El Memorando sobre la Tortura: Planificando Crímenes Contra la
Humanidad
Por Kenneth J. Theisen – 3 de Abril de 2008
Después de años de litigio, el tristemente célebre memorando sobre la tortura
del Departamento de Justicia (DJ) ha sido hecho público por el régimen de Bush.
El memorando de 81 páginas, escrito por John Yoo, en aquél entonces un director
de la Oficina de Consejo Legal (OLC) del DJ, fue enviado al principal abogado
del Departamento de Defensa, Dr. William J. Haynes, el 4 de marzo del 2003. Ese
documento aseguró que el Presidente tiene poderes ilimitados para ordenar
interrogatorios brutales para extraer información de los detenidos. De acuerdo
con Yoo “nuestras previas opiniones dejaron claro que la ley internacional
habitual no es ley federal y que el presidente tiene poder de anular esas leyes
a su discreción”. Bajo el régimen de Bush, las leyes internacionales que
prohíben la tortura fueron ignoradas. Miles de prisioneros fueron y siguen
siendo habitualmente torturados y abusados en prisiones operadas por los EEUU en
todo el mundo. Este memorando fue usado para “justificar” legalmente estos
crímenes.
El memorando fue desclasificado el 1º de abril como resultado del pleito
llevado a cabo contra el gobierno por la Unión Norteamericana de Libertades
Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) bajo el Decreto de Libertad de
Información. De acuerdo con la abogada del grupo, Amrit Singh, “altos oficiales
del Departamento de Justicia le dieron al Pentágono luz verde para torturar a
los prisioneros. Es un escándalo que ninguno de estos funcionarios de alto nivel
no han sido todavía reprendidos por su papel en autorizar el abuso a los
prisioneros”.
El memo no fue una aberración. Otro memorando del OLC defendiendo la misma
forma de autoridad ejecutiva irrestricta fue enviado a la CIA en agosto del
2002. En aquel ahora notorio documento, la tortura fue definida tan
estrictamente que solamente comprendía aquellos métodos que resultasen en dolor
semejante al asociado con “muerte, colapso de órganos o discapacidad permanente
de una función corporal significativa”. Todos los otros métodos de
“interrogatorio severo” no fueron considerados como tortura.
El memorando recién divulgado repite el consejo dado anteriormente a la CIA.
Pero el memorando del 2003 da un paso adelante en su afirmación sobre los
poderes presidenciales ampliados. Reivindica que en época de guerra, el poder
del Comandante en Jefe anula la garantía del estado de derecho de la Quinta
Enmienda y otros derechos y protecciones constitucionales.
“El memorando muestra que el mismo análisis legal vergonzoso que fue la raíz
del programa ilegal de interrogatorio de la CIA está también en la raíz del
programa del Departamento de Defensa”, dijo Jameel Jaffer, director del Proyecto
de Seguridad Nacional del ACLU. “El memo toma una visión extremamente amplia
sobre los poderes del Presidente como Comandante en Jefe. Si uno cree en ese
memorando, no hay límites para todos los tipos de métodos de interrogatorio que
pueden ser autorizados por el Presidente”. Jaffer afirmó que el raciocinio de
Yoo hace exactamente eso: “La razón misma del memo es obviamente anular
cualquier tipo de demanda legal sobre la autoridad del presidente en tiempo de
guerra. El memo fue escrito para autorizar la tortura, y eso fue exactamente lo
que hizo”.
En el memo, escribe John Yoo: “Si un defensor del gobierno ocasionara
lesiones a un enemigo combatiente durante un interrogatorio de forma que estaría
discutiblemente violando una prohibición criminal, lo estaría haciendo para
evitar nuevos ataques a los EEUU por la red terrorista Al Qaeda. En ese caso,
creemos que él podría argumentar que la autoridad constitucional del Ejecutivo
para proteger a la nación de ataques justificaría sus actos”. En otras palabras,
Yoo argumenta que los torturadores tienen inmunidad de demandas por tortura
siempre y cuando el Presidente diga que eso es necesario para proteger la
seguridad nacional.
Yoo también concluye que combatientes enemigos extranjeros mantenidos en el
exterior no están protegidos del castigo cruel e inusual supuestamente
garantizado por la Constitución. Yoo, en su visión amplia del poder del
Ejecutivo, descarta el papel del Congreso diciendo que éste “no puede interferir
con el Presidente en el ejercicio de su autoridad como comandante en jefe para
controlar la conducta de las operaciones en tiempo de guerra”. Pero durante el
régimen de Bush, el Congreso generalmente ha votado con Bush. Ha “legalizado”
muchos de los actos ilegales del gobierno, desde programas de espionaje masivo
hasta las guerras agresivas desencadenadas por su gobierno. Ha financiado esas
guerras que han resultado en la captura de decenas de miles de “combatientes
enemigos”.
El memo escrito por Yoo revela el desarrollo de métodos de interrogatorio
para uso en la bahía de Guantánamo y otros agujeros infernales mantenidos por el
régimen de Bush. En un libro recientemente publicado, “La Administración de la
Tortura”, los abogados de ACLU, Jaffer y Singh, revelan que a un grupo de
trabajo del Departamento de Defensa convocado por el entonces Secretario de
Defensa Donald Rumsfeld, al que le dieron una copia del memorando de Yoo de
marzo del 2003, informándoles que ese sería la “guía definitiva”. Confiados en
ese memorando, el grupo de trabajo al final endosó “los métodos de
interrogatorios severos”, lo que viola la ley nacional e internacional. Rumsfeld
confió en el memo del grupo de trabajo para autorizar nuevas directivas de
interrogatorio para uso en Guantánamo. El General Geoffrey Miller, encargado de
Guantánamo, fue después enviado a Irak para fomentar la adopción de esos métodos
de tortura en ese país, inclusive la prisión de Abu Ghraib.
El memo divulgado confirma que las justificativas para la tortura practicada
por el régimen vienen desde la cúpula del gobierno. Lamentablemente, nuestros
“líderes” en el Congreso han dejado claro que no van a responsabilizar a nadie
de este régimen por las atrocidades cometidas. Y aunque el régimen ahora alega
que ese memo ya no está operativo, la tortura sigue siendo practicada. Más de 50
mil prisioneros de la llamada “guerra al terrorismo” son actualmente mantenidos
por los EEUU o sus aliados. Los prisioneros tienen que encarar la tortura,
violaciones y hasta la muerte en esos agujeros infernales. ¿Qué harás para
detener estos crímenes de lesa humanidad?
Ken Theisen es un veterano activista de movimientos que se oponen al
imperialismo norteamericano, sus guerras y la dominación de países en todo el
mundo, y un abogado contra la violencia doméstica en el área de la Bahía de San
Francisco.
El memorando completo de Yoo (en inglés) puede ser encontrado en línea en la
siguiente página: http://www.aclu.org/pdfs/safefree/yoo_army_torture_memo.pdf
En “La Administración de la Tortura,” Jaffer y Singh detallan como
las prácticas de interrogatorio sancionadas por la cúpula del regimen de Bush
llevaron al sistema a abusar y torturar a los prisioneros bajo la custodia de
los EEUU. Para más informaciones, visite: http://www.aclu.org/about/staff/administrationoftorture.html
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