Negocios cumplen con el paro
La actividad comercial en Los Ángeles mantuvo ayer sus puertas
cerradas
Róger Lindo Martes, 02 de mayo de 2006
En Huntington Park, más del 90% de los comercios en el bulevar Pacific, una
de las arterias comerciales más pujantes del sur de California, mantuvo sus
puertas cerradas en respuesta al llamado a tener "un día sin inmigrantes"
decretado por organizaciones latinas. Si algo abundaba ayer en esa ciudad eran
los sitios de estacionamiento.
En el Distrito de la Costura, en el centro de Los Ángeles, vibrante emporio
comercial cuyas calles y aceras normalmente se cuentan entre las más
congestionadadas del área, se registró un cierre total. Urban City, Spot,
Rossini Clubs, Magia Hip Hop, Venezia, tiendas que se levantan en la calle
Maple, entre la autopista 10 y el bulevar Pico, eran algunas de las que no
abrieron.
Lo mismo ocurrió a lo largo de la calle Broawday, que fue la ruta principal
seguida por la marcha del mediodía. Exceptuando a algunas ventas de tortas y
bebidas, y a los vendedores ambulantes, que hicieron su agosto vendiendo tacos,
salchichas y gaseosas a los manifestantes, el comercio en la vía estuvo
virtualmente paralizado.
"Nuestras oficinas permanecerán cerrradas el día lunes 1 de mayo por la
celebración del Día del Trabajo", explicaba un rótulo a la entrada de Bancosal
Inc. La empresa, afiliada con el Banco Salvadoreño, que se dedica al negocio de
las remesas familiares y cuya clientela es mayoritariamente centroamericana. A
eso de las 10:30 de la mañana, más de la mitad de los establecimientos en esa
esquina mostraba el rótulo de "Cerrado".
LA Donuts, en el minicentro aludido, abrió sus puertas ayer, pero "el negocio
ha bajado", dijo la dependienta, oriunda de Tailandia, que se rehusó a
identificarse.
Gerardo Romero, uno de tres clientes presentes, acudió a comprar café camino
a la marcha del mediodía. Dijo trabajar en una tienda de ropa en "los
callejones" de la calle Santee. Él y sus cuatro compañeros pidieron el día libre
para sumarse a la actividad.
"Definitivamente hay un impacto [económico] este día, lo que habrá que ver es
cuánto se puede recuperar mañana [hoy]", comentó Jack Kyser, economista en jefe
de la Corporación de Desarrollo Económico del Condado de Los Ángeles (LAEDC).
Una pregunta clave, hizo ver, es cómo afectará el paro a los trabajadores que
participaron en las marchas sin recibir paga, pues se trata de un día de salario
perdido. Las operaciones comerciales en las calles donde tuvieron lugar las
marchas probablemente no recuperarán los ingresos que perdieron ayer, señaló.
"Lo que para mí sería más perturbador es que los camioneros que operan en los
puertos continuarán su paro; no sabemos si volverán al trabajo mañana o si
piensan seguir el boicot", dijo, agregando que aunque esta no es la temporada de
más actividad en el puerto, cualquier perturbación afecta el flujo del tráfico
vehicular y comercial.
Según las autoridades del puerto de Los Ángeles, el 90% de los 34 mil
conductores de camiones que dan servicio a la terminal no se presentaron a
laborar ayer. En vez de eso, estacionaron sus camiones en el parque Banning, de
Wilmington. Las pérdidas económicas se aproximan a un millón de dólares.
"Un promedio de 10 mil contenedores no fueron movidos", dijo Theresa Adams,
portavoz del puerto. "Normalmente tenemos un promedio de 30 mil viajes de carga,
pero esta mañana [por ayer] hubo poco movimiento".
Stephanie Williams, portavoz de la Asociación de Camioneros de California
(CTA) aseguró que quienes perderán por el boicot y el paro de labores serán las
compañías operadoras de transporte pesado. Advirtió que "el impacto se resentirá
fuera de California, en estados como Arizona, Nevada y Oregon".
Aproximadamente el 85% de los conductores de camiones del puerto son
hispanos.
Goya Foods Inc., considerada la más grande empresa de distribución de comida
en el mercado hispano, no operó sus 300 camiones de carga. Como consecuencia,
más de cinco millones de productos alimenticios no llegaron a su destino.
"Queremos que la comunidad latina y todos los inmigrantes sepan que nos
unimos a ellos en este día histórico," declaró Oralia Michel, portavoz de la
empresa. Nuestra nación no puede seguir ignorando las contribuciones del
inmigrante en este país".
Gigante, Liborio, La Tapachulteca y La Curacao, cuatro de las cadenas de
supertiendas de la región que venden a latinos, no abrieron al comercio. Esta
última, que posee sucursales en Los Ángeles, Panorama City, San Bernardino,
Lynwood, Sagus y Huntington Park, organizó, en colaboración con varias
organizaciones no lucrativas y la Barra de Abogados Mexicoamericana, sesiones
gratuitas para orientar al público sobre cuestiones de inmigración.
A media mañana, alrededor de 30 personas recibían orientación en la sucursal
de Los Ángeles, ubicada en el cruce de Union y Olympic.
"Abrimos únicamente para responder preguntas sobre temas legales. Estaremos
haciéndolo hasta las 2:00 de la tarde", dijo Juan I. Valle, un supervisor de esa
tienda. Dijo que entre dos mil y 3,500 personas la visitan diariamente durante
los días normales.
A una cuadra al norte de La Curacao, las cortinas de hierro lucían corridas
en La Pradera Central Market & Bakery y en la oficina de remesas El Camino.
La corporación McDonald’s dio a conocer que algunos de sus restaurantes
estaban operando con menos personal o se limitaron a abrir únicamente sus
ventanillas para automovilistas.
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