La creciente pesadilla para los inmigrantes en Arizona
La Migra arrestó a cuatro estudiantes de una prepa de Phoenix
durante un viaje escolar a Niagara Falls y amenazó con deportarlos.. [Photo: AP]
| | | |
Condado Maricopa, Arizona: Una adolescente embarazada se encuentra atrapada
en una casa con otros 50 inmigrantes. Se encuentran encerrados en cuartos sin
muebles pero con cubos de excrementos humanos. Cuando su familia en México no
paga los miles de dólares que demandan, la arrastran a un baño. Su joven esposo
oye los gritos durante la media hora que dura la paliza que le dan. Ella aborta
y la ropa ensangrentada queda en el suelo.
Así y todo, a ella y las demás personas en la casa las acusan del delito
grave de “conspirar con ellos mismos” para cruzar la frontera. A unos los
arrestan y a todos los deportan. Ese es solo un ejemplo de la pesadilla que
viven los inmigrantes en el condado Maricopa, donde la situación ha empeorado
dramáticamente como resultado de la dinámica compleja y subyacente de este
sistema.
Los inmigrantes del condado Maricopa dicen que temen salir de sus hogares.
Hace poco el Phoenix New Times entrevistó a varios inmigrantes, como a
Daniela, que vino a este país hace 13 años.
Daniela no se aleja a más de tres cuadras de su hogar, y eso solo para ir a
la escuela primaria donde están sus hijos. Jamás maneja; es muy posible que la
paren por el color de la piel. Jamás camina sola; si la detienen nadie sabrá lo
que le pasó. Tiene muy pocos amigos; debido a la atmósfera antiinmigrante y la
“Línea directa sobre inmigrantes ilegales”, cualquier persona la puede
denunciar. No puede hacer compras; el sheriff ha colocado sus hombres en el
mercado Food City. No puede llamar a la policía si es testigo de un delito; le
preguntarán sobre su situación y la deportarán. Sus hijos no pueden dormir
tranquilos; tienen pesadillas de que desaparezcan a sus padres.
Esa es la situación para cientos de miles en el condado, y no solo para los
inmigrantes sino para todos los de piel café. Literalmente viven en las sombras,
en sus hogares, apartados los unos de los otros. En las iglesias de inmigrantes,
la asistencia ha bajado en un tercio ya que los feligreses temen ir.
Además de las leyes, redadas policiales y violencia de paramilitares, han
aumentado los crímenes contra los migrantes. Al igual que en el Sur (y otras
partes), donde no había delito que no se podía cometer con impunidad contra los
negros, el sistema ha declarado “la temporada de inmigrantes” para los que
quieran agredirlos.
En los últimos años, Arizona ha aprobado una serie de leyes draconianas
contra los inmigrantes. Una medida aprobada en las elecciones y reforzada por el
Senado estatal les niega fianza por delitos graves. Otra medida declara que el
inglés es el idioma oficial. Una ley penaliza transportar, albergar o contratar
inmigrantes indocumentados. Y una ley que supuestamente apunta contra los
“coyotes” que traen a los inmigrantes a este país se ha interpretado de tal
manera que cualquier inmigrante indocumentado es culpable del delito grave de
conspiración para traerse él mismo. (Otros estados han seguido el ejemplo de
Arizona. Oklahoma, por ejemplo, les niega fianza a los inmigrantes
indocumentados y Colorado, Nebraska e Idaho están considerando medidas
parecidas).
Estas leyes, junto con la muy difundida promoción de odio hacia los
inmigrantes, han apretado las clavijas contra ellos en Arizona y han sentado un
precedente judicial para atacar a las comunidades inmigrantes.
El sheriff Arpaio del condado Maricopa acosa a inmigrantes
arrestados en Phoenix.. [Photo: AP] | | | |
En el condado Maricopa, el sheriff Joe Arpaio y el fiscal Andrew Thomas están
encabezando una campaña de terror racista. Arpaio es tristemente célebre por
humillar a los presos y sospechosos. Ha institucionalizado a escala masiva la
detención de personas por el color de la piel y desatado una campaña que permite
parar a quienquiera que parezca “ilegal”, ya sea un vendedor ambulante,
universitario o jornalero; a todos los someten a insultos racistas y tienen que
mostrar documentos de ciudadanía. Si los detienen, hay enormes presiones para
firmar declaraciones de culpabilidad y aceptar la deportación.
En su campaña electoral, Thomas se opuso vehementemente a los inmigrantes.
Una de las primeras cosas que hizo fue anunciar que no iba a acusar a un
paramilitar que tuvo a siete inmigrantes mexicanos de rehenes con un arma de
fuego en un lugar de descanso en la autopista. Invocó retórica tipo nazi para
declarar que ciertas personas no son seres humanos y dijo que Estados Unidos
está “tolerando una subclase de personas”.
La Ley de Trabajo Justo y Legal
Además de todo eso, el 7 de febrero un juez federal confirmó la Ley de
Trabajo Justo y Legal de Arizona, que prohíbe contratar inmigrantes
indocumentados; suspende la licencia de un empresario por el primer
incumplimiento y la revoca para el segundo. Requiere que los empresarios
verifiquen los documentos de cualquiera que solicite trabajo en E-Verify, un
banco de datos federal experimental y temporal que se sabe que tiene muchos
errores.
