Declaración de conciencia de No en Nuestro Nombre
No en Nuestro
Nombre
Que no se diga que en la segunda toma de posesión de George W. Bush la
ciudadanía de Estados Unidos asintió calladamente a la descarada coronación de
la guerra, la avaricia y la intolerancia. Él no habla por nosotros, no nos
representa, no actúa en nuestro nombre.
Ninguna elección, sea
justa o fraudulenta, puede justificar guerras criminales contra otros países,
tortura, violaciones de derechos humanos ni acabar con la ciencia y la
razón.
En nuestro nombre, el
gobierno de Bush justifica con pretextos falsos la invasión y ocupación de Irak:
la andanada de destrucción, horror y sufrimiento que ha matado a más de 100,000
iraquíes. Manda a nuestra juventud a destruir ciudades enteras con el pretexto
de celebrar dizque elecciones democráticas, mientras que aquí intimida y priva
del voto a miles de afroamericanos y otros votantes.
En nuestro nombre, el
gobierno de Bush desacata el derecho internacional y la opinión pública mundial.
Por todo el mundo tortura y detiene sin derecho a juicio, y aquí propone más
ataques a los derechos de privacidad, libertad de expresión y libertad de
reunión. Pisotea los derechos de los árabes, musulmanes y sudasiáticos, les
niega representación judicial, los estigmatiza, los detiene sin razón y ha
deportado a miles.
El gobierno plantea
la posibilidad de invadir a Siria, Irán o Corea del Norte, de retirarse de las
Naciones Unidas, de imponer "detenciones perpetuas", pero nosotros decimos que
no permitiremos que se sigan cometiendo en nuestro nombre crímenes contra
naciones o individuos que considera obstáculos a sus metas de supremacía mundial
indisputable.
¿Podíamos habernos
imaginado hace unos años que descartarían tan fácilmente principios esenciales
como la separación de la iglesia y el estado, el proceso legal establecido, la
presunción de inocencia, la libertad de expresión y el habeas corpus ? Ahora el
presidente, que está concentrando el poder en la rama ejecutiva, puede declarar
a cualquiera "combatiente enemigo" sin posibilidades de recurso judicial ni
investigación independiente. Ha seleccionado como secretario de Justicia al
arquitecto de la tortura en Guantánamo, Afganistán y la prisión Abu
Ghraib.
El gobierno de Bush
quiere imponer como norma gubernamental una forma de fundamentalismo cristiano
cerrada, intolerante y política. Este movimiento extremista, que ha dejado los
márgenes del poder, quiere quitarle a la mujer los derechos reproductivos,
atizar las llamas del odio contra los homosexuales y las lesbianas, y crear una
brecha entre la experiencia espiritual y la verdad científica. No renunciaremos
al derecho a pensar. El SIDA no es castigo de dios. El calentamiento global es
un peligro concreto. La evolución ocurrió. Todos deben tener el derecho de
buscar sentido y consuelo en la religión o creencia espiritual que deseen, pero
la religión jamás debe ser obligatoria. Puede que esos extremistas digan que
crean su propia realidad, pero no permitiremos que creen nuestra
realidad.
Millones trabajamos,
hablamos, nos manifestamos, observamos la votación, votamos, en fin, hicimos
todo lo posible para derrotar a Bush en las elecciones, y ese esfuerzo sin
precedentes forjó una gran energía, organización y compromiso para luchar por la
justicia. Sería un grave error que no haber podido frenar a Bush por esos medios
lleve a perder la esperanza y a la inacción. Todo lo contrario, la amplia
movilización de gente comprometida a un mundo más justo, más libre y más
pacífico debe seguir adelante. No podemos, no vamos, a esperar hasta el 2008. La
lucha contra el segundo gobierno de Bush tiene que empezar ya.
El movimiento contra
la guerra de Vietnam no ganó elecciones presidenciales, pero sí bloqueó trenes,
cerró centros de conscripción, protestó, fue de puerta en puerta... y contribuyó
a parar la guerra. El movimiento de derechos civiles no se ató a un candidato
presidencial, pero realizó ocupaciones, plantones, luchó en los tribunales,
atestó cárceles... y transformó este país.
Tenemos que
transformar la realidad política de este país movilizando a las docenas de
millones de personas que saben que la "realidad" del gobierno de Bush es una
pesadilla para la humanidad. Eso requerirá creatividad, acciones masivas y
valentía de parte de individuos. Tenemos que unirnos cuando sea posible y actuar
solos cuando sea necesario.
Nos inspiran los
soldados que han desobedecido órdenes de combatir en esta guerra inmoral.
Aplaudimos a los bibliotecarios que han rehusado entregar listas de lo que
leemos, a los estudiantes de prepas que exigen que se les enseñe la evolución, a
los que sacaron a la luz del día la información sobre tortura y a los que se
sumaron a las enormes protestas de oposición internacional contra la guerra de
Irak. Alabamos a las personas ordinarias que hacen cosas extraordinarias. Nos
comprometemos a crear una comunidad que respalde toda resistencia valiente.
Tomamos partido con la gente del mundo que a diario lucha por el derecho a
construir su propio futuro.
Nuestra
responsabilidad es cambiar el curso de los acontecimientos que se ha propuesto
el gobierno de Bush. Sabemos que la historia nos juzgará severamente si no
actuamos con decisión.