Revolución #69, 19
de noviembre de 2006
El Mundo no Puede Esperar sacude la Universidad de Arizona
Universidad de Arizona, Tucson: Últimamente los militantes de El Mundo no
Puede Esperar han surgido como una importante fuerza de resistencia en esta
universidad de 35,000 estudiantes, y han tropezado con represión oficial y
ataques de derechistas.
El 5 de octubre centenares de personas participaron en un mitin en el paseo
central para sacar al gobierno de Bush. (Hay informes sobre este mitin y las
actividades del 5 de octubre por todo el país en el portal worldcantwait.org).
El mitin prendió una reacción de fuerzas derechistas pro Bush, como una
columna titulada “Sí, el mundo puede esperar” y varias cartas en el periódico
estudiantil Daily Wildcat. El periódico no quiso publicar un artículo
para contestar esos ataques y solo accedió a publicar una carta.
En un correo electrónico, uno de los organizadores colocó la reacción
derechista en el contexto de la lucha sobre la libertad académica y la ofensiva
reaccionaria de los camisas pardas de David Horowitz. “Aquí los derechistas no
cuentan con una organización fuerte. No es como en UCLA u otras universidades,
donde lo de Horowitz es espeso. Están aquí y tienen influencia, pero no tienen
dirección. Funcionan como individuos. Pero los profesores progresistas y
radicales reconocen la presión y varios me han dicho que han modificado sus
clases para que no los acusaran de ‘parcialidad’”.
Hace poco, El Mundo no Puede Esperar propuso un debate con los Republicanos
Jóvenes, pero estos dijeron que no. El organizador escribió: “Al comienzo del
año académico, un miembro de Hillel [grupo estudiantil pro Israel] se reunió con
el nuevo presidente de la universidad para azuzarle a atacarnos. (Varios
militantes apoyaron a los palestinos y se opusieron a la guerra contra Líbano,
aunque El Mundo no Puede Esperar no participó como grupo). Oí que el presidente
le contestó que la libertad académica ampara nuestras actividades”.
El capítulo de El Mundo no Puede Esperar organizó un festival de arte de
resistencia, pero las directivas y la policía universitaria lo frenaron. Como
nos escribió el organizador: “Queríamos celebrar un festival de música y artes
de todo un día en el paseo el 4 de noviembre. Sin embargo, la policía
universitaria cambió los requisitos varias veces, al igual que una decana, Veda
Kowalski, que lleva años bloqueando nuestras actividades. Nos pusieron un montón
de obstáculos tontos, como que no había suficientes tachos para la basura. Al
final, tres días antes del festival, nos dijeron que teníamos que pagar $1,600
de ‘seguridad’. Antes nos habían dicho que no sería necesario tener guardias de
seguridad. Esto nos obligó a cancelar el festival, tras una fuerte inversión de
tiempo y recursos. Nos dijeron que era necesario poner guardias de seguridad
porque iban a participar de 50 a 100 personas, pero a otro grupo estudiantil que
esperaba la misma cantidad de personas en otro evento no le cobraron nada. De
hecho, a diferencia de nosotros, no les pidieron nada. Nos aplicaron criterios
muy diferentes. Sospechamos que… decidieron no permitir el festival y cambiaron
los criterios”.
Otro incidente poco después sacó a flote la represión oficial de El Mundo no
Puede Esperar. El Club de Debates le pidió al grupo que participara en un debate
público sobre las libertades civiles. El Mundo no Puede Esperar explicó en su
portal que el Club de Debates auspiciaba el debate, pero debido a una falta de
comunicaciones, puso una fecha errónea.
El militante nos escribió: “Nos enteramos de que la policía universitaria lee
nuestro portal y posiblemente nuestra cuenta de MySpace. Vio la noticia,
investigó y descubrió que había otra actividad programada para esa fecha… Nos
acusó de querer trastornar la otra actividad e informó a la dirección. En una
carta al presidente explicamos lo que pasó y le pedimos una cita. Le dijimos que
esa es una táctica de un estado policial, y no de una universidad. Pensamos que
tal vigilancia de nuestro grupo o de cualquier otro grupo estudiantil debe
parar. Nos han informado que con toda probabilidad estamos en una ‘lista de
vigilancia’ de la policía universitaria, que supuestamente existe para averiguar
si las asociaciones estudiantiles permiten que los menores de edad tomen bebidas
alcohólicas. Nos tienen fichados y estamos planeando nuestra respuesta”.
El portal nacional de El Mundo no Puede Esperar (worldcantwait.org) dice: “Es
verdad que los estudiantes de la Universidad de Arizona y los habitantes de
Tucson tienen que condenar estos ataques; esto es parte de una atmósfera que
amenaza a las universidades y es necesario que estallen situaciones así por todo
el país”.
Los militantes de El Mundo no Puede Esperar están ampliando su trabajo en la
universidad y la ciudad. El 28 de noviembre tendrán una reunión donde hablará el
Rdo. John Fife sobre “La teocracia, la guerra preventiva y la tortura: George W.
Bush y la teología imperial”. Fife es cofundador del Movimiento de Santuario y
su iglesia refugió de 12,000 a 15,000 centroamericanos durante los años 80.
También es cofundador de la Patrulla Samaritana, que ahora es parte de No más
Muertes, un grupo que proporciona ayuda humanitaria a los que cruzan la frontera
en el desierto.
El organizador nos comentó: “Estamos en contacto con las iglesias, que es
algo nuevo para nosotros. Alquilamos un salón con cupo para 500 personas y
creemos que se va a llenar”.
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