Condi Rice visita LiverpoolVisita que terminó en desastre (El
Tiempo)
Unas 200 personas se manifestaron ruidosamente contra la
presencia de la doctora Rice, invitada por su homólogo británico Jack Straw a lo
que se esperaba fuera una agradable visita “descubrimiento” de Blackburn, para
devolver una invitación de la secretaria estadounidense, en octubre de 2005, a
“conocer” su ciudad, Alabama (sur de Estados Unidos).
Sin embargo,
durante los últimos dos días, la presencia de Rice se convirtió en una pesadilla
para su anfitrión y en un desastre de imagen y mediático para la propia
invitada, ya que nada se desarrolló según lo previsto.
Este sábado, los
manifestantes esperaron a la jefa de la diplomacia estadounidense en las
cercanías del ayuntamiento de la localidad, vestidos de naranja y con los
rostros cubiertos por sacos, en referencia al trato a lo presuntos islamistas
presos en la base de Guantánamo (Cuba).
“Condi, ¿cuántos niños mataste
hoy?”, se leía en algunas pancartas de los manifestantes de Blackburn, ciudad de
la que Straw es diputado, donde un 20% de los residentes son musulmanes, y la
guerra en Iraq levanta duras críticas.
La demostración no fue la única
mancha a la visita que, desde el comienzo, estuvo llena de problemas, como la
anulación de un encuentro previsto con el ex Beatles, Paul
McCartney.
Además, la visita a una escuela se desarrollo en ausencia de
muchos de los alumnos, que sus padres no enviaron al colegio en señal de
protesta contra Rice.
La secretaria de Estado norteamericana volvió a
admitir que hubo errores durante la guerra de Irak, pero matizó su expresión
“miles de fallos” explicando que “no pretendió que se entendiera
literalmente”.
Recalcó que lo principal en torno a la cuestión de Iraq es
que “las decisiones estratégicas más importantes fueron las correctas”. Aunque
hubo equivocaciones, “no fue un error derrocar a Saddam Hussein”, dijo durante
una entrevista con la emisora británica BBC.
También aseguró que
Washington cerrará la prisión de Guantánamo cuando ya no sea necesario porque no
quiere ser el “carcelero del mundo. Ese no es el objetivo de la política
estadounidense”.
La Sra. Rice se reunió con representantes de la
comunidad musulmana y se trasladó a la catedral de Blackburn antes de regresar a
Liverpool para visitar el museo marítimo de esa ciudad y declararse encantada
por “la calurosa acogida” recibida.
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Imaginen si acciones como estas llegarían a
ser más comunes aquí en Estados Unidos, y si dondequiera que fueran altos
funcionarios del gobierno de Bush se les denunciasen por crímenes de guerra y de
lesa humanidad. ¿Qué importancia tendría para los pueblos del mundo una
oposición poderosa dentro de Estados Unidos y el rechazo de crecientes
cantidades de gente a que el gobierno realiza esas atrocidades en su
nombre?
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