Marcha en Nueva York por los inmigrantes Abarrotaron el puente de
Brooklyn
Rafael Cores, Univision Online*
NUEVA YORK - "Aquí estamos, y no nos vamos", "Aquí estamos, y nos quedamos",
gritaban ya una hora antes del comienzo de la marcha los miles de neoyorquinos
que acudieron a la plaza Cadman de Brooklyn.
Dos horas de marcha
Al menos 100 mil personas abarrotaron durantes más de dos horas
el mítico puente de Brooklyn, que une el barrio de Nueva York del mismo nombre
con la isla de Manhattan.
Latinos de todos los países, irlandeses,
chinos, alzaron voces y banderas para reclamar a los congresistas de Estados
Unidos una ley migratoria que ampare a los indocumentados y no los criminalice.
La marcha sobre el puente de Brooklyn partió puntual a las 11 a.m.,
encabezada por líderes religiosos y sindicales locales, no sólo latinos, sino
también de otras comunidades, si bien los hispanos eran mayoría
abrumadora.
El clima fue benévolo. Los pronósticos decían que iba a
llover, pero el mal tiempo respetó la marcha hasa el final. La lluvia sólo
apareció cuando la multitud ya había cruzado el puente y se congregaba frente al
ayuntamiento de la ciudad.
Tras Los Ángeles y
Chicago
Esta manifestación es "una expresión de unidad de todas
las comunidades mostrándole al país que no nos vamos a quedar atrás de
movilizaciones como las que ocurrieron en Chicago y Los Angeles", dijo el
puertorriqueño Rubén Díaz, senador del estado de Nueva York.
Las marchas
de apoyo a los inmigrantes se producen mientras el Congreso en Washington debate
la reforma migratoria, un proyecto de ley que tiene dividido al gobernante
Partido Republicano, donde el presidente George W. Bush es favorable a crear un
sistema de visados de trabajo temporal, algo que el ala más conservadora percibe
como una amnistía encubierta y que tampoco satisface a los inmigrantes.
"No somos criminales"
En la marcha de Brooklyn a Manhattan, era raro el manifestante
que no portara un cartel, una bandera, una gorra con mensaje.
"No somos
criminales. Sólo queremos una vida mejor para nuestras familias", rezaba una de
las pancartas.
"We love you America", se leía en otra.
Los
participantes llegaron de toda la ciudad de Nueva York, y también de Nueva
Jersey, como Ebodio Correa, un mexicano de 37 años que trabaja como mecánico de
autos.
"Pedimos legalización. No quiero que se aprueba la reforma que
convierte a los inmigrantes en criminales," dijo Correa, que acudió a la marcha
con su mujer y sus dos hijos.
"Como en
Canadá"
Otros esperan que se aprueba un programa de visas de
trabajo.
"Aunque no se puede legalizar a todos, se han de permitir
contratos temporales, como en Canadá, donde están teniendo mucho éxito", comentó
Carlos Rojas, un dominicano que lleva 15 años viviendo en el Bronx y se ha hecho
ciudadano estadounidense este mismo año.
"Uno siempre tiene familiares
que quieren regularizar, o que están fuera del país. Esto es muy importante",
añadió.
Gritos contra Bush
En la parte inicial
del puente los marchantes se cruzaban con el tráfico que llegaba a Brooklyn.
Jaleados por los manifestantes, cientos de conductores hacían sonar sus bocinas
y mostraban su apoyo a la marcha levantando el dedo pulgar o haciendo la señal
de la victoria.
Muchos, también, dirigían sun cánticos al presidente de
EU.
"Nosotros no nos vamos, que se vaya Bush", gritaban. "Yo limpié la Zona Cero"
Una de las pancartas más impactantes decía: "Yo limpié la Zona
Cero".
Y es que entre los manifestantes estaban miembros del sindicato
local 78, que representa entre otros a trabajadores especializados en retirar
materiales peligrosos, como asbestos y plomo.
Más de 2 mil de sus
afiliados trabajaron durante meses entre las ruinas del World Trade Center tras
el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.
