Adolescente se suicida tras ser amenazado por
participar en protesta estudiantil
Del www.notilosangeles.blog-city.com
Esta es una de las más indignantes noticias que he leído.
Anthony Soltero, un joven estudiante de 14 años, se suicidó después que la
subdirectora de su escuela le dijo que podía ir a prisión por tres años por
haber organizado y participado en una protesta estudiantil contra el proyecto de
ley anti-inmigrante HR 4437.
La funcionaria escolar también le prohibió asistir a las
ceremonias de graduación y lo amenazó con multar a su madre por haber faltado a
clases para asistir a la manifestación por los derechos de los inmigrantes.
Es realmente increíble que una educadora pueda cometer un error
tan grande como aterrorizar a un niño a tal punto que contribuyó a su
suicidio.
El trágico suceso ocurrió el 1 de abril, tres días después de la
marcha y manifestación de estudiantes de Ontario por los derechos de los
inmigrantes.
Anthony era un buen estudiante de octavo grado en la escuela
intermedia De Anza, y probablemente el temor, la vergüenza y el sentimiento de
culpa por una posible sentencia a prisión y una multa a su mamá por haber
faltado a clases, fueron un peso demasiado grande para su sensibilidad
adolescente y decidió quitarse la vida.
“Anthony estaba aprendiendo acerca de la importancia de sus
deberes y derechos cívicos en su clase de octavo grado. Irónicamente, murió
porque la subdirectora de su escuela lo amenazó por haber expresado y ejercitado
esos derechos”, dijo Louise Corales, la madre del estudiante.
“Quiero decirles a otros padres cuyos niños van a participar en
las continuas protestas de esta semana: tenemos que hacerle saber a las escuelas
que no pueden castigar a nuestros niños por ejercer sus derechos”, agregó
Corales en un comunicado escrito.
Una misa en memoria de Anthony se celebró el domingo en la
mañana en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe de Ontario. Su funeral se
efectuará el lunes en Long Beach, donde el joven había nacido.
Las marchas estudiantiles de las últimas semanas han suscitado
controversias en todo el Sur de California –y en el país- entre los defensores
de la libertad de expresión y los que consideran que los estudiantes no pueden
faltar a clases sino sólo por causas justificadas, como enfermedad o emergencias
familiares.
Las autoridades de Los Ángeles, por ejemplo, tuvieron una
actitud flexible durante los dos primeros días de marchas contra la HR 4437,
pero luego cambiaron bruscamente de posición y amenazaron a los estudiantes con
arrestos y multas a sus padres si faltaban a clases.
“Los estudiantes tienen derecho a participar en protestas, pero
después de las horas de clases”, dijo el alcalde Villaraigosa, en una
conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por el superintendente
escolar, el jefe de policía y el Sheriff de Los Ángeles.
Muchos sospecharon que este súbito cambio se debió a que el
LAUSD pierde 28 dólares diarios de fondos estatales por cada estudiante que
falta a clases. Más de 35,000 estudiantes participaron en la mayor protesta
contra las medidas anti-inmigrantes realizada en Los Ángeles a fines de marzo.
Solamente ese día, el distrito escolar angelino perdió –teóricamente- cerca de 1
millón de dólares, aunque todavía no está claro si el estado aplicará esa
“multa” al LAUSD.
Varias marchas, aunque menores, siguieron a esa gran
manifestación. Hasta que Villaraigosa lanzó su advertencia de aplicar los
castigos contra los que salen de sus escuelas para participar en protestas. Las
palabras del alcalde fueron reforzadas por el cardenal Mahony, que les pidió a
los estudiantes no salir de las escuelas en horas de clases.
La mayoría de los jóvenes permaneció en sus escuelas en los días
siguientes, quizás aconsejados por sus padres y faltos de una dirección efectiva
en su movimiento.
Hasta ahora, las manifestaciones estudiantiles han sido
espontáneas, casi todas nacidas de intercambios de correos electrónicos y
mensajes en sitios como MySpace.
Pero el sábado 15 de abril, un día en que no hay clases, los
estudiantes de Los Ángeles volverán a salir a las calles para realizar una gran
manifestación por los derechos de los inmigrantes.
Ellos tienen pleno derecho a expresar su repudio a medidas
anti-inmigrantes. Para muchos jóvenes y niños de esta ciudad, la aprobación de
una medida como la HR 4437 significaría la deportación de sus padres y, tal vez,
un exilio forzado para ellos mismos o el riesgo de quedar en la calle, sin
familia y sin hogar.
Esa situación es la que no entienden congresistas como James
Sensenbrenner y Tom Tancredo, o comentaristas como Lou Dobbs y Bill O’Reilly,
entre otros, que diariamente envenenan las mentes de los estadounidenses con su
mensaje de odio anti-inmigrante.
Posted by Jaime E. Olivares
*** El gremio de abogados conocido como National Lawyers Guild y
otras organizaciones han creado un sitio en el internet para dar ayuda a los
estudiantes que tengan problemas por haber participado en manifestaciones contra
las leyes anti-inmigrantes. La dirección es: http://schoolwalkouts.info/ El sitio
tiene teléfonos para recibir consultas en español e inglés. El número en español
es el 310-712-7066.
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