MILWAUKEE,
Wisconsin (AP).— Miles de personas participaron ayer en una marcha por las
calles de esta ciudad en una protesta titulada “Un día sin latinos” en un
esfuerzo por impedir que el Congreso perjudique a los trabajadores
indocumentados.
La policía calculó que unas 10 mil personas participaron en las
manifestaciones y en una marcha hasta el centro de Milwaukee. Los organizadores
calcularon la cifra en 30 mil personas.
“Hemos venido a trabajar, no a ser discriminados”, destacó Juan Hernández,
que dijo que su jefe le autorizó a él y a otros trabajadores del mismo
restaurante a que participaran en la protesta. “Queremos que se nos trate con
igualdad”.
Unos 90 negocios de propiedad de latinoamericanos en el sector sur de la
ciudad estuvieron cerrados durante el día o algunas horas en respaldo de la
protesta.
Los manifestantes se oponen a un proyecto de ley aprobado en diciembre por la
Cámara de Representantes que convertiría en delito estar ilegalmente en Estados
Unidos. Asimismo impondría nuevas sanciones a los empleadores que contraten a
inmigrantes ilegalmente y respalda la construcción de una muralla en un tercio
de la frontera con México.
El nombre de la manifestación fue tomada de un documental de ficción, “Un día
sin mexicanos”, que simula cómo sería la vida en California si todos los latinos
desaparecieran repentinamente.
Vistiendo camisetas que afirmaban “No somos delincuentes” y ondeando banderas
estadounidenses, mexicanas y otras, miles de personas, jóvenes y viejos,
escucharon a oradores de las comunidades empresariales y religiosas y a
activistas políticos.
Raúl Alcántara estaba entre casi cien empleados y maestros que no asistieron
a la Universidad Técnica de Milwaukee para poder acudir a la marcha.
“Estamos totalmente en desacuerdo (con las medidas gubernamentales) porque
este país está formado a base de inmigrantes”, dijo Alcántara, un profesor de
matemáticas oriundo de México.
También protestaron por la posibilidad de que los inmigrantes indocumentados
pierdan sus privilegios para conducir vehículos en los próximos años. Una nueva
ley federal requiere que a partir de 2008 los estados verifiquen si los que
solicitan licencias de manejo son ciudadanos estadounidenses o residentes
legales.
“Nunca cerraremos los ojos ante cualquier injusticia contra cualquier ser
humano”, dijo Christine Neumann-Ortiz, presidenta de Voces de la frontera,
institución que organizó la marcha.