04-06-2007
Carta abierta al congreso demócrata: Por qué abandono el
Partido Demócrata
Cindy Sheehan
Traducido del inglés por S. Seguí
Querido Congreso demócrata:
Hola, me llamo Cindy Sheehan y a mi hijo Casey Sheehan lo mataron el 4 de
abril de 2004 en Ciudad Sadr, Bagdad. Lo mataron cuando los republicanos aún
controlaban el Congreso de los Estados Unidos. Con toda inocencia, inicié una
campaña incansable instando al Congreso a que abrogase la autoridad de George
Bush para continuar esta guerra de terror, a la vez que preguntaba al presidente
por qué noble causa había muerto Casey y otros miles como él. Ahora, con los
demócratas controlando el Congreso, he perdido mi optimista inocencia y me
siendo cínicamente pesimista cuando los veo rindiéndose ante Mr. 28% [1].
No existe ninguna razón sensata o defendible para que ofrezcáis a nuestro
ensangrentado Rey Jorge más dinero para seguir condenando a otros valientes,
fatigados y doloridos soldados y al pueblo de Irak a más muerte y carnicería.
Creéis que poner en sus manos más dinero es políticamente adecuado, pero en
realidad es una abominación moral y con cada nuevo minuto que dure la ocupación
de Irak tendréis todos más sangre en vuestras manos.
Nancy Pelosi, speaker de la Cámara de Representantes, dijo, después de que
George firmara la nueva ley de autorización de fondos para la guerra, suavecita
como un recién nacido: “Creo que ahora las políticas del presidente van a
comenzar a desenredarse” ¿Comenzar a desenredarse? ¿Cuántos más de nuestros
muchachos habrán de morir y cuánta destrucción más habrá que llevar a Irak antes
de que sea evidente que la cosa se ha desenredado? ¿Cuántos nuevos crímenes
habrán de cometer Bush&Co mientras siguen bajando en las encuestas, antes de
que vosotros tengáis el coraje político de hacerles responder por ellos? Si Irak
no se ha desenredado en la mente de Nancy Pelosi, ¿qué podrá hacerlo? ¿Cómo
pueden empeorar las cosas después de 700.000 irakíes muertos y cuatro millones
de refugiados (cifras que EE UU no admite)? Pues bien, las cosas se están
poniendo peor y pueden ponerse todavía mucho más, gracias a vuestra complicidad.
Por ser cínicamente pesimista, me parece que esta nueva votación en el
Congreso que ha permitido prolongar la guerra hasta finales de Septiembre (y,
seamos francos, el 1 de octubre le vais a dar al presidente más dinero… después
de un poquito de teatro para entretener a la fracción anti-guerra de vuestro
partido) conducirá directamente a la estación de las primarias para la
presidencia, y vosotros creéis que si os mantenéis firmes hasta entonces, los
demócratas podrán recuperar la Casa Blanca. ¿No recordáis lo bien que le fue a
John Kerry en 2004 cuando practicó aquella política de consentimiento y de
sentarse a ver qué pasa? El electorado de nuestro país está hasta la nariz de
acomodaticios que están siempre al sol que más calienta, mientras despilfarran
lo mejor de nuestra sangre y se dedican a pedir prestado a nuestros nuevos
propietarios, los chinos.
Era consciente de que la existencia del Congreso demócrata no significaba
nada a efectos de las actividades de la base. Por eso nos fuimos a Washington el
día de la toma de posesión del Congreso, para deciros a todos vosotros que
queríamos a los soldados de vuelta de Irak y que hicierais asumir a Bush&Co
sus responsabilidades, mientras vosotros impulsabais una reforma ética que da
risa… ¿no os parece? Todos sabemos que os podéis permitir jugar a este juego de
despropósitos políticos porque no tenéis hijos en primera línea. Así que,
permitidme que os cuente cómo es la cosa:
Una observa un día a su reticente soldado partir hacia una guerra con la que
ni él ni una misma está de acuerdo. Luego que tu soldado ha salido ya del país,
sólo queda la preocupación. No consigues dormir por la noche, y te quedas ahí
mirando a la luna y preguntándote si hoy va a ser el día en que oigas la temida
llamada a la puerta. No puedes concentrarte, no puedes comer, y toda tu vida se
consume de aprehensión a la espera de la temida noticia.
Más tarde, cuando tus peores temores se han hecho realidad, entras en una
vida de constante dolor, pena y añoranza. Todos los días son dolorosos,
especialmente cuando llegan fechas señaladas, como por ejemplo el próximo 30 de
mayo, Memorial Day, en que para mí la pena es doble por ser el día de los
soldados caídos y por ser también el día en que nació Casey, en 1979. Era
siempre un día especial para nosotros; hoy, es un día de desesperación. Nuestros
soldados innecesariamente muertos en esta guerra y en la de Vietnam han dejado
un rastro inútil de pesar y grandes vacíos de ausencia que nunca más nadie
llenará.
Así pues, Congreso demócrata, con la actual cifra estadística de 3,72 muertos
por día, acabáis de condenar a 473 personas más a una tumba prematura. 473 vidas
más perdidas por vuestra glotonería política. Miles de corazones rotos por
vuestra cobardía y avaricia. ¿Cómo conseguís dormir por la noche o miraos al
espejo? ¿Qué hacéis para apartar de vosotros a todas esas madres desconsoladas
de ambas partes del conflicto? ¿Cómo podéis no sentir la agonía que habéis
creado? Esta agonía nunca me abandonará… Soy incapaz de llegar a un lugar tan
lejano o esconderme en un sitio tan recóndito que me permita perderla de
vista.
A finales de septiembre, nos faltarán unos 80 caídos para alcanzar otro hito
sangriento: 4.000 soldados muertos. MoveOn.org organizará vigilias a la luz de
las velas en todo el país, mientras vosotros seguiréis aprobando urgentemente
leyes que implican la liquidación de más miles de seres humanos.
Felicidades, Congreso; acabáis de conseguir unos cuantos meses más de baño de
sangre ilegal e inmoral. Y sois conscientes, sin duda, de que tenéis la
intención de continuarlo indefinidamente, para que otros presidentes puedan
resolver el horrible problema en que Bush&Co han metido a nuestro mundo.
Antes era la guerra de George Bush, pero vosotros podíais haberle puesto fin
con honor. Ahora es la vuestra, y todos vosotros tendréis un lugar en la
historia de la infamia junto a Bush&Co
El Camp Casey Peace Institute hace una llamada a todos los ciudadanos tan
asqueados como nosotros para que se nos unan en Filadelfia el 4 de julio a fin
de idear el modo de salir de este sistema bipartidista comprado y pagado por la
máquina de guerra que atenaza cada aspecto de nuestras vidas. En lo que a mí se
refiere, abandono el Partido Demócrata. Habéis fallado totalmente a los que os
llevaron al poder para cambiar el rumbo de nuestro país. No os elegimos para
ayudar a hundir el barco sino para llevarlo a buen puerto.
No somos solidarios con la violenta intromisión de nuestro gobierno en países
soberanos y condenamos la criminal ocupación continuada de Irak.
Os dimos una oportunidad y nos traicionasteis.
Os saluda atentamente,
Cindy Sheehan
Fundadora y presidenta de Gold Star Families for Peace Fundadora y
directora del Camp Casey Peace Institute Madre eternamente afligida de Casey
Sheehan
Dublín, Irlanda
28 de mayo de 2007
[1]
Porcentaje de respaldo del pueblo estadounidense al presidente
Bush hijo en mayo de 2007 (N. del T.)
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