Revolución #146, 26 de octubre
de 2008
El dia despues de las elecciones... y el cambio que de veras
necesitamos...
¿Y AHORA QUÉ HÁRAS TÚ?
Este es un mensaje a aquellos que apoyaron a Barack Obama porque
están horrorizados y enfurecidos por el rumbo que esta sociedad ha tomado en los
últimos ocho años. A aquellos que cifraron sus deseos profundamente sentidos del
cambio en la expectativa de que Obama llevara la sociedad en una dirección
diferente.
Revolución ha presentado el argumento de por qué tales expectativas
son ilusorias y mal planteadas, por qué la dirección en que Barack Obama llevará
la sociedad se opone diametralmente a la dirección en que tú quieres ir y por
qué apoyar a Obama es perjudicial. Pero, no podemos sino decirles una vez más a
aquellos que saben que el sistema está podrido: la lógica de apoyar a Obama se
reduce a decir que si no podemos deshacerse de este sistema ahora, tenemos que
fortalecer ese sistema destinando recursos a elegir y/o trabajando por
elegir a alguien que ni siquiera aparenta que va a trabajar por traer un cambio
real de la naturaleza de ese sistema.
Y si no crees que necesitemos una revolución, pues necesitas explicar cómo
votar por Obama va a resolver las cosas que sí te importan. ¿Cómo, al interior
de los confines y el marco de este sistema, es posible que Obama empiece a
solucionar todos los horrores que vive la humanidad hoy, desde el calentamiento
global a la crisis alimentaria y la despiadada discriminación en esta
sociedad?
Pero no obstante todo eso, nos encontramos aquí. Al cierre de esta edición,
no está decidido el resultado de estas elecciones y este es impredecible. No
solo se trata de cómo cuenten los votos, sino de si siquiera los contarán. Pero,
no obstante el resultado, cuando se levante la sesión, se planteará la siguiente
pregunta para todos aquellos que tienen un genuino deseo de ver los cambios que
necesitan con tanta urgencia los habitantes del mundo:
¿Y ahora qué harás
tú?
¿Lucharás por los cambios de la sociedad y su rumbo —y del papel que juega
Estados Unidos en el mundo— los que a ti mismo te importan profundamente? Y, si
votaste por Obama, ¿lucharás por las cosas las que te hicieron cifrar tus
expectativas de cambio en Obama?
Si Obama sale elegido, muchas personas tratarán de “esperar a ver” lo que
pase.
Pero ¿por qué tiempo esperarás y cuánto tendrás que ver? ¿Qué te parecerá
intolerable? ¿Cómo es esa raya que no cruzarás? ¿En qué momento te pondrás en
pie y resistirás?
• Cuando Obama te dice que hay que escalar la guerra de Afganistán (y todo el
terror, sufrimiento y matanza que eso implicará para la población de Afganistán)
porque es “la buena guerra” y el frente clave de la “guerra contra el terror”,
¿lo aceptarás como borrego, o resistirás? ¿Tendrás suficiente sentido y criterio
como para recordar que a cada paso del camino aquellos que dominan mentían, y
que esta es una guerra ilimitada por imperio? Y cuando de manera aún más
agresiva él “persigue a los terroristas en Pakistán” (léase: aumenta las redadas
contra la población de Pakistán), ¿te pondrás en pie y resistirás? Si Obama
atacara a Irán, tal como ha dejado en muy claro que está dispuesto a hacer, ¿qué
harás? En una palabra, ¿cuánta matanza en defensa de imperio tolerarás de parte
de Obama?
• Cuando Obama te dice que aquellos que están perdiendo sus hogares solamente
tienen que hacer lo que puedan y confiar en sus dirigentes, ¿aceptarás eso, o
resistirás?
• Cuando Obama inyecta dineros en las organizaciones basadas en la fe y les
da el control sobre los servicios sociales que reciban fondos — de modo que
empotre la religión aún más profundamente en todas las esferas de la sociedad,
¿aceptarás eso, o resistirás?
• Cuando Obama declara fuera de lugar oponerse a todas las formas crueles e
injustas de opresión del pueblo negro, y propone “entender” la reaccionaria
oposición racista de algunos blancos a la acción afirmativa, ¿dirás que esto es
meramente algo que Obama tiene que decir para poder llevársela? Cuando Obama le
echa la culpa al pueblo negro por una situación que es un producto de una larga
historia y la realidad de hoy de su opresión como pueblo, de modo que justifique
la criminalización de una generación de jóvenes negros, tal como hizo en su
infame “discurso del Día de los Padres” de este año, ¿lo disculparás, o para
colmo, lo aceptarás, o lo refutarás y te le opondrás resistencia? Y cuando otras
personas dicen que Obama es prueba de que se ha superado el racismo —mientras
que, a su vez, casi un millón de negros languidecen en las cárceles—, ¿te
encogerás los hombros y lo aceptarás, o denunciarás esas retrógradas porquerías
por lo que son?
