04-06-2008
Una ONG británica denuncia que 17 buques de la Armada sirven
como centros de interrogatorio
Acusan a EEUU de usar barcos como cárceles flotantes
Público
En la llamada "guerra contra el terrorismo" Estados Unidos se mueve con
frecuencia fuera de la legalidad. La última acusación es que los servicios de
seguridad estadounidenses han usado barcos de guerra como prisiones flotantes
para interrogar a los sospechosos de ser terroristas. Hasta 17 buques de la US
Navy han servido como centros de internamiento provisional, según Reprieve, una
organización de defensa de derechos humanos del Reino Unido.
Los detenidos fueron sometidos a tortura durante el interrogatorio antes de
ser trasladados a otros lugares desconocidos, denuncia la ONG en un comunicado
hecho público ayer y que fue adelantado por el diario The Guardian. Reprieve
basa sus acusaciones en informaciones que han salido de funcionarios de las
Fuerzas Armadas y de la administración de EEUU, el Consejo de Europa y
testimonios de algunos prisioneros.
Las detenciones de sospechosos en cárceles secretas se remontan a la época
anterior a los atentados del 11-S de 2001 en EEUU, pero la práctica se extendió
posteriormente. Muchos detenidos en Afganistán fueron torturados en prisiones de
países como Egipto, Siria, Jordania o Marruecos.
Océano Índico
De los alrededor de 80.000 personas detenidas en la campaña mundial de EEUU
contra el terrorismo, unas 14.000 fueron recluidas en centros secretos, según
datos del Congreso estadounidense.[>
"El Gobierno de EEUU escoge barcos para esconder sus malas prácticas lo más
lejos posible de la mirada inquisitiva de los medios de comunicación y los
abogados", dice el director de Reprieve, Clive Stafford Smith.
Los barcos de la Armada que se usan como prisiones están desplegados en el
Océano Índico. La ONG asegura que prisioneros a bordo del USS Bataan fueron
examinados por los servicios médicos y fotografiados y añade que existen
archivos de estas pruebas.
Uno de los casos más conocidos es el del ciudadano estadounidense John Walker
Lindh, el llamado talibán americano, que fue capturado en Afganistán en
noviembre de 2001. Lindh fue detenido a bordo del USS Peleliu y después se le
trasladó al USS Bataan, donde le curaron sus heridas.
Un portavoz de la Armada estadounidense, el comandante Jeffrey Gordon, negó a
The Guardian que haya "centros de detención a bordo de los buques
estadounidenses" aunque reconoció que algunos individuos han sido detenidos
durante breves períodos en esos barcos.
Un ex prisionero de la base naval de EEUU en Guantánamo relató su experiencia
a bordo del USS Bataan. "Había como 50 personas en el barco. Todos estaban
encerrados en la bodega del buque. A los prisioneros en aquel barco les
golpearon aun más que en Guantánamo", cuenta el testigo según la versión
ofrecida por Reprieve.
En 2001, un oficial de la Armada de EEUU admitió la presencia de detenidos en
los barcos de guerra, pero dijo no conocer bien el porqué, salvo que
"evidentemente hay un interés en continuar los interrogatorios".
26.000 casos
En septiembre de 2006, el presidente George Bush aseguró que "las cárceles
secretas ya están vacías". Pero las informaciones de Reprieve apuntan a la
continuidad de esta práctica ilegal. "El Gobierno estadounidense admite que
tiene actualmente detenidas sin cargos en prisiones secretas al menos a 26.000
personas, y las informaciones reunidas indican que desde el 2001 un total de
80.000 pueden haber pasado por ese sistema", dice Stafford Smith.
El director de Reprieve exige que Washington respete los derechos humanos y
para ello debería revelar la identidad de estas personas y el lugar donde se
encuentran.
Uzbekistán: La lucha contra el terror y los DDHH
Uno de los más importantes aliados de Estados Unidos en la llamada “guerra
contra el terrorismo” es Uzbekistán, una ex república soviética en Asia central.
Es un régimen autoritario donde apenas se tolera la oposición al presidente
Islam Karimov.
En 2005, Washington condenó la respuesta violenta de las fuerzas de orden a
una revuelta de un grupo de islamistas que se saldó con 187 víctimas mortales.
Como consecuencia, el régimen de Karimov echó a las tropas estadounidenses de
la base aérea que usaban en el páis.Posteriormente, Washington ha sido muy
crítico con la situación de los derechos humanos y la libre expresión en
Uzbekistán. En un informe del Departamento de Estado publicado en marzo, se
describe a este país como “uno de los peores violadores de derechos humanos del
mundo”.Pero ayer la Administración de EEUU cambió de tono. En una visita a
Uzbekistán, un alto funcionario del Departamento de Estado destacó la mejoría de
la situación de los derechos humanos. “Reconocemos que ha habido avances”, dijo
Richard Boucher.En lo que va de año, Uzbekistán ha liberado a seis prisioneros
políticos y ha permitido a la Cruz Roja a visitar a los detenidos.También este
año, el régimen de Karimov ha vuelto a permitir a EEUU el uso de instalaciones
militares.
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