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El Mundo no Puede Esperar organiza a las personas que viven en Estados Unidos para repudiar y parar el rumbo fascista iniciado durante el régimen de Bush y evidenciado en las ocupaciones asesinas, injustas e ilegítimas de Irak y Afganistán; la “guerra de terror” global de tortura, rendición extraordinaria y espionaje; y la cultura de discriminación, intolerancia y avaricia. A ese rumbo no le darán marcha atrás los líderes que nos instan a buscar puntos en común con fascistas, fanáticos religiosos e imperio. Solo es posible si la población forja una comunidad de resistencia –un movimiento independiente de grandes cantidades de personas—que, actuando en pro de los intereses de la humanidad, pone fin a dichos crímenes y demanda que se procese a los responsables por ellos.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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(Nuevo)
03-15-11

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EEUU: Cunde el temor entre indocumentados

Por MICHAEL RUBINKAM

The Associated Press

HAZLETON, PENSILVANIA, EE.UU.

Tuesday, October 31, 2006

La tienda de saldos de Elvis Soto, en la calle Wyoming, solía redituar dinero. Pero en los últimos tiempos, escasos clientes cruzan su puerta, y su mercancía, tarjetas de llamadas, teléfonos celulares, equipos estereofónicos para automóviles, ropas, están acumulando polvo en los estantes.

Ahora que suben las deudas, tal vez Soto deba buscar otro trabajo para mantenerse a flote. Incluso, podría verse obligado a cerrar el negocio.

En esta pequeña ciudad situada en la ladera de una región montañosa del noreste de Pensilvania, todavía no se había puesto en vigor una dura ley, la primera de su tipo en Estados Unidos, para combatir a los indocumentados, pero la norma ya se hacía sentir y muchos hispanos --legales e ilegales-- se han ido. Eso ha afectado el distrito comercial hispano, donde han cerrado negocios que florecían hasta hace seis meses o sus dueños luchan para mantenerlos abiertos.

"Antes, (Hazleton) era un sitio agradable", dijo Soto, de 27 años, quien vino a Estados Unidos desde la República Dominicana hace una década. "Ahora se libra una guerra contra nosotros. Yo soy un residente legal, pero también siento la presión".

En el comercio Isabel Gifts, las cosas andan tan mal que su dueña, Isabel Rubio, y su esposo, han puesto la casa en venta y se mudaron a un apartamento encima del negocio pues ya no pueden pagar la hipoteca.

"Tuvimos que apelar a nuestros ahorros y eso no es bueno", dijo Rubio, de 50 años, un colombiano que se mudó a Hazleton hace 24 años. "En estos momentos sufro muchas tensiones. Cada día esperamos tener una buena jornada".

El alcalde Lou Barletta, que ha encabezado la lucha por la aprobación de la ley, dice que los inmigrantes ilegales han traído drogas, delincuencia y pandillas a la ciudad, afectando los prespuestos de la policía y de la municipalidad. Barletta anunció la campaña en junio, un mes después que dos indocumentados de la República Dominicana fueron acusados de asesinar a balazos a un hombre de 29 años.

La ordenanza impone multas a caseros que alquilen sus viviendas a inmigrantes ilegales. También niega permisos a empresas que les ofrecen empleos. La ley permite a la Oficina de Cumplimiento de Códigos de la ciudad investigar denuncias escritas acerca del status de un inmigrante, con la ayuda de un banco de datos operado por el gobierno federal.

Grupos partidarios de los inmigrantes han prometido librar una batalla legal para anular la ley, que consideran causante de divisiones, innecesaria e ilegal. Esos grupos dicen que las autoridades de la ciudad deben concentrarse en cambio en evitar el crimen y en capturar a los delincuentes.

Pero Barletta dijo estar convencido de que la medida será confirmada en los tribunales. "Lucharemos a brazo partido para que la ordenanza sea acatada", señaló.

Una versión previa de la ordenanza debió ser desechada por el Consejo Municipal luego que el grupo de defensa de los derechos humanos American Civil Liberties Union, así como activistas hispanos, entablaron una demanda, diciendo que era discriminatoria y que los temas de inmigración son un asunto federal.

Desde que el Concejo Municipal de Hazleton aprobó la ley original en julio, muchos municipios en diferentes partes de Estados Unidos han aprobado medidas similares, o las han sometido a estudio, con el propósito de implementar normas enérgicas contra inmigrantes ilegales.

Los hispanos comenzaron a llegar en gran cantidad a Hazleton hace varios años, desde Nueva York, Filadelfia y otras ciudades, atraídos por viviendas baratas, escasa delincuencia y buenas oportunidades de obtener empleo en fábricas y granjas. De acuerdo a las autoridades, la población ha aumentado de 23.000 a 31.000 en los últimos seis años, y los hispanos representan ahora un 30% de sus habitantes.

Nadie sabe a ciencia cierta cuantas personas llegan a Estados Unidos de manera ilegal, pero asimilar en un corto período de tiempo gran cantidad de personas, muchas de las cuales prácticamente no hablan inglés, ha sido difícil.

El alcalde parece contar con amplio respaldo entre los residentes blancos de Hazleton. Muchos se sienten molestos por los recién llegados, y se quejan de que con ellos se ha acrecentado la delincuencia, y el congestionamiento en las escuelas. Las tensiones han estallado por problemas relativamente menores, como música puesta a todo volumen, cruzar una calle con la luz roja, o estacionar el vehículo en doble fila.

"No queremos que venga aquí todo ese barullo de la gran ciudad", dijo el agente de seguros Vincent Santopoli, de 49 años, un residente de larga data. "No estamos acostumbrados a eso".

Entre tanto el alcalde Barletta dice que si bien simpatiza con los hispanos dueños de comercios, también señala que el hecho de que éstos hayan visto una merma en los ingresos demuestra que la ciudad tiene un problema con la inmigración ilegal.

"He dicho desde el comienzo que mi objetivo era convertir a Hazleton en una de las ciudades de Estados Unidos más inhóspitas para los inmigrantes ilegales", señaló. "Hoy en día, si yo fuese un inmigrante ilegal, ciertamente no elegiría Hazleton para vivir".

Rudy Espinal, presidente de la Asociación de Comerciantes Hispanos de Hazleton, admitió que muchos hispanos han abandonado la ciudad en meses recientes. Pero no todos son indocumentados, dijo. Al parecer, incluso inmigrantes legales consideran a Hazleton una ciudad hostil, y han decidido irse a otra parte.

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En la internet:

Puerto Rican Legal Defense and Education Fund: http://www.prldef.org/

City of Hazleton: http://www.hazletoncity.org/

Hazleton legal defense site: http://www.smalltowndefenders.com/


 

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