• Cuando Obama dice que “todos aceptamos que el aborto es terrible” y cede
una y otra vez ante los ataques al aborto y al control de la natalidad, a nombre
de superar las diferencias, ¿qué posición tendrás? ¿Aceptar esto como la nueva
realidad? ¿O decir “NI POR EL DIABLO”?
• Cuando Obama mantiene y para colmo intensifica la represión de los
inmigrantes y justifica de manera despreocupada la separación de familias y la
humillación, maltrato y satanización de estas personas, ¿qué harás?
Y consideren lo siguiente: McCain podría salir elegido, de la misma forma en
que Bush “ganó” en las elecciones. ¿Qué indicaría eso? Meramente que es posible
azuzar a un sector social en torno a los valores tradicionales de los “pequeños
pueblos” norteamericanos de ignorancia, intolerancia, supremacía blanca y
patriotismo — y que negarse a cuestionar todo esto, directamente, solamente
envalentonará a estos elementos fascistas. Y puede que de nuevo demuestre que es
posible manipular y robar las elecciones. Pero ¿y entonces qué? Sabías que el
juego estaba trucado cuando le entraste al juego. Por tanto, no se vale
encerrarte en el cinismo y la desesperanza meramente porque te hicieron trampa.
En tal caso, ¿dejarás que gobiernen los fascistas abiertos sin oposición? ¿O te
pondrás en pie y te unirás con otras personas para resistir la cruzada que él
desatará, por ejemplo, yendo a la calle en resistencia política de masas si de
alguna manera ellos efectivamente vuelven a robar las elecciones?
Pronóstico: Se ciernen tormentas
No obstante quien entre a la Casa Blanca después de estas
elecciones, tomará el volante de un sistema entero y en particular de un sistema
cuya trayectoria la ha definido el régimen de Bush con sus ambiciones mundiales
— y la manera en que ha luchado por rehacer la sociedad entera de una forma
fascista. Y no obstante quien entre a la Casa Blanca, lo hará en un momento en
que hay enormes trastornos y dislocación a medida que la crisis financiera vaya
desestabilizando la economía mundial — con la perspectiva de cosas mucho peores
por venir. El futuro de millones de personas pende de un hilo.
No obstante el resultado de estas elecciones, habrá “cambios” profundos. Este
tumulto podría llevar a un salto en la reorganización de la sociedad de una
forma fascista. Pero a su vez, si crecieran un movimiento revolucionario y una
cultura de resistencia, eso podría generar nuevas oportunidades y establecer
términos nuevos… y se podría realinear dramáticamente la correlación de fuerzas
en la sociedad.
El llamamiento de El Mundo No Puede Esperar sigue siendo cierto: EL FUTURO NO
ESTÁ ESCRITO. EL FUTURO QUE NOS TOQUE DEPENDE DE NOSOTROS. Habrá tormentas.
Puedes quedarte sentado y dejar que llueve sobre la población, en este país y en
todo el mundo, o puedes hacer algo para arrebatarle un futuro completamente
nuevo.
No obstante quien gane, continuará la ofensiva fascista
republicana
Muchas personas están apoyando a Obama porque consideran que él constituye lo
único que queda entre sí mismos y la imposición de una agenda republicana cada
vez más fascista. Pero los demócratas, y específicamente Obama, no van a ponerse
en pie, criticar fuertemente y oponerse a lo que está pasando. En reiteradas
ocasiones nos han dicho esto — y lo han demostrado mediante sus acciones. Aun
cuando los mítines de McCain y Palin se ponían más feos y más amenazadores en
las semanas antes de las elecciones, Obama siguió llamando a la “conciliación” y
a “superar las diferencias”. Y que quede claro: desatar este movimiento
populista derechista de pensamiento mezquino no es meramente una táctica de
campaña. No solo es feo; es peligroso. Cuando propagan el fantasma de Obama como
el Anticristo de la forma en que se ha hecho en esta campaña, es solamente una
ominosa señal de que las fuerzas fascistas cristianas están en marcha — y están
movilizando y solidificando su base en plan de luchar por que sus reaccionarios
programas e ideas gobiernen la sociedad.
