22-01-2009
Estrategias del nuevo gobierno en Afganistán y Pakistán La guerra de
Obama
Enrico Piovesana
Peace Reporter
Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
Mientras en Washington Barack Obama estaba jurando como 44º presidente de los
Estados Unidos, en el valle afgano de Tagab, 50 km. al norte de Kabul,
veinticinco civiles morían bajo las bombas lanzadas por cazabombarderos
estadounidenses.
En Islamabad, a esa misma hora, el jefe del Mando central de EEUU, general
Petraeus, ordenaba a los pakistaníes que se emplearan a fondo contra la
retaguardia talibana en las áreas tribales. Dicho y hecho: a las pocas horas, en
las montañas de Mohmand, en las cercanías de la frontera afgana, sesenta
presuntos talibanes resultaban muertos en una ofensiva terrestre y aérea masiva
de las fuerzas armadas pakistaníes. Soldados de Islamabad prendieron fuego a
unas treinta casas de civiles "simpatizantes" de la guerrilla para arrasarlas
después.
El frente afgano. El nuevo presidente de EEUU dijo sin tapujos antes
de ser elegido que Afganistán, junto con Pakistán, sería el frente de guerra en
que se concentraría su gobierno. Obama -siguiendo indicaciones del general
Petraeus y de su consejero de política exterior, Zbigniew Brzezinski- dio luz
verde al "despliegue" afgano: un aumento de tropas sin precedentes. En pocos
meses los soldados de EEUU que combaten en Afganistán pasarán de 30.000 a
60.000. Una estrategia de "guerra total" duramente criticada por el propio
presidente afgano Hamid Karzai, según el cual cuanta más guerra, más muertos y
destrucción habrá y, por ende, mayor respaldo popular a los talibanes. Lo único
es que poco vale su palabra actualmente: no es un misterio que en Washington
andan buscando un hombre más "de fiar" para sustituir a Karzai con vistas a las
próximas elecciones afganas a finales de año. En Kabul, circula ya un nombre: el
del actual ministro del Interior, Mohamad Hanif Atmar.
El frente pakistaní. En cuanto a Pakistán, los proyectos de Obama son
igualmente belicosos. Las áreas tribales pakistaníes en la frontera con
Afganistán serán consideradas de ahora en adelante parte del escenario de guerra
afgano, pues se consideran -no sin razón- retaguardia estratégica de la
guerrilla talibana que combate en Afganistán contra las tropas EEUU y OTAN ya
que es ahí donde tienen sus centros político-militares de alistamiento,
instrucción, armamento y financiación. La estrategia militar de Obama en esta
región prevé un aumento de bombardeos misilísticos de EEUU (ya en marcha)
acompañada de una intensificación mayor aún de la ofensiva militar
"subcontratada" a las fuerzas armadas pakistaníes (tal vez "asesoradas" por
consejeros militares y fuerzas especiales de EEUU).
Algunos analistas militares vislumbran un paralelo histórico entre esta
estrategia y la decisión del presidente Richard Nixon en 1969 de bombardear la
retaguardia del Vietcong en Camboya. Para EEUU la aventura no terminó en buen
puerto entonces. A lo mejor Obama tiene más suerte.
Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/13844/La+guerra+di+Obama
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