La marcha del 9 de abril en San Diego alcanzó una concurrencia sin
precedentes en el condado. John Gibbins / Union-Tribune
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Cincuenta mil manifestantes inundaron el centro de SD
Marcharon por una reforma migratoria favorable a los inmigrantes
09/04/2006
Más de 50 mil manifestantes en favor de los inmigrantes se congregaron en el
centro de San Diego el domingo en una de las marchas más grandes en la historia
de la ciudad, coincidiendo con una serie de manifestaciones similares a lo largo
del país.
Los sandieguinos se vistieron de blanco para simbolizar la paz, ondearon
banderas mexicanas, estadounidenses y de otros países, y marcharon coreando
frases como “¡hoy marchamos, mañana votamos!”.
Un veterano de guerra ondeando una bandera estadounidense caminó al frente de
la multitud, precediendo a familias enteras, empresarios, estudiantes,
sacerdotes y residentes de todos niveles económicos.
Fotógrafos y camarógrafos se apresuraban a capturar las imágenes históricas
de una multitud que se movía rápido y cuyos manifestantes apasionadamente
exigieron respeto y legalización para inmigrantes.
Entre ellos había ciudadanos estadounidenses de distintas razas,
indocumentados, e inmigrantes que alguna vez carecieron de documentos para vivir
y trabajar en los Estados Unidos.
“Yo no estoy marchando por mí, sino por la demás gente que necesita
legalizar su estatus”, dijo Isabel Triana, quien respondió al llamado que
hicieron durante la semana los conductores de radio de las principales
estaciones de la ciudad.
La procesión, titulada La marcha por la dignidad, el respeto y la
esperanza, comenzó a las 2 de la tarde en el Parque Balboa, y se fue
haciendo más grande conforme miles de manifestantes se fueron uniendo al mar de
camisetas blancas.
La Policía de San Diego reportó que no hubo arrestos.
“Es una bella muchedumbre por una buena causa”, dijo el capitán Christopher
Ball.
La marcha se alimentó de otras manifestaciones provenientes de por lo menos
seis direcciones en el centro de San Diego.
Alrededor de 200 manifestantes realizaron una contra protesta exigiendo más
restricciones migratorias, aunque la policía los mantuvo alejados de la marcha
grande. En un incidente, sin embargo, la policía tuvo que aislar a un pequeño
grupo de contra-manifestantes que se acercó peligrosamente a los que marchaban.
Al edificio de gobierno del Condado de San Diego, en Pacific Highway, las
familias llegaron cansadas y asoleadas luego de recorrer más de 30 cuadras por
el corazón del centro de la ciudad.
“Estuvo difícil, pero ahí andamos”, dijo Francisco Ávila, quien hizo el
recorrido junto con su esposa. Los dos empujaron las carreolas con sus hijos
pequeños durante más de dos horas.
“Tenemos que hacer algo. Aquí nos miran como si estorbáramos y te aseguro que
muchos se sienten así y por eso están aquí”, dijo el trabajador de limpieza de
39 años.
Los manifestantes llegaron de todos lados el condado, unos en carro o en
transporte público; otros utilizaron los autobuses que pusieron al servicio las
más de 30 organizaciones comunitarias que estuvieron involucradas en organizar
la marcha.
Uno de los organizadores, Arnoldo Marín, dijo que alrededor de 900 personas
de Escondido asistieron a la manifestación. En Solana Beach, unas 500 personas
asistieron a misa en St. Leo’s Mission Church y después tomaron autobuses a
Balboa Park.
“Te pedimos señor que esta marcha salga bien y que tenga el poder de tocar
los corazones de los senadores, quienes van a decidir el destino de ésta, tu
iglesia, cuyos miembros somos inmigrantes”, dijo María China, encabezando una
oración antes de que los pasajeros descendieran al parque.
Al fin de la tarde, David Valladolid, uno de los organizadores de la marcha,
dijo estar muy satisfecho de la participación de la comunidad.
“La respuesta de la comunidad fue resultado de ese poder de la prensa
latina”, dijo.
Mientras tanto, cientos de miles de manifestantes tomaron las calles en
varias ciudades del país.
En Dallas, entre 350 y 500 mil personas protestaron contra las medidas
punitivas de la propuesta de la Cámara de Representantes conocida como la
HR4437, que criminalizaría a indocumentados, entre otras cosas.
También hubo manifestaciones en Nuevo México, Minnesota y Alabama.
En San Diego, uno de los manifestantes era el senador estatal Gilbert
Cedillo, un demócrata de Los Ángeles, quien alguna vez marchó a un lado de César
Chávez y de Martin Luther King Jr. Dijo que la marcha de San Diego fue tan linda
como aquellas.
“Lo que me gustó más de esta marcha es que había abuelos y madres con sus
hijos”, dijo Cedillo, quien tiene años abogando para que los inmigrantes
indocumentados de California tengan acceso a licencias de conducir.
Agregó que la manifestación debe continuar de otras formas, y aunque dijo que
llevar a cabo un boicot nacional sería difícil, en referencia al que se tiene
planeado el 1º de mayo, podría ser otro paso.
Recalcó que lo más importante es que las personas voten, transformando el
activismo político a un activismo electoral.
—Hiram Soto y Norma de la Vega
Fuente: Enlace
Decenas de miles protestan en Dallas a favor de legalización
DALLAS (AP) - Hasta medio millón de manifestantes tocaron tambores, ondearon
banderas estadounidenses y marcharon el domingo durante una protesta exhortando
a legisladores federales que aprueben una reforma migratoria que regularizaría
el estatus migratorio de cerca de 11 millones de indocumentados.
Gritando "¡Si se puede!", los manifestantes llenaron las calles del centro de
Dallas. La policía calculó que hubo entre 350.000 y 500.000 manifestantes.
Cientos de policías estuvieron alertas pero no se reportaron incidentes
violentos.
Muchos de ellos vistieron prendas blancas en señal de paz. Entre los
manifestantes había familias empujando carriolas con sus niños y vendedores de
helados que tenían banderas estadounidenses en sus puestos.
Uno de los manifestantes fue Marina Resendiz, estudiante de medicina en la
Universidad de Texas, en Arlington, quien junto con su familia llegó a Dallas
ilegalmente proveniente de México. Ellos salieron de México porque su padre no
podía hallar trabajo allí y quería que sus hijos tuvieran la oportunidad de
estudiar, dijo Resendiz.
Ella, quien llegó al país de adolescente, y sus amigos levaban un cartel que
leía, "Amamos a Estados Unidos, trabajamos, estudiamos, contribuimos a la
economía del país".
"Es difícil estudiante si no tienes una tarjeta de residencia. Me gradué
teniendo el tercer lugar de mi clase pero no pude conseguir ninguna beca", dijo
la universitaria.
Algunos manifestantes vistieron camisetas que decían, "No a la HR4437", en
referencia al número de la propuesta que el Congreso aprobó en diciembre. La
iniciativa pide levantar más cercos en la frontera mexicoestadounidense,
convertir en delito grave el ayudar a un indocumentado, y tratar como
delincuentes a aquellos ilegales que vivan en el país.
La manifestación fue respaldada por sindicatos, algunos empleadores, y
organizaciones religiosas.
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