Algunos enfermaron y
están en un programa de rehabilitación, según el dominicano Edison Severino,
secretario del sindicato.
Sin licencia para
trabajar
Pese a ello, la ciudad y el Estado de Nueva York no
renovó el permiso para trabajar con asbestos a algunos de esos trabajadores que
limpiaron la Zona Cero, porque sus papeles no estaban en regla.
Es el
caso de Edgar Hernando Duque, un colombiano de de 48 años que lleva desde 2003
sin la licencia, y quien se unió a la marcha con una gorra en la que se podía
leer, en inglés:
"12 años. Soy un trabajador. No soy un criminal. Yo
pago mis impuestos".
Duque lleva 12 años en el país, pero no tiene
permiso de residencia. El momento de Nueva York
Se calcula que la Gran Manzana tiene al menos medio millón de
indocumentados. Pero las marchas a favor de una reforma migratoria amplia no se
habían dado aún en la ciudad.
"Se dieron en Chicago, en Milwaukee, en Los
Angeles. Ahora es el momento de Nueva York", aseguró el sindicalista Severino,
que recordó que hay otra protesta prevista para el 10 de
abril.
Contra la HR-4437
Muchos de las voces se
alzaban en contra de la propuesta de ley HR-4437, aprobada por la Cámara de
Representantes el 16 de diciembre, y que convertiría en criminales a todos los
indocumentados del país.
"Es inmoral. Es irracional. Simplemente, no es
América", aseguró Severino.
Mientras, los cánticos no
cesaban.
"¡¡No nos vamos, no nos vamos. Y si nos echan, nos regresamos!!"
Día de fiesta
Para muchos inmigrantes, no era únicamente un día de protesta,
sino también un día de fiesta.
Yaotekalt, un joven mexicano que lleva dos
años en Nueva York, vestía las ropas rituales de un guerrero
azteca.
"Representa a mi gente. Éste es el traje de los grandes festejos.
Y hoy es una fecha muy significativa para todos los inmigrantes, una
celebración", aseguró Yaotekalt.
Efectivamente fue una celebración de
cánticos y banderas, hasta el punto que los vendedores ambulantes de banderitas
de países latinoamericanos a tres dólares agotaron sus
existencias.
Superadas las expectativas
El
senador estatal Rubén Díaz declaró al final de la marcha que no recordaba una
movilización semejante en la ciudad de Nueva York y que había "superado las
expectativas".
"Es un éxito tremendo. Estoy muy impresionado", dijo Díaz,
reverendo y principal organizador.
Díaz lideró los discursos al final de
la marcha, frente al ayuntamiento de la ciudad, que tuvieron un marcado carácter
religioso. Agua a 2 dólares
Antes del comienzo de la marcha, en un puesto de bebidas
cercano a una boca del metro, la colombiana Diana Rosado indicaba a sus clientes
dónde se estaba reuniendo la gente.
"Yo mando a la gente para dónde es.
No voy porque tengo que trabajar, pero cada uno aporta su granito de arena",
dijo Rosado, que lleva 20 años en Estados Unidos.
"Tenemos que estar
unidos", añadió. "A ver si salen cosas positivas de esto".
En ese
momento, su ayudante, un chico de unos 18 años, traía dos cajas de botellas de
agua.
"Éstas las tienes que vender a 2 dólares", dijo el
muchacho.
"¡Dos dólares! Estás robando a los hispanos, a los
inmigrantes", respondió Rosado.
Datos de la
marcha
La marcha por la reforma migratoria en Nueva York fue
organizado por 280 organizaciones. "Es una marcha de esperanza", explicó Eduardo
Giraldo, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Queens.
Los
organizadores señalaron que el puente Brooklyn se ha transformado en el símbolo
de esperanza para los inmigrantes.
"Fue construido por irlandeses e
italianos, y en las faenas murieron más de 200. Simboliza el aporte, el progreso
de quienes venimos a este país a trabajar y progresar", dijo Giraldo.
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