Según la Universidad Estatal de Arizona, esta ley afecta a los 500,000 o más
inmigrantes indocumentados que son entre el 9% y el 12% de la fuerza de trabajo
de Arizona, predominantemente en los oficios de servicio, construcción y
jardinería. También le obliga al procurador estatal y a las autoridades del
condado investigar todas las quejas sobre trabajadores sin autorización.
Representa un salto en la represión sistemática y persecución de los inmigrantes
en este país.
La gobernadora de Arizona, la demócrata “moderada” Janet Napolitano que
aprobó la ley, dice que podría resultar en una “pena de muerte” para los
negocios. Sin embargo, dijo que es mejor que otra medida “más draconiana” que se
podría proponer si no se hace nada por hacer cumplir las leyes de inmigración.
Tras firmarla, está haciendo cumplir esta ley draconiana. El 1º de
marzo, las autoridades de Arizona recibieron órdenes de cumplir con esta ley
laboral antiimigrante, la mayor y más estricta de todo el país. El fiscal Thomas
ha prometido hacerla cumplir enérgicamente, y hasta ha dicho que se la puede
imponer retroactivamente.
Los patrones ya han empezado a despedir a trabajadores inmigrantes, y eso ha
tenido repercusiones en sus comunidades. Restaurantes y tiendas han tenido que
cerrar por falta de clientes. Una gran cantidad de familias latinas se han
mudado fuera del estado y su ausencia se ha notado en las escuelas,
multifamiliares y vecindarios. Una escuela primaria en el oeste de Phoenix
informó que la inscripción bajó un total de 525 alumnos.
Contradicciones en la cúpula y la necesidad de avances en la
base
Empleados del sheriff del condado Maricopa, Joe Arpaio, anuncian
en rueda de prensa que harán cumplir la nueva ley contra los
inmigrantes.. [Photo: AP] | | | |
Empresarios y organizaciones como la Cámara de Comercio, la Asociación de
Contratistas de Arizona, la Cámara de Comercio Hispana de Arizona y la
Asociación de Contratistas Jardineros de Arizona se oponen fuertemente a la Ley
de Trabajo Justo y Legal. Dicen que Arizona se estó disparando en el pie al
expulsar a los inmigrantes, que son claves para la economía. Hace poco el
Wall Street Journal citó a Judith Gans, experta en asuntos de
inmigración, que dijo: “La expulsión de los trabajadores [indocumentados] quiere
decir que hemos decidido como asunto de política encoger la economía”.
A fin de cuentas, los capitalistas necesitan a los inmigrantes, tanto porque
enriquecen a la economía estadounidense como porque las remesas que mandan a sus
familias ayudan a mantener la estabilidad en México. Esa necesidad fundamental
está en conflicto con la necesidad de mantener y fortalecer la “goma” de
chovinismo nativista antiinmigrante, que es un elemento clave de mantener
intacta la sociedad estadounidense.
Esa es una contradicción aguda para la clase dominante de Estados Unidos. Por
un lado, tiene la necesidad de superexplotar a los inmigrantes indocumentados, y
por otro, tiene la necesidad de fortalecer la estructura coherente de la
sociedad, para “mantenerla unida” y mantener intacto su sistema. Además, están
las contradicciones dentro de la clase dominante sobre cómo manejar todo eso,
que se están desenvolviendo de diferentes maneras. El pasado verano, el Congreso
no logró aprobar una “reforma” sumamente represiva contra los migrantes que
respaldaba Bush. Hubiera intensificado la militarización de la frontera;
establecido un programa de “trabajadores huéspedes” para permitir que los
inmigrantes trabajen como esclavos; y establecido un sistema de “legalización”,
que como principal condición los hubiera obligado a inscribirse con el gobierno.
La oposición reaccionaria dentro de la clase dominante impidió aprobarla, junto
con feroces ataques contra los inmigrantes. Desde ese entonces esos ataques han
aumentado. A nivel federal, la militarización de la frontera ha proseguido. Las
redadas en fábricas por agentes armados de la Migra (ICE) han sembrado terror en
las comunidades de inmigrantes. A nivel local, por todo el país los gobiernos
municipales están expulsando a los migrantes con leyes que castigan a los
empresarios que los contratan o los dueños que los rentan un hogar. La represión
en Arizona está a la vanguardia de todo esto.
La pesadilla que están viviendo los inmigrantes del condado Maricopa ilustra
la clase de sociedad en la que vivimos y hacia donde vamos: en la que la gente
cada vez más vive aterrorizada, perseguida, apartada de sus hijos y deportada
simplemente por no tener documentos oficiales.
Ante esta situación, todos los sectores de la población, inclusive el
proletariado de todas las nacionalidades, deben librar con urgencia una lucha
política para derrotar esos crecientes ataques contra los inmigrantes, con miras
hacia los mayores trastornos venideros y la posibilidad de levantamientos
revolucionarios.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|