas harían obligatorio el uso exclusivo del inglés.
"Hay que diferenciar los dos tipos de iniciativa. Cuando el texto de la ley
habla de ‘English Only’, esto queda asentado en la ley y en la práctica sólo
tiene una función simbólica", comenta Villagra. Tal es el caso de la mayoría de
los 30 estados que a la fecha han incorporado en su legislación esta medida.
"El problema es cuando lo que se asienta es que se establecerá el inglés como
idioma oficial y que todos los documentos gubernamentales deberán estar en ese
idioma. Ahí es donde hay que dar la batalla", agrega Villagra. De los nueve
estados mencionados, sólo dos van en este sentido: Michigan y Wisconsin.
Tal vez por esta razón, US English, English First y ProEnglish, las tres
principales organizaciones con este perfil, se refieren a su propuesta como
"Official English" (inglés oficial), y no como "English Only". De acuerdo con su
definición, la doctrina que impulsan es que "todos los asuntos oficiales de
gobierno, a todos los niveles, se realicen únicamente en inglés", lo cual
incluye documentos públicos y legislación, con excepciones como las relacionadas
con salud pública y servicios de seguridad.
"Existen en este momento 13 estados que cuentan con iniciativas pendientes de
ser aprobadas, ya sea para hacer del inglés el idioma oficial, como para poner
la propuesta en la boleta electoral", dijo a este diario Rob Toonkel, portavoz
de US English, quien consideró que durante el año 2009 Oklahoma, Pennsylvania y
Nevada podrían aprobar legislaciones en este sentido.
"La gente empuja hacia la asimilación; los estadounidenses tienden a estar en
desacuerdo en temas como la inmigración, pero tienen un acuerdo en la idea de
que, sin importar cuánta gente venga, quienes estén aquí tienen que hacer las
cosas en el estilo estadounidense", considera Toonkel. Y aún más: asegura que en
la nueva legislatura federal, la propuesta English Only cuenta con el mismo
número de simpatizantes que con la legislatura anterior, a pesar de la mayoría
demócrata de la primera.
A nivel federal actualmente existen más de ocho propuestas legislativas para
enmendar la Constitución, la más reciente presentada el pasado 11 de febrero por
el congresista Steve King, con el apoyo de 58 legisladores más. A nivel local,
el caso más sonado está en el condado de Macomb, que incluye a la ciudad de
Detroit y en este momento debate una proposición para establecer el English
Only.
"Están buscando una solución para un problema que no existe, la falta de
integración", afirma Vargas. "El Censo del 2000 indica que 92% de quienes viven
en Estados Unidos hablan inglés; muchos inmigrantes sí quieren aprender, y la
mejor manera de ayudarlos a integrarse no es a través de esas ordenanzas, sino
dándoles la oportunidad de que aprendan inglés".
Vargas consideró que a pesar del empuje de las organizaciones, los meses por
venir podrían presentar un declive en el entusiasmo por el English Only. "Las
comunidades se están empezando a dar cuenta del costo que conlleva este tipo de
legislación; con los gobiernos estatales en déficit, es poco probable que el
movimiento avance".
Un caso interesante es el de Iowa, donde el pasado 14 de enero fue presentada
una propuesta legislativa para, en sentido contrario de otros estados, revertir
la medida que está vigente desde 2002.
"Aunque hubo una ola de apoyo para este tipo de legislación local, en 2009
podemos empezar a verla como una corriente debilitada a nivel nacional, porque
las iniciativas que se presentaron no han pasado", señala Elena Lacayo,
especialista en asuntos de inmigración del Concilio Nacional de La Raza
(NCLR).
"Como [quienes la impulsan] no tienen poder a nivel federal, porque las voces
antiinmigrantes han sido bloqueadas con la nueva administración, es lógico que
vuelvan a ver a los estados como el espacio donde pasar las iniciativas
fácilmente; lugares como Nashville, donde típicamente no se cree que sea un
lugar muy demócrata. Pero por eso este caso nos da mucha esperanza; si estas
medidas continúan derrotándose en lugares así, el movimiento irá cayendo cada
vez más".
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