1 de octubre de 2008
La invasión de los pitufos marinos
Por Amy Goodman
Hace un par de semanas apareció un artículo en el periódico Army
Times, que ha pasado mayormente desapercibido, acerca del Primer Equipo de
Combate de la Brigada de la 3ª División de Infantería. “A partir del 1 de
octubre y durante 12 meses,” relataba la redactora del Army Times Gina
Cavallaro, “el Primer Equipo de Combate de la Brigada estará bajo el control
diario del Army North de Estados Unidos, el servicio del Ejército que integra el
Comando Norte, para actuar como una fuerza nacional de respuesta ante
emergencias y desastres, naturales o producidos por el hombre, incluyendo
ataques terroristas.” Más preocupante aún, el artículo continúa: “pueden ser
convocados para ayudar en caso de disturbios civiles y para el control de
multitudes”.
Esta fuerza se llamará Fuerza de Gestión de Respuestas a Consecuencias de
origen químico, biológico, radiológico, nuclear o por explosivos de alta
potencia. Las siglas del nombre original (Consequence Management Response
Force), CCMRF, se pronuncian en inglés “sea-smurf” (pitufo marino). Estos
“pitufos marinos,” informa Cavallaro, han pasado 35 de los últimos 60 meses en
Irak patrullando en una situación de estrés total,” en una zona de combate, y
ahora pasarán sus 20 meses de reposo —el tiempo de descanso que necesitan pasar
los soldados para “reajustarse y recuperar fuerzas tras haber sido desplegados”—
armados y listos para saltar a las calles de EE.UU..
El artículo del Army Times incluye una corrección que afirma que dicha fuerza
no va a usar armamento no letal dentro del país, como se supuso en un momento.
Llamé a la Teniente Coronel de la Fuerza Aérea, Jamie Goodpaster, una oficial de
asuntos públicos del Comando del Norte. Me dijo que la misión general era
humanitaria, para salvar vidas y ayudar a las comunidades a recuperarse de
acontecimientos catastróficos. No obstante, las fuerzas militares llevarían
armamento, almacenado en contenedores, entre el que se contarían armas letales y
también las llamadas “armas no letales”. Tendrían principalmente vehículos
militares de patrulla, pero, continuó Goodpaster, también tendrían acceso a
tanques. La oficial afirmó que el uso de las armas se decidiría a un alto nivel,
posiblemente al nivel del Secretario de Defensa.
Los rumores de disturbios en las calles de EE.UU. son algo omnipresente en el
momento actual, con el contraste entre Wall Street y los ciudadanos de a pie. La
crisis financiera a la que nos enfrentamos sigue siendo poco clara para la
mayoría de la población; los titanes del mundo de los negocios y los
funcionarios gubernamentales nos aseguran que el sistema financiero está “en el
filo,” que es necesario un rescate financiero descomunal, inmediatamente, para
evitar un desastre. Los miembros conservadores y progresistas del Congreso,
respondiendo a la insistencia de sus electores, bloquearon el plan inicial. Si
la economía llega a hundirse, si la gente no puede ir al banco a retirar sus
ahorros, o sacar dinero de un cajero automático, podría darse una seria
situación de “disturbios civiles”, y los “pitufos marinos” podrían ser
convocados antes de lo que nos imaginamos para ayudar en el “control de las
multitudes.”
El establishment político y el establishment financiero
parecen muy molestos por el hecho de que la gente llegue a oponerse a su gran
rescate económico, que recompensa a los financieros por especular. La gente
corriente se preocupa por pagar las cuentas, comprar comida y gasolina y pagar
un alquiler o una hipoteca en esta realidad cada vez más incierta. Nadie propone
nunca un rescate económico para la gente corriente. El castillo de naipes de
Wall Street se ha derrumbado, y los banqueros adinerados no cuentan con la
simpatía de la gente de la clase trabajadora.
Ahí es donde entran los pitufos marinos. Oficialmente constituidos para
responder a desastres graves, como un ataque nuclear o biológico, esta brigada
de combate está bajo el mando del Comando Norte de EE.UU., una estructura
militar creada el 1º de octubre de 2002 para “llevar el mando y el control de
las tareas de seguridad nacional del Departamento de Defensa.” La participación
militar en operaciones internas fue originalmente prohibida por la Ley Posse
Comitatus de 1878. La Ley John Warner de Autorización para la Defensa Nacional
(John Warner National Defense Authorization Act) para el año fiscal 2007, sin
embargo, incluyó una sección que permitía al presidente desplegar las fuerzas
armadas para “restaurar el orden público” o para eliminar “cualquier tipo de
insurrección.” Aunque un proyecto de ley posterior derogó esa autorización, el
Presidente Bush incluyó una declaración al firmar esa nueva ley en la que decía
que no se consideraba obligado a acatar la anulación.
Nos hallamos en un momento de disparidad económica creciente, llegando a
tener la mayor brecha entre ricos y pobres de entre todos los países
industrializados. Estamos presenciando cómo se reprime a los que piensan
diferente, el caso más reciente es el de los 100 millones de dólares gastados en
“seguridad” en las convenciones nacionales demócrata y republicana. El enorme
despliegue de fuerzas paramilitares en la Convención Nacional Republicana de St.
Paul, Minnesota, fue absolutamente excesivo, lo que desalentó manifestaciones y
produjo arrestos masivos (había soldados de la Guardia Nacional recién llegados
de Fallujah). El arresto de casi 50 periodistas (incluida yo misma) mostró una
clara escalada en el intento de controlar el mensaje (similar a la prohibición
de publicar fotografías de los féretros cubiertos con la bandera que traen a
soldados fallecidos en la guerra). Hay dos guerras impopulares en marcha que
están costando vidas y cientos de miles de millones de dólares. El economista
ganador del Nobel Joseph Stiglitz calcula que la guerra de Irak sola costará más
de 3 billones (3.000.000.000.000) de dólares.
En diciembre de 2001, en medio de una restricción del acceso a las cuentas
bancarias debida a una crisis financiera, argentinos respetables de clase media
se sublevaron, salieron a las calles, rompieron las ventanas de los bancos y
acabaron por echar al gobierno que estaba en el poder, a pesar de la masiva
represión policial y un fallido intento de controlar los medios. Aquí, en
Estados Unidos, ante la posibilidad de un quiebre total de nuestro sistema
financiero, la gente ha hablado y no desea un acto sin precedentes de asistencia
estatal en beneficio de las grandes corporaciones. No sabemos cuán cerca está el
sistema de derrumbarse, ni conocemos lo cerca que está la gente de salir a las
calles. La creación de una fuerza militar activa, los pitufos marinos, que
podría usarse en nuestro propio país para sofocar las protestas públicas es una
muy mala señal.
Denis Moynihan ha colaborado en esta columna.
———————————– Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now!
www.democracynow.org, noticiero internacional diario emitido en más de 700
emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo. Ella fue la primera
periodista galardonada el 1 de Octubre, 2008 con el premio “Right Livelihood”
conocido como el “Nobel Alternativo”.
© 2008 Amy Goodman
Texto
en Inglés. Traducido por: Ángel
Domínguez y Democracy Now! en
español, spanish@democracynow.org
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