¿Por qué? Porque en estos tiempos tumultuosos, el mensaje y el papel de Obama
es atraer a la población “al redil”. Obama se ha ganado mucho apoyo de la clase
dominante —y que no quede duda alguna, él no estaría a la cabeza de las
encuestas y no estaría recibiendo las mayores donaciones si no tuviera un
enorme apoyo de la clase dominante— porque esta considera que él tiene
el mejor programa para hacer que la población de Estados Unidos permanezca
quieta y aguante a la espera del infierno que está a punto de tener que padecer.
Y la clase dominante también cree que él es la mejor persona para convencer a
los habitantes del mundo del sanguinario programa de agresión y asesinato que
necesita para poder continuar a través del mundo. Es un “rostro nuevo”. Pero
estos gobernantes también aceptan que los fascistas cristianos a los que ahora
les cae la baba ante Sarah Palin tienen que formar parte del terreno y que no se
debe criticarlos por lo que en realidad son. Por ende, cabe que en respuesta a
todos los ataques de estas tenebrosas fuerzas del oscurantismo, teocracia que
esclaviza a las mujeres, racismo y chovinismo de “Estados Unidos #1”, Obama ha
predicado la acomodación y la claudicación. Y si él ganara la presidencia, eso
no cambiaría. Eso se debe a que movilizar a las masas a luchar en oposición a la
actual agenda de los gobernantes conlleva el potencial de desencadenar a las
masas de una forma que podría llevar al mayor desenmarañamiento de una situación
la que la clase dominante se está afanando con desesperación por mantener
intacta. Y llamar a las masas a entrarle podría contribuir a que surja desde
abajo un desafió radical a todo este tinglado.
Pero aunque Obama no quiere y no mandará gestar un movimiento de masas desde
abajo que se oponga a toda la reacción y las injusticias, y de hecho, tal como
muchos partidarios suyos pronto descubrirán muy a su pesar, él utilizará la
maquinaria del estado contra cualquier movimiento semejante — ese
movimiento es exactamente lo que se necesita que ocurra.
Lo que necesitas hacer ahora
¿Serán estos unos tiempos de gran cambio? ¿Cómo podría ser de otra en vista
de lo que está pasando en el mundo? Pero se plantea la siguiente pregunta: ¿qué
clase de cambio y en beneficio de los intereses de quién? Los gobernantes de
este país no van a quedarse de brazos cruzados y observar mientras que se venga
a pedazos este sistema. Ante las poderosas fuerzas centrífugas que están
rasgando el tejido de la sociedad — los gobernantes tratarán de superar a
martillazos y garrotazos esta crisis. Y si lo logran, lo harán partiendo de una
intensificación mucho mayor y atroz del sufrimiento y explotación del pueblo.
Pero este resultado no es inevitable.
Estos tiempos muy gruesos también conllevan el potencial de cambios radicales
y dramáticos y de una crisis aún más profunda que podrían presentar la
posibilidad para un cambio revolucionario… y tenemos que estar preparándonos
para tales momentos.
A aquellos que preguntan, “pero hasta que llegue la revolución, ¿qué podemos
hacer nosotros?”, la respuesta es que ahora mismo es el mero momento
para construir un movimiento revolucionario. Solamente es posible hacer las
revoluciones cuando esté maduro el momento, pero en un sentido real, “se hacen”
las revoluciones a lo largo del camino. Nuestro partido está en la sociedad y
estará ahí, propagando la revolución y construyendo la resistencia. Nuestro
partido está en el mundo y estará ahí, trabajando por gestar un pueblo
revolucionario a lo largo de todos los vaivenes, curvas y giros de esta lucha de
modo que la situación se desarrolle al grado en que cuando la revolución tenga
un verdadero chance, la gente estará lista para aprehender el momento.
Y cuando te des cuenta de que te han embaucado… cuando ya estés harto o harta
y te decidas a luchar por el cambio que necesita el mundo, y no por el cambio
que nos dicen que tenemos que aceptar… cuando te decidas que ya es hora de
ponerte en pie, activarte y resistir — únete con nuestro partido para trabajar
por el cambio que importa de verdad.
“Para decirlo en una oración: las elecciones son
controladas por la burguesía; no son de ningún modo el medio por el cual se
toman las decisiones básicas; y se efectúan con el propósito primario de
legitimar el sistema, la política y las acciones de la clase dominante —dándoles
la fachada de un mandato popular— y de canalizar, confinar y controlar la
actividad política de las masas populares”.
Bob Avakian, Democracia: ¿Es lo mejor que podemos
lograr